La semana según Zeni (XI)

PBits, lista de distribución.

La semana según Zeni.

17-30 abril, 1999

La semana pasada acabó con un poema de Kavafis, que Eduard miserablemente banalizó. Afortunadamente, Ramon salió al paso lúcidamente...

Lo que a mí me parece esencial de estos versos es la idea de preservación del sentido moral de la intimidad, de no ir voceando y prostituyendo lo que nos puede quedar de integridad con nosotros mismos.

...para luego preguntar:

¿Sabemos hacer algo sin seguir consignas?

A lo que Sonia contestó, centrándose en el mundo de la moda:

Bueno, yo soy el claro antiexponente de la anorexia (realmente no puedo entenderla). Me compro la ropa en un par de tiendas de las llamadas de "tallas especiales" (SUPERLINEA; sí yo también pienso que es tronchante, pero me gusta la divertida dualidad de su significado) que hay en Castellón. Durante años y años, fue un problema poderme vestir decentemente y acorde con mi espíritu. No podía tener eso que llaman estilo propio (dentro del/los estilo/s marcado/s por la moda). Ahora este tipo de tiendas están de SUPERMODA; es decir son negocio.

Actualmente existen diseñadores y fábricas de confección (principalmente en Catalunya) dedicadas a las tallas grandes. Ya se han comenzado a hacer desfiles de moda para presentar las colecciones (minoritarios, por supuesto) y los concursos de "Mis Supertalla" comienzan a ser noticia en el "Hola y semejantes".

Dado que me incumbe personalmente, es un tema que llama poderosamente mi atención cada vez que aparece en los medios de comunicación. Este preámbulo sirve para explicar mejor (creo) mi postura al respecto de lo que dices. No se puede hacer nada (o casi nada, por dejar un espacio a la duda razonable) que no siga consignas porque cualquier cosa que hacen más de dos se convierte en consigna (sobre todo y ante todo en cuestiones de estética).

Yo afirmo que no sigo la moda ni me gusta seguir caminos marcados, pero, al mismo tiempo, afirmo que todo lo que hago sigue una consigna. Ni tan siquiera puedes ser alternativo sin seguir consignas.

Si eres capaz de hacer algo único y original vendrán dos o tres que te seguirán y.....

No obstante, no está todo perdido; existe el matiz.

Eduard expresó también su opinión al respecto:

Yo sí que creo que se puede vivir sin seguir consignas --aunque es muy difícil y cansado. Creo que el secreto está en hacer lo que sabes que debes hacer; ni más ni menos. Que lo que hagas de acuerdo con ese criterio coincida o no con una manera de vivir o de ser que otra gente practica es irrelevante. El que decide por sí mismo tiene el privilegio de poder cambiar cuando lo considera útil o necesario --no tiene que dar explicaciones a nadie excepto a él mismo; los que hacen las cosas porque creen que es lo que tienen que hacer para pasar por ser algo o alguien están perdidos cuando su líder cambia de rumbo, o cuando la tendencia a la que ellos dedican todos sus esfuerzos de conformidad se desprestigia o pasa de moda --su situación entonces es patética.

Naturalmente, nadie decide por sí mismo, como si no le influyeran las opiniones de los otros, las modas y las tendencias. Pero decidir por uno mismo es reflexionar siempre, sin excepciones, por qué haces lo que haces; y nunca hacer nada que no hayas pensado antes que quieres hacer. Y claro, te puedes equivocar, y te equivocas. Pero te equivocas tú, no te equivocan los otros.

Supongo, Sonia, que con lo del matiz te refieres a esto que estoy diciendo.

Como consecuencia de la matanza en un instituto cercano a Denver, perpetrado por dos estudiantes que entraron cargados con armas y bombas, Ximo escribió:

Me he perdido: con cual de las opiniones aquí vertidas (en algún caso, nunca mejor dicho esto de "vertidas") encaja la afirmación de la Asociación Nacional del Rifle americana, a raíz de la última matanza en un instituto (unos quince muertos)????: "El problema no es que los adolescentes lleven armas a los centros, sino que no las lleven los profesores para defenderse" (aproximadamente sic )!!!!

Y Eduard se dio por aludido:

Pues con ninguna, porque de ella se puede inferir que se culpabiliza de la tragedia a los que no iban armados, y en nuestra discusión nadie defendió la obligatoriedad de ir armado.

Sin embargo, una vez destilada esa inferencia, la frase que citas recoge la esencia de lo que yo decía: que las armas son para defenderse en situaciones de peligro, y para nada más.

Fíjate en lo que pasó allí: entraron dos adolescentes armados no sólo con armas de fuego (un rifle de asalto semiautomático, 2 escopetas de cañones recortados y al menos una pistola), sino también con bombas (al parecer, llevaban algunas encima, otras las tenían en un coche y anteriormente habían introducido una bomba hecha con bombonas de propano, que habían dejado en la cocina). Se meten en el instituto. Empiezan a disparar, se pasean por los pasillos, buscan gente. Se pasan un buen rato. Y entre los centenares de personas que allí hay, nadie les planta cara, nadie los detiene, nadie les dispara. Están indefensos. Son muchos más, pero están aterrados. Los profesores más arriesgados ayudan a sus alumnos a esconderse. No estamos hablando de un francotirador apostado en una azotea fuera del alcance de la gente de la calle. Estamos hablando de un instituto, con aulas, pasillos y recovecos. No parece difícil, para un grupo de 5 personas por ejemplo, neutralizarlos. Pero para hacerlo hace falta no tener miedo, y para no tener miedo delante de asesinos armados, hay que ir armado (para empezar). Si un profesor, o dos, o tres, hubieran tenido armas, quizás hubieran muerto muchas menos personas. Aunque no es su culpa no tenerlas --nadie está obligado a llevarlas.

Por cómo ha sido esta vez, por el día en que fue, por la preparación con la que lo llevaron a cabo, por los antecedentes que tenían, y por su suicidio final, se puede deducir que los asaltantes no necesitaban que las armas fuesen legales --las hubieran obtenido ilegalmente (igual que las bombas que se entretuvieron a construir, más de 30, que no son legales). Y por desgracia, nadie pudo defenderse.

Saludos con tristeza,

Eduard.

PS. Como dije cuando discutimos el tema, si ya la venta de armas a personas adultas tendría que estar muy reglamentada, su venta a menores de edad lo tendría que estar todavía más. Y no digamos ya la venta de armas semiautomáticas --para poderlas comprar se debería demostrar una necesidad fundada.

Julio fue a ver "Cuento de otoño" de Erich Rohmer, y después de dar su opinión de la película (que se puede leer en el foro de cine) se quedó con una duda...

Y cuando le hice este comentario a una de las personas que me acompañaban, de origen francés, me dijo que lo estaba viendo desde el punto de vista español, ya que en Francia la gente *es* así (de madura y racional). ¿Será cierto?

...que Eduard no aclara en absoluto:

Hombre... Descartes nuestro héroe era francés, ¿no? Eso es un punto a su favor. Y las rotondas, y los cientos de hipermercados, la organización centralista y provincial... todo muy racional. Va encajando, va encajando... La petanca, un juego sin ningún azar... "Las amistades peligrosas", pura perversa racionalidad... La Pirámide del Louvre... Y no sé como es París porque no he estado... Pues por lo poco que sé de Francia, tu amigo tiene razón... 8-)

Saludos,

Eduard.

PS. Algún día, algún día empezaré a poner notas de ese libro tan bueno que leí hace tiempo sobre los patrones culturales americanos en comparación con los de otras partes del mundo (pero es que *aún* estoy sacando las notas, y me queda un montón de libro todavía). Pero respecto a las rotondas hacía un comentario un poco forzado, en mi opinión, pero muy interesante. Decía que el poco éxito que las rotondas habían tenido en EE.UU quizás reflejase la diferenciación en la manera de pensar entre americanos y europeos; en el continuo concreción-abstracción, los europeos puntúan mucho más en el polo de la abstracción que los americanos; estos últimos prefieren un estímulo claro al que puedan responder inequívocamente, antes que tener que plantear una representación de la realidad cada vez, antes de tomar una decisión. Por eso la rotonda no molesta al carácter europeo (antes de entrar en ella, el conductor tiene que observarla, comprobar si hay coches dentro y si le dará tiempo de pasar antes de que alcancen su punto de entrada --el proceso mental aquí para tomar la decisión es analógico), pero sí al carácter americano, que prefiere el cruce clásico, con semáforos o señales de STOP (aquí el proceso es digital --apagado o encendido, 1 o 0; no hay incertidumbre) [una observación personal que apoyaría esto: en EE.UU la regla para pasar en los cruces sin señales de STOP no es la que se aplica aquí (o sea, la de la preferencia por la derecha, que en cruces de 4 es ciertamente difícil de aplicar) sino que se pasa en orden de llegada --otra vez pensamiento analógico vs digital].

Toni tuvo la suerte de dar con dos reflexiones magníficas, y la gente de PBits la de que fuera tan amable de enviarlas:

Dos fragmentos sacados de "Paradise News" de David Lodge:

1.

"You don't have to go very deep into the philosophy of religion

to discover that it is impossible either to prove or to disprove

the truth of any religious proposition. For rationalists, materialists,

logical positivists, etc., that is a sufficient reason for

dismissing the entire subject from serious consideration. But

to believers a non-disprovable God is almost as good as a provable

God, and self-evidently better than no God at all, since without

God there is no encouraging answer to the perennial problems of

evil, misfortune and death. The circularity of theological discourse,

which uses revelation to apprehend a God for whose existence there is

no evidence outside revelation (pace Acquinas), does not trouble the

believer, for belief itself is outside the theological game, it is

the arena in which the theological game is played. It is a gift, the

gift of faith, something you acquire or have trust upon you, through

baptism or on the road to Damascus.

[...]

So everything depends upon belief. Grant the existence of a personal

God, the Father, and the whole body of Catholic doctrine hangs together

reasonably well. Grant that, and you can bat all day. Grant that, and

you can afford to have a few mental reservations about the odd doctrine -

the existence of Hell, say, or the Assumption of the Virgin Mary -

without feeling insecure in your faith. And that was what I did,

precisely - I took my belief for granted. I didn't seriously question

it, or closely examined it. It defined me. It explained why I was

who I was, doing what I did, teaching teology to seminarians. I didn't

discover that my belief had gone until I left the seminary."

El segundo es una cita del libro de Miguel de Unamuno "El sentido trágico de la vida"

2.

"In the most secret recess of the spirit of the man who believes that

death will put an end to his personal consciousness and even to his

memory forever, in that inner recess, even without his knowing it

perhaps, a shadow hovers, a vague shadow lurks, a shadow of a shadow

of uncertainty, and while he tells himself: 'There is nothing for it

but to live this passing life, for there is no other!' at the same

time he hears, in this most secret recess, his own doubt murmur:

'Who knows?...' He is not sure he hears aright, but he hears.

Likewise, in some recess of the soul of the true believer who has

faith in the future life, a muffled voice, the voice of uncertainty,

murmurs in his spirit's ear:'Who knows?...' Perhaps these voices are

no louder than the buzzing of mosquitoes when the wind roars through

the trees in the woods; we scarcely make out the humming, and yet,

mingled with the roar of the storm, it can be heard. How, without

this uncertainty, could we ever live?"

Eduard comenta al respecto:

Muy, muy interesantes, gracias mil por ponerlos. Que la fe y todo lo otro pertenecen a ámbitos distintos es un tema cierto y extraordinario por lo que puede suponer de paradoja, o de contradicción manifiesta. Lo digo especialmente por un sociólogo muy muy admirado por mí, Peter L. Berger. Se puede decir que sus libros son los que principalmente me han enseñado a pensar y me han hecho comprender (hasta donde la entiendo) la sociedad. Sus análisis sobre la sociología de la religión son casi definitivos, por verosímiles, profundos y elegantes. En su sociología no cabe un Dios no creado por los hombres para satisfacer sus necesidades esenciales. Y en cambio, es un creyente decidido. Cuando me enteré (él mismo lo explica en un apéndice a uno de sus libros) recibí una impresión muy fuerte. ¡Me cuesta tanto entenderlo! Pero es así --hay pocas cosas simples en este mundo, y desde luego el tema de Dios no lo es. Hace muy poco he recibido otra sorpresa muy grande, de una persona a la que quiero mucho, y que después de una vida de descreencia, necesita abrirse a la posibilidad de que existe un Dios, de que la vida tiene que tener un sentido si se quiere huir del absurdo de vivir para ir muriendo. Y Unamuno da en el clavo con eso de la pequeña duda, casi inaudible, en el fondo de nuestra conciencia.

JAFR> mingled with the roar of the storm, it can be heard. How, without

JAFR> this uncertainty, could we ever live?"

Esta idea también me ha gustado mucho. Quizás tenga razón, y si supiéramos con certeza que hay algo o que no hay nada, la vida perdería mucho de su encanto, o de su carácter no prescrito...

El descubrimiento en Marte de indicios de placas tectónicas similares a las terrestres indica que probablemente tuvo, en tiempos pasados, una atmósfera cálida, agua, y vida elemental...