La cocinera más famosa de todo el mundo, Yaya, çocinaba sus recetas secretas en "El restaurante elegante de España". Un día, la familia Garza entró en el restaurante. Su camarero se llamaba Desordenado. El abuelo pidió tapas. Desordenado regresó a la cocina y le pidió a Yaya “papas". Yaya peló las papas, las preparó con un poco de vinagre y queso y las cocinó al horno. Luego, sacó salsa fresca del refrigerador y la mezcló con las papas y un poco de limón. Todo era fresco.
Cuando Desordenado regresó a la mesa, la familia se sorprendió porque, aunque eran papas muy deliciosas, no eran tapas normales. La familia pidió comida. La abuela quería una ensalada de frutas sin melones. "No me sirva melones, porque soy alérgica", le dijo a Desordenado. La madre le pidió
·camarones y mariscos y dijo: "No ponga ni mantequilla ni aceite en ellos, por favor. No quiero comer muchas calorías".
El padre quería pollo sin huesos. El niño pidió un perro caliente y caldo. El abuelo dijo: "No me traiga nada". El abuelo estaba haciendo una dieta especial y no podía comer ni carbohidratos ni proteínas.
Desordenado regresó a la cocina y le dijo a Yaya que necesitaba galletas, melones y unos camarones con mantequilla. También pidió pollo con huesos extra y un perro calvo.
Entonces, Yaya preparó una ensalada de fruta con muchos melones y galletas. Encendió el fuego en la estufa y cocinó camarones en una olla. Tenía una receta para camarones en mantequilla. Batió la mantequilla con el ajo y los añadió. Mezcló una cucharada de pimienta con dos cucharadas de chile, las añadió al pollo y lo cocinó todo al horno. Cuando terminó, ápagó el horno y añadió más huesos al plato para el hombre raro que quería más huesos en el pollo. También preparó un perro calvo.
No tenía una receta para perro calvo. Por eso, preparó un perro caliente sin pan. Por fin, Desordenado regresó a la cocina. Puso el pollo en el microondas porque ya no estaba caliente. Le sirvió la comida a la familia. Toda la familia se comió esa comida extraña. Era la comida más deliciosa que habían probado en toda su vida. Pero pocos minutos después, la abuela no podía respirar bien porque había comido melones. El papá tosía y tosía porque tenía un hueso en la garganta.
Desordenado llamó a una ambulancia y dijo: "Es el restaurante Elegante de España otra vez. Tenemos más víctimas". Al día siguiente, cuando la familia salió del hospital, todos tenían hambre. Decidieron regresar al restaurante Elegante porque allí habían comido la comida más deliciosa de toda su vida.