Repaso 1.2

Dora la entrenadora

Dora era entrenadora de un equipo de fútbol. Estaba muy triste. El equipo nunca había ganado. Siempre perdía. Nunca había ganado el premio. Nunca había jugado en el campeonato. Una vez una de las jugadoras metió un gol y el partido terminó con un empate, pero por lo general, el equipo nunca metía goles. Resultó que por tercera vez quedaron en último lugar en la liga. La entrenadora Dora casi se vuelve loca. Se puso muy agitada porque prefería ganar. El equipo tenía dos aficionados muy buenos. Apļaudieron al final, pero una vez la entrenadora vio que hasta ellos se aburrieron y aun se durmieron durante el partido. Dora se moría de frustración.

Dora salió a buscar una solución. Primero, fue a ver al mejor atleta que conocía, Armando Diego Donamara, el famoso futbolista ecuatoriano. Le pidió consejos. Armando Diego le dijo a Dora que era muy importante comer muchos espaguetis. La entrenadora Dora se puso alegre porque por fin tenía una solución. Regresó a su equipo y les dio espaguetis a todas las jugadoras. Los comieron al desayuno, al almuerzo y a la cena. Pero después de un año el equipo todavía estaba en último lugar en la liga.

Al año siguiente Dora salió otra vez a buscar una solución. Fue al concurso de belleza Señorita Universo. Era una competencia muy grande. Dora pensaba que la ganadora de esa competencia tendría una solución para atletas que no pueden ganar. El público aplaudía porque Silvia, la reina, acababa de ganar el premio de un millón de dólares. Ella estaba muy ocupada porque tenía que hacer millones de entrevistas. El presentador estaba furioso porque había tantas personas que querían entrevistar a Silvia antes del final del concurso de belleza. El prefería terminar su comentario antes de las entrevistas. La entrenadora Dora interrumpió las entrevistas y le pidió consejos a la reina del concurso de belleza. El presentador se enojó y salió. Dora le preguntó a Silvia: "¿Por qué cree Ud. que ganó?"

Silvia respondió: "Tengo una familia que me apoya. Tengo aficionados fenomenales. Tengo un público que me aplaude. Es todo lo que necesito".

La entrenadora Dora se puso muy alegre. Les dijo la solución a sus atletas. Todas invitaron a sus parientes y amigos. Al poco tiempo tenían un público grande. Compitieron muy bien. ¡Ganaron uno de sus partidos con un tanteo de 2–0! Aunque no eran las campeonas del campeonato, las jugadoras se pusieron muy emocionadas porque por primera vez no quedaron en el último lugar. También tenían cientos de aficionados aplaudiendo y gritando en cada partido.

Ahora Dora se moría de emoción.