La máquina del pensamiento

Fecha de publicación: Apr 28, 2012 10:32:30 PM

La revista Redes para la Ciencia, de Eduard Punset, recogía el mes pasado una interesante noticia que parece ciencia ficción, pero no lo es. En un futuro, la neurociencia podría ser capaz de escuchar los monólogos internos constantes que tienen lugar en la mente, o escuchar el discurso imaginario de un paciente con derrame cerebral o con incapacidad para hablar, según un equipo de la Universidad de California, en Berkeley.

Los científicos han logrado descifrar la actividad eléctrica que se produce en la sede del sistema auditivo, el lóbulo temporal del cerebro, cuando una persona escucha una conversación. Sobre esta base que relaciona el sonido y la actividad cerebral, fueron capaces de predecir las palabras que los sujetos habían oído. "Esta investigación se basa en los sonidos que una persona escucha realmente, pero para usar esto en una prótesis, estos principios deben aplicarse a alguien que está imaginando un discurso", advierte Brian N. Pasley, investigador del estudio publicado en la revista PloS Biology.

Los análisis han demostrado que cuando se les pidió a las personas que imaginaran decir una palabra, se activaban las mismas regiones cerebrales que cuando la persona la pronuncia. Hasta ahora, los avances científicos han conseguido con éxito que un paciente pueda mover un ratón o una prótesis mecánica con la actividad cerebral, pero para los autores de este estudio es sencillo comparado con la reconstrucción del lenguaje. Para este estudio se usaron 256 electrodos que medían la actividad cerebral en pacientes.

Aprovecho esta noticia para incluir la tercera parte de El Mal del Cerebro, un documental que viaja al centro del cerebro. Puse una noticia hace tiempo sobre las dos primeras partes, ya que aún no había salido la tercera. Hay más información sobre el documental. En la web de lainformacion.com tenéis la posibilidad de ver las tres partes por separado, o el documental completo (1h 03 min). Según el director del documental, han mejorado las imágenes y perfeccionado el documental para la presentación del vídeo completo.

Fuente:

Número 25 de la revista Redes para la Ciencia