Yohn Terán: “El Dylan es una dramaturgia necesaria”
La primera vez que “La Dylan” fue Andrea lucía un vestido y botines negros. Ella era trans y los prejuicios eran los únicos ojos que la miraban.
En 2014 fue asesinada en la población Pablo Neruda. Primero fue quemada en el rostro con ácido y luego acuchillada. Esta es la historia de El Dylan, una pieza del dramaturgo chileno Bosco Israel Cayo, dirigida por Yohn Terán para el 8vo Festival de Jóvenes Directores que celebra el Trasnocho Cultural.
Salomón Adames, Verónica Arrellano, Gladys Seco, Jeizer Ruiz, Zair Mora y Marcello Saltrón son los actores que dan vida a esta historia que tiene un final inesperado y es una forma de decir que no todo es lo que parece.
Una obra basada en hechos reales, una puesta en escena que muestra esa otra cara de la sociedad, cuando las personas creen que ser transexual es una enfermedad y la justicia es una utopía.
El vestuario de la pieza está a cargo de Marisol Martínez, mientras que las coreografías bailadas para darle transiciones a la historia son de Luis Ledrick bajo los arreglos musicales de Mario Becerra.
Yohn Terán decidió que “El Dylan” era la propuesta ideal para participar en el festival porque considera que es “una dramaturgia necesaria”.
“Elegí esta pieza porque considero que el festival es un espacio ideal para presentar propuestas que nos muevan, nos hagan sentir identificados. Es una ventana que funciona para denunciar y evidenciar temas como los que plantea El Dylan. Es una dramaturgia joven, contemporánea y necesaria que como joven creador me mueve (...) Es el tipo de obras que me gusta ver y que creo hacen falta en nuestro país”, dijo el artista.
El joven considera que piezas como El Dylan puedan hacer reflexionar a la sociedad sobre la discriminación y violencia contra la comunidad LGBTIQ+.
“Esta obra nos demuestra de manera testimonial lo terrible que es estar envuelto en una situación de odio, no aceptación por el otro, (...) cómo en una sociedad que no está preparada y educada en estos temas puede ser tan cruel con alguien que solo quiere abrazar quien es realmente. Es un llamado de atención a la educación, los medios, al Estado, quienes también forman parte de lo que pasa pero que no se dice, sobre todo en nuestro país. Así como pasó en Chile, pasa aquí en Venezuela y nadie se entera. Es una obra para todos porque todos formamos parte de esto”, mencionó el director.
El artista piensa que si el arte no puede cambiar a la sociedad, al menos puede hacerla más sensible, abierta y consciente sobre temas cotidianos pero que parecieran aún un tabú.
“El arte es la mejor herramienta de comunicación. Desde su belleza y frontalidad tiene el poder de hacernos cuestionarnos y pensar”, sentenció.
Sobre Venezuela
La ONG Unión Afirmativa publicó en octubre del año pasado un informe para señalar que en el país persiste la discriminación hacia la comunidad LGBTIQ+. El documento resalta que el 76,9% de los 4.728 encuestados han sido víctima de discriminación por ser de la comunidad LGBTIQ+, siendo los principales afectados los hombres gay (95,2%), las mujeres bisexuales (90%), personas no binarias (85,7%), personas trans masculinas (85,7%), mujeres lesbianas (82,6%), hombres bisexuales (42,9%) y trans femeninas (42,3%).
