01/03/23

Cuando el dolor se refugia en los libros

Por Crisbel Varela

¿Qué queda del inocente cuando arrugan su alma?


¿Qué queda cuando te arrebatan la inocencia?


Una joven es vendida por su padre a un militar, bajo la promesa de no consumar su unión hasta que “se convierta en mujer”. 

Foto: Gleybert Asencio

Esto es parte de lo que cuenta La muchacha de los libros usados, una jóven que relata su vida a través de otras historias, quien se refugia en cada página para aislar infructuosamente sus recuerdos más dolorosos. Entre ellos que un día su cuerpo comenzó a cambiar, la tormenta roja había llegado y con ella el depredador atacó lastimando cada poro, su ser, lo físico.

Una hija entregada en las manos de un depredador como si fuera un objeto sin valor alguno. “Cuando en el recuerdo encuentro algo…lo olvido”, dice la protagonista en una de sus escenas para corroborar como duelen sus memorias.

Foto: Gleybert Asencio

A la muchacha de los libros usados se le quitó la inocencia, el poder de decisión y la libertad.


La historia nos presenta a un padre machista, un esposo despiadado y maltratador. En contraparte una madre que físicamente está, pero que su alma ha sido tan vulnerada que no hay vida, no hay voz, no hay espíritu. Solo le pide a Dios que la ampare.

Foto: Gleybert Asencio

El maltrato hacia la mujer como a los niños, niñas y adolescentes, la opresión, la trata de personas, el machismo, son parte de los problemas sociales que abarca la pieza de Arístides Vargas, dirigida por Frank Coello para el 8vo Festival de Jóvenes Directores del Trasnocho Cultural.


Karen Rosales, Jayler Romero, Anabella Giménez y Paul Gamez le dan vida a esta pieza de una forma poética y en un escenario que por sí solo describe a una sociedad machista que pone por debajo a la mujer, representado con la joven y la esposa de un militar actuando desde el piso, en la parte baja del escenario construido.

Foto: Gleybert Asencio

A pesar que físicamente la protagonista siempre se ve como una niña, cuando la historia comienza dice que tiene entre 14 y 54 años, siendo esta, tal vez, una manera de decirle al público que la violencia contra la mujer o hacia cualquier persona sin importar su género es una realidad que puede ocurrir a cualquier edad. Al mismo tiempo un recurso del autor para señalar que en el sufrimiento del personaje, ella se quedó mentalmente en esa edad. 

Foto: Gleybert Asencio

La esencia del director, Frank Coello, está presente desde que el público entra a la sala, con libros en cada silla que el espectador puede llevarse a casa al final de la función.


El vestuario a cargo de Daniel Pereira es un arte sutil y la iluminación de Shonny Romero es un juego con la sensibilidad de los presentes, que en conjunto con la fotografía de Kike Acuña hablan por si solas.

Foto: Gleybert Asencio

La obra está inspirada en la vivencia que tuvo Arístides Vargas cuando el autor y director argentino llegó a finales de la década de los años 70 a Quito, conoció a una chica que vendía libros usados y supo de su vida por relatos de sus amigas. Veinte años después la escribió.


Vargas escribió piezas como "Nuestra señora de las nubes", "La edad de la ciruela" y el "El deseo más canalla".

Foto: Gleybert Asencio