04/06/23

Amaká Colectiva cumple 15 años y danza para concientizar sobre la violencia contra la mujer 

Por Crisbel Varela

“A cada minuto, de cada semana

Nos roban amigas, nos matan hermanas

Destrozan sus cuerpos, los desaparecen

No olvide sus nombres, por favor, señor presidente”.

-Vivir Quintana

Mayel Hernández o Ángela Aguirre, otro nombre, otro apellido, nombrarlas no es suficiente para hacer justicia. No dejar de nombrarlas nos recuerda que el  grito de lucha debe ser más fuerte. Ellas murieron, fueron víctimas de distintos actos violentos que terminaron en femicidio. 

Foto: Gleybert Asencio

"Frutos extraños" es una pieza de danza y teatro que te lleva por instantes al dolor que desencadena la violencia; te sumerge en el llanto, la ira, impotencia. Es denuncia y un mar de sensaciones que te llevan a la reflexión desde un punto de vista muy artístico, femenino y sensible sobre un tema arduo: La violencia contra la mujer. 

Foto: Gleybert Asencio

Movimientos fuertes en los cuerpos de mujeres que con cada trazo en sus pies descalzos denuncian, gritan e invitan a empatizar. 


La obra, escrita por Indira Carpio Olivo y Oriana Orozco, consta de ocho actos que escenifican la realidad de violencia que viven las mujeres en todo el mundo, una problemática social que se viene normalizando y que desde distintas organizaciones y movimientos feministas intentan visibilizar. Una realidad que en Venezuela se enfrenta con cifras oficiales escuetas, con casos desconocidos e impunidad.

Foto: Gleybert Asencio

Marcela Lunar, directora, bailarina, intérprete y actriz; Sain-Ma Rada, bailarina -intérprete y actriz; y Berna Rodríguez, bailarina - intérprete y comunicadora social, son quienes dan vida a la pieza. "Frutos extraños" se presentó el pasado 20 de mayo en el Centro de Arte Los Galpones, en el marco de los 15 años que cumple Amaká Colectiva.

Foto: Gleybert Asencio

Amaká es una compañía de danza contemporánea, poética y teatral fundada en el año 2008. “Explora las expresiones artísticas combinadas, en una suerte de mosaico giratorio entre danza, teatro, artes plásticas, música, literatura y cine, germinados siempre desde la construcción colectiva”, señala Marcela Lunar, directora del grupo de mujeres artistas.


Esta función fue una mirada especial con la participación de la artista plástico y activista Malu Valerio, quien acompañó con la reinterpretación de su obra plástica desde una mirada feminista.

Foto: Gleybert Asencio

La artista Saint-Ma Rada dice que la pieza con la que celebraron sus 15 años habla de las mujeres y con esta obra buscan “tocar fibras que no se pueden tocar de otra forma”.


“Creo que el arte tiene el poder de conectar con otros lugares que están en el inconsciente (...) Yo creo mucho en la poesía como forma de manifestarnos porque siempre hay algo que toca en imagen, palabras, sensación, y creo que el arte tiene el poder de la estética, de la poesía, un arte sin poesía no es arte”, comentó sobre la pieza.

Foto: Gleybert Asencio

La bailarina Marcela Lunar dice que la historia trata sobre “las violencias invisibles que atravesamos no sólo como mujeres sino como sociedad. Es una obra  de danza teatro donde vamos narrando algunos episodios desde la infancia hasta la adultez”.


“Como artistas creo que hacer esta obra nos moviliza en origen, en raíz, interiormente y eso nos hace reconocer lo que está mal en nuestra sociedad. Nos lleva  a transformarnos y en ese mismo diálogo nacional invitamos a quienes nos acompañan a generar reflexión, hacerse preguntas, mirar desde otro lugar la violencia que normalizamos y que nos atraviesa como sociedad”, señaló.

Frutos extraños: Poesía y denuncia

"Frutos extraños" remite a la canción de Abel Meeropol, inmortalizada por Billie Holiday, explicó Indira Carpio, quien escribió la pieza junto a Oriana Orozco.

“Marcela Lunar llamó a Oriana y ella a su vez me llamó a mí. En ese momento planificábamos transformar el poemario que hiciese, con el mismo nombre, en obra de teatro (cosa que hice con mi siguiente obra de teatro llamada Malamadre... sí, es un poco enredada la historia). La idea fue esa, transformar Frutos extraños, el poemario, en obra, pero al final no se dio. Hicimos una nueva propuesta, con el mismo nombre. Frutos extraños remite a la canción de Abel Meeropol, inmortalizada por Billie Holiday, cuyo trasfondo cultural habla del racismo en EEUU y los linchamientos contra la población afrodescendiente, a comienzos del siglo XX. El genocidio contra ciertos pueblos históricos es motivo de estudio y repudio; no así el genocidio sostenido, mantenido y promovido, del sistema patriarcal contra las mujeres. Las mujeres guindamos de los árboles, ya no como frutos prohibidos, sino como frutos a punto de caer, como advertencia contra la sublevación”, relató la escritora.

Foto: Gleybert Asencio

Carpio considera que Amaká Colectiva sobrepasó sus expectativas sobre lo que su texto podría ser en escena.


“La genialidad de la dirección y de la interpretación corre en manos de las mujeres que llevan a cabo la pieza, eso ni se discute, y aunque una la escribió y la visualizó, la sorpresa del montaje siempre te llega, se instala y te golpea. Siento que es una nueva, cada vez que la veo. Claro que me la imaginé, pero ellas sobrepasaron mi imaginación”, mencionó.

Foto: Gleybert Asencio

La escritora está convencida de que el arte es una forma de visibilizar distintas problemáticas sociales, porque tiene otra forma de llegar a las personas.


“El arte llega de otra manera y hace contacto con el inconsciente colectivo, el alma de los pueblos, y esto no niega que hablemos de un contenido difícil de digerir, lo que comporta un reto para quienes ejecutan la pieza, porque la audiencia pareciera especializada, aunque no lo es, porque el contenido puede parecer chocante, aunque no lo es, porque puede ser violento, aunque lo que hace es expresar las capas sociales de una cultura de la violación, del sometimiento, la cosificación de las mujeres, que siendo cosas, se pueden apretar como al papel, botar, como al papel, quemar, estrangular, matar, desaparecer. Eso hace la cosificación, las convierte en objeto, prescindible”, sentenció.

La realidad

En Venezuela las cifras oficiales en realidad son escuetas, según denuncian organizaciones no gubernamentales y movimientos feministas. Ante esta falta de datos, desde el Centro de Justicia y Paz (Cepaz) y organizaciones como Utopix, se han encargado de llevar un registro con los casos, expuestos mes a mes.


Utopix, por ejemplo, señaló que en el primer trimestre del año se registraron 47 femicidios.

Foto: Gleybert Asencio

"Frutos extraños" presenta algunos casos conocidos y publicados en medios de comunicación, otros de conocidas cercanas a las artistas. 


“Los casos no fueron seleccionados, fueron vomitados, no son los suficientes, no son todos, porque como sabrás, más tardo en responder esta entrevista que un hombre en matar a una mujer por razones de poder. Ellos pueden, lo hacen y no hay justicia”, lamentó.