Sin ternura "el amor no se ve"

Por Crisbel Varela

¿Qué nos lleva a sentir ternura? Tal vez la inocencia, un detalle inesperado, lo genuino, eso que no podemos explicar pero nos sacó una sonrisa.

¿Puede existir ternura en medio de las diferencias? La obra de Alfredo Sanzol le da esta respuesta al público a través de la comedia.

La Ternura, una pieza dirigida por Basilio Álvarez busca llevar al público por un viaje de risas y reflexiones, donde precisamente las diferencias entre hombres y mujeres son el hilo conductor de una historia que además aborda temas como la opresión, el amor, las relaciones y cuestiona si en realidad es el mismo ser humano quien hace todo más complicado de lo que parece.

Foto: Gleybert Asencio

Una reina y sus dos hijas (las princesas Salmón y Rubí) cansadas de los hombres ante la opresión y una sociedad donde la mujer siempre tenía el segundo lugar (época de Felipe II) deciden marcharse a una isla desierta, pero al llegar a su nuevo destino se tropiezan con tres hombres que no estaban en sus planes y que, según ellos, odian a las mujeres.

Carmen Terife es la reina Esmeralda y describe a los hombres como seres indiferentes, que solo traen sufrimiento. “Mis años han sido testigos de la carga que han supuesto los hombres para mí. Su voluntad se ha impuesto sobre la mía. Mis opiniones han pasado siempre a segundo plano. Cuando ellos han hablado por turno a mí me han asignado el turno del silencio. Cuando de forma natural han brotado mis lágrimas han sido objeto de su burla”, reclama la reina en uno de sus fragmentos.

Foto: Gleybert Asencio

Mientras tanto, los tres hombres (padre e hijos) de la isla tenían 20 años sin ver mujeres.

Marcos Moreno es el leñador Marrón, padre de los leñadores Azulcielo y Verdemar, quien le decía a su hijo menor (quien no recordaba cómo eran las damas) que las mujeres eran una especie de monstruo con dientes afilados y garras.

“Hemos vivido felices sin las voces agudas, los cambios de humor, las preguntas incomprensibles y los llantos súbitos. Nadie ha querido cambiar nuestro carácter ni nadie ha querido que adivináramos sus pensamientos”, es parte de lo que dice en la pieza el leñador Marrón.

Foto: Gleybert Asencio

Bajo estas diferencias muy marcadas al comienzo de la historia, la ternura hace de las suyas para unir a los hijos de ambos personajes, aún cuando las damas se hacen pasar por soldados al llegar a la isla ante el temor de descubrir que habían huido de los hombres para volver a encontrarse con estos.

Conflictos familiares como el temor de los padres a que sus hijos sufran, los prejuicios presentes, la duda por lo desconocido, engloban el resto de la pieza en la que se aprecia la influencia del teatro de William Shakespeare.

Foto: Gleybert Asencio
“El espectáculo se llama La Ternura porque habla de la fuerza y de la valentía para expresar amor. La ternura es la manera en la que el amor se expresa. Sin ternura el amor no se ve. La ternura son las caricias, la escucha, los pequeños gestos, las sonrisas, los besos, la espera, el respeto, la delicadeza. Una sociedad sin ternura es una sociedad en guerra. Por eso si no eres tierno por mucho que le digas a alguien que le amas te arriesgas a que te diga: ¡Pues no se nota!”, es el pensamiento de Sanzol, ante el éxito de la pieza en Madrid y que ahora llega a Caracas. La escenografía de Ramón Pérez da a la obra el contexto de la isla, dejando algunos aspectos a la imaginación del público que causan gracia durante la puesta en escena.El vestuario estuvo a cargo de Raquel Ríos Castro, mientras que la iluminación de Valentina Sánchez ambientada en conjunto con la escenografía hicieron un juego complementario que lleva al espectador a estar inmerso en la historia. Marcos Moreno, Carmen Terife, Daniel Rodríguez, Ani Lozada, Guido Villamizar e Ivanna Cordido actúan en la obra que podrán disfrutar en los espacios de Trasnocho Cultural, viernes y sábados a las 4:30 pm / domingos a las 4:00 pm.
Foto: Gleybert Asencio

Publicado originalmente en 800Noticias