El Teatro de la penumbra cumple 15 años “destruyendo” para crear
“Destruyendo para crear”, experimentando con el poder del cuerpo, los movimientos, lo que se dice con las manos, el caminar, desde la mirada. Esta es una forma de describir el trabajo que hace sobre las tablas el Teatro de la Penumbra, agrupación que este 16 de noviembre cumple 15 años de trayectoria.
La agrupación teatral, creada por estudiantes de la Escuela de Artes Visuales “Cristobal Rojas” nace en el 2007 “bajo la idea de indagar -inconscientemente- en el hecho plástico, estético, del estudio de la forma”. “Nos centramos en la estética de cada pieza teatral como un elemento vivo que tiene un protagonismo importante dentro de la obra, un sentido, la metafísica”.
Andreína Polidor, directora del Teatro de la penumbra, relató que un día la invitaron a la plaza Parque Carabobo. Los rumores señalaban que se encontrarían en ese lugar para formar un grupo de teatro de la Cristóbal Rojas.
“El chico era un estudiante más y se decía que conocía la técnica de Stanislavski. Yo sin la menor idea de lo que eso significaba me acerqué, ya que la mayoría de mis amigos iban. Fue una reunión informal, todos alrededor de un banquito, entre sentados y de pie y el chico de la propuesta hablaba en el medio de todos sobre su idea. No recuerdo lo que dijo, solo recuerdo dos imágenes: La primera es que, al pasar los 20 minutos de su discurso, algunos empezaban a retirarse hasta quedar unos pocos. Diría que de 20 quedaron cinco o seis. La otra imagen es que no sé cómo pasó, pero ya a la media hora era parte de aquella idea. La curiosidad de hacer teatro me embargó desde el principio, me aventuré con el alma”, dijo Polidor. Ese día fue el 16 de noviembre de 2007.
Los jóvenes pensaron que el Teatro de la penumbra sería solo una idea entre estudiantes, que todo culminaría al graduarse de la Cristobal Rojas (su sede en ese entonces), pero meses después consiguieron un espacio en el Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas.
Durante su etapa en la Cristóbal Rojas montaron piezas como “Casa de payasos” y “Entrevista con el vampiro”. Además de un híbrido entre performance y piezas breves de teatro.
Al Laboratorio llegaron en el año 2009 y consideran que fue “un regalo hermoso del destino”. “Allí no solo hicimos nuestro primer taller de teatro y nos reconocimos como grupo de teatro desde la técnica, sino que también aprendimos del respeto, compromiso y amor que se le debe al oficio teatral”.
Durante un tiempo, integrantes ingresaron y salieron del grupo, el Teatro de la Penumbra no se había centrado en ninguna investigación en específico, hasta la actualidad que se dieron la tarea de enfocarse en lo postdramático, el distanciamiento, la danza, el Teatro de la crueldad, y el trabajo psico-físico del actor.
“En la actualidad tenemos la mirada y dedicación en la creación de obras teatrales, puestas en escena que sean reflejo de interrogantes aún abiertas sobre el comportamiento humano, el poder, la muerte, y las múltiples transformaciones de un ser que vive en sociedad. Lo que hay debajo, el tejido que sostiene cada acción y elemento dispuesto sobre la escena. Es el resultado de un minucioso proceso de investigación y exploración sobre el arte de la interpretación en sí misma, el cuerpo como fuente de imágenes y emociones que invitan al espectador a establecer un vínculo con lo que observa, a encontrarse dentro de la mirada de los actores”.
Con 15 años de trayectoria el Teatro de la penumbra “ha logrado un lenguaje estético, visual y actoral que pone en tela de juicio todos los aspectos que componen una obra de teatro. Lo redimensiona. Por esto y por otros aspectos la penumbra ha sido reconocido por su trabajo e investigación y ha logrado una consolidación como compañía teatral, que hoy en día no solo se dedica hacer obras teatrales, si no que ha podido indagar también en el lenguaje audiovisual y en la creación de una metodología de enseñanza”.
Piezas teatrales
La agrupación ha venido creando obras que adentran al espectador en la oscuridad de sus mentes, para cuestionarse sobre la muerte y sobre la vida. En 2021 presentaron al público Ana y la muerte, escrita y dirigida por Andreina Polidor. En 2022 llevaron a las tablas de Rajatabla This is Salem, que ya se había presentado anteriormente en 2020.
This is Salem también fue presentada en la calle, en la acera donde está ubicado el Laboratorio teatral Anna Julia Rojas, en el marco de su 51 aniversario y ahora vienen nuevas presentaciones en Rajatabla.
“En el Teatro de la penumbra hemos reinterpretado teóricos cómo Grotowski, Brecht, Müller, Artaud y Kantor; pienso que son planteamientos completamente mutables, y que exactamente esa natural mutabilidad de las ideas es lo que buscamos, el hecho de destruir teorías y expresiones artísticas -aquellas inmutables y aquellas libres- al final se convierte en un deshuese que nos guía a una transformación estética desde la raíz, profunda e interna. Esta idea de destrucción ocurre en todos los aspectos de la composición de una obra, en el caso de la dramaturgia, con el ejemplo de (...) Arturh Miller con Las Brujas de Salem y nuestro resultado de una deconstrucción total de aquella majestuosa pieza, This is Salem”.
El Teatro de la penumbra ganó diversos premios este año de la Fundación Isaac Chocrón en distintas categorías: Actriz femenina para Bethania Yánez, mejor producción al grupo que interpretó la pieza, conocido como Teatro de la penumbra y en autor escénico para su directora Andreina Polidor.
Hoy celebran 15 años de trayectoria, cultivando su arte y mostrándolo al público en las tablas, pero también dando talleres para dar a conocer sus procesos.
“Con el paso del tiempo, en la penumbra hemos descubierto que el principio de toda destrucción comienza por nosotros mismos, hay que derrumbar y desnudar todas las ideas que rondan por el mundo como únicas y verdaderas, destruir todo aquello que parece inquebrantable y asesinar aquellos ideales que se han convertido en prisiones, solo así podremos dar pie a la destrucción del conocimiento, de las formas y estructuras”.