16/08/23

Tío Vania, una pieza para cuestionarse cuál es el sentido de la vida 

Por Crisbel Varela

¿Cuál es el sentido real de la vida?, ¿a qué venimos al mundo?, ¿tiene la vida algún propósito?, ¿qué nos hace felices?, ¿dónde quedará la humanidad? Estos son algunos de los cuestionamientos a los que nos lleva Tío Vania, una pieza del ruso Anton Chéjov dirigida por Francisco "Pancho" Salazar.

El jardín y la sala de una casa se convierten en el escenario de Tío Vania, un texto que desde situaciones cotidianas y confrontaciones puede llevar al espectador a profundas reflexiones bajo la historia de una familia que vive en una finca y que recibe la visita del profesor Serebriakov y su esposa Elena. Lo que no será cualquier encuentro, sino uno que cambiará sus rutinas y no los dejará dormir entre los problemas y los pensamientos. 

Foto: Gleybert Asencio

La historia transcurre entre las visitas constantes del médico de la familia, que serán el detonante de los distintos conflictos presentes en la obra.


Todos se cuestionan si lo que hacen con su vida a diario realmente les hace feliz. Es un texto que refleja la infelicidad de quienes se viven preguntando ¿qué pasaría si dieran un cambio a sus vidas? Pero que prisioneros del miedo y la cotidianidad, se quedan siempre en el mismo lugar, bajo la monotonía segura.

Foto: Gleybert Asencio

Humberto Ortiz,  Marisela Montiel, Marco Villarrubia, Manuel Villalba, Mónica Cardenas, Roberta Zanchi, Gladys Seco y Teo Gutiérrez, dan vida a esta historia llena de cuestionamientos, donde el tiempo y la vejez también son temas presentes en la historia.

Foto: Gleybert Asencio

El primer acto de la obra se desarrolla en el jardín, donde el médico llega de visita tras ser llamado para atender al familiar que iba camino a la finca. A partir del segundo acto las escenas se desarrollan en la sala, donde la mesa de comedor, un mueble, algunas sillas, un cuadro de Bolívar y las lámparas que hacen lugar en la casa, se convierten en la escenografía de Tío Vania, dando una sensación al público sentado en la misma sala, de estar inmersos en cada uno de los conflictos que parecieran situaciones muy cotidianas, cuando en realidad el interior de cada personaje, sus angustias, son la representación de la desesperanza.  

Foto: Gleybert Asencio

La música, interpretada por los mismos actores en escena, le da a la pieza un toque personal, manteniendo una esencia acogedora en medio de las penas que vive cada personaje, sumergidos en la fe de la felicidad en la siguiente vida. 


En palabras del director, Francisco “Pancho” Salazar, montar Tío Vania, que se presentó por primera vez en 1.900 bajo la dirección de Konstantín Stanislavski, es en la actualidad una aventura llena de riesgos. 

Foto: Gleybert Asencio

“El acto de montar el Tío Vania de Chéjov ha sido al mismo tiempo una aventura lúdica y un reto repleto de riesgos, también ha sido en su génesis un acto de afecto tanto hacia el ejercicio del teatro como al de las relaciones con los compañeros de trabajo. Cuando hablamos de una aventura lúdica, que no deja de ser también un riesgo, nos estamos refiriendo a la búsqueda de las vetas de humor que atraviesan de manera subrepticia el entramado trágico inherente a los personajes del drama”.

Foto: Gleybert Asencio

La pieza se ha presentado desde el pasado 15 de julio y tendrá funciones hasta el 20 de agosto. La locación es privada y quienes deseen pueden hacer su reservación aquí

Foto: Gleybert Asencio