14/07/23

¿Cuándo será la vez de la bestia?

Por Crisbel Varela

Rutinas condenatorias que por momentos nos hacen olvidar que la vida tiene un poquito de sentido en esas pequeñas cosas que ignoramos viendo el reloj, que nos transforman en bestias olvidando que tenemos una razón de ser. Una que no tiene que ver con el dinero o las cosas materiales, sino eso que nos llena el alma. 


¿Cuándo será la vez de la bestia? Ese momento en que salgamos de la rutina para ver qué somos y cómo nos sentimos realmente. 


¿Cuándo llegará el momento de dejar salir a la bestia? Admitir que hay algo en nuestro interior que no nos deja dormir, que nos mantiene pensantes.


Pareciera que la rutina nos llevara siempre al mismo lugar: La bestia. 

Foto: Gleybert Asencio

“Todos observan a la bestia caminar al trabajo, con un fulgor que reduce su caminar lento, pesado y sin sentido. Necesita soledad para permanecer tranquilo en su pantano, pero no hay oportunidad para la bestia, pues el tiempo le falta, le sobra el trabajo”. Como si estuviera describiendo a nuestra sociedad actual, Andreina Polidor escribió sobre Traspunte, un hombre que vive en una rutina condenatoria, una vida que no es vida, hasta que un día algo sucede. Esos pensamientos que acompañan a cada quien en su soledad lo transforman. 

Foto: Gleybert Asencio

“Entonces quizá, si es un poco hombre, a veces, cuando se monta en el tren para llegar al sitio donde menos desea llegar, cuando llega a su trabajo sudado por el viaje de una hora y media, tiempo suficiente para morir varias veces de diferentes maneras, para abandonarse en la sepultura de lo que somos realmente, para quererse bestia y sucumbir en eso como quien lo hace por amor. Como una madre con su hijo, sin pedir mucho a cambio”, dice el texto sobre la bestia de la que hablaremos hoy.

Foto: Gleybert Asencio

Leomar Aponte interpreta a Traspunte en La vez de la bestia, una historia donde la fantasía lo llevará a la vida de Makaria y Melione, las hijas del Dios Hades y Perséfone, a quienes el actor también les dará vida. “Ellas están encerradas en el infierno deseando salir de allí y encontrarse con su bestia, abandonar lo que son, ese vagar constante de la muerte”.


La vez de la bestia es la nueva obra del Teatro de la Penumbra, escrita y dirigida por Andreina Polidor. La pieza se estará presentando a partir del 14 de julio en los espacios del Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas.


La directora escribió la obra hace casi dos años, después de estrenar Ana y la muerte y siguiendo la línea que lleva el Teatro de la Penumbra, estrenarán una pieza que como las anteriores pueden trasladar al público a una oscuridad poética que se caracteriza por la reflexión de una forma abstracta. 

Foto: Gleybert Asencio

“Tardé tres meses en escribirla (...) La vez de la bestia la escribí hace casi dos años, justo después que estrenamos Ana y la muerte. Quedé con muchas ganas de escribir y desde hace tiempo estaba rondando una historia en mi cabeza, una imagen: Makaria y Melione como las princesas del inframundo, hijas de Hades y Perséfone. La idea de que esas niñas vivían atrapadas en el infierno. Luego el eclipse de la bestia, esta imagen que la investigué mucho, como muta esta bestia del día a la noche. A partir de allí comencé a desarrollar la historia. Al principio habían más o menos seis personajes, y finalmente la última versión del texto terminó siendo un monólogo, aunque el texto indica que lo pueden montar tres actores o menos”, indicó Polidor. 

Esta pieza solo dura 35 minutos, cargados de un teatro físico lleno de instantes que te pueden llevar de un estado emocional a otro al empatizar con el personaje, que está inmerso además en una cueva que no es más que la metafora de su interior, que es un hogar en el que todo es a blanco y negro, caracterizando en el montaje el movimiento expresionista para distorsionar la realidad como lo hace Traspunte en esos pensamientos profundos. 

Foto: Gleybert Asencio

“Debido a que el personaje Traspunte es un ser apartado de la sociedad, encontró de alguna manera, su paz y su comodidad en su guarida, en su cueva. Esto me llevó al movimiento artístico expresionista, y sobre todo al cine expresionista. Lo que yo asumo de este movimiento artístico es que permite expresar la naturaleza humana de una forma más subjetiva. Es importante deformar la realidad de nuestra visión interna y de lo que queremos expresar. La estética a blanco y negro traduce su realidad en solo dos posibilidades, mientras que su mente puede ir a los sitios más oscuros o los sitios más coloridos, con la apertura a una existencia suprema e incomparable con la realidad”, mencionó la directora.

Polidor confesó que el nombre de la obra viene dado a que su forma de hacer arte es cuestionándose y ella se sigue preguntando ¿cuál es su bestia?


Sobre su proceso creativo habló de la importancia del tiempo y la disciplina. Sus horas favoritas para escribir escenas como las que verán en las tablas son las 6:00 am, las primeras horas de la mañana, porque considera que sus ideas están más claras. 

Foto: Gleybert Asencio

Sobre el actor

La bestia de esta historia es interpretada por Leomar Aponte, él es fotógrafo y actor. Tiene 25 años y forma parte del Teatro de la penumbra. Es egresado del Taller de Formación Actoral del Centro TET


Ha participado en festivales como el FIC, FESTEA y el Círculos Escénico. A su vez ha trabajado con directores del medio teatral caraqueño como Orlando Arocha, Andreina Polidor, Rossana Hernández, Paul Salazar y Patricia Castillo. 


Aponte se transforma en tres personajes al mismo tiempo. Se cuestiona, se responde, se critica y esto hace que el montaje sea dinámico para el espectador. 

Foto: Gleybert Asencio

“Traspunte y las niñas son personajes que me han dado la posibilidad de investigarme como intérprete, física y emocionalmente. Considero que es un personaje bastante presente en nuestra sociedad, es el sujeto cansado, atrapado en la monotonía, en una vida impuesta que lo consume y encuentra su escape en su mundo de fantasías, su soledad, lo más profundo de sus pensamientos. En su caso es crear un vínculo entre estas dos hermanas del inframundo. Esa es su Bestia, la bestia de Traspunte. Y todos tenemos nuestra propia bestia, ese pantano, esa soledad en la que disfrutamos regocijarnos. Ese lugar al que nos escapamos o en el que no permitimos hundirnos”, comentó el actor.


“Para mí ha sido un gran viaje dar con Traspunte, Melione y Makaria. El proceso de creación ha sido muy sabroso, hilar las ideas, conectar las palabras y el cuerpo, dar nuestros propios sentidos al texto y encontrar a estos personajes en el espacio. Aunque el viaje aún no ha terminado, cada vez que hacemos la obra descubro nuevas cosas, nuevos sentidos”, agregó.

Foto: Gleybert Asencio

“A la bestia le toca recoger la basura de unos locales de porquería, donde venden porquería, para personas de porquería a las que les gustan las porquerías, en el centro de una ciudad de porquería. La bestia debe cumplir un horario de 8 horas de trabajo diario, el tiempo perfecto para medir el control de su fuerza, ira, desmanes perceptibles en una bestia sometida a una esclavitud constante, es que la bestia es el motor, y la dormitan para callarla, la bestia es la verdad efímera. Recurrentes pensamientos que vienen y que son cortados con una voz firme y gruesa diciendo: Aseo. Pidiendo a cada locatario de las tiendas de porquería las pequeñas porciones de basura que hacen diariamente, con la esperanza de que uno de los tantos vendedores de porquería lance algunos dólares en la basura, para hacer así creer a la bestia que recoger basura no es tan malo como lo pinta la gente, que a veces pueden ocurrir milagros, y podemos tener la dicha de encontrarnos unos cuantos dólares en la basura de porquería”, son algunas de las líneas de Traspunte. 

Foto: Gleybert Asencio

La pieza es una producción general del Teatro de la Penumbra, la artística de Luisa Tovar; el diseño de iluminación es de Víctor Villavicencio; maquillaje de Rossybell González; escenografía de Luisa Tovar, Giuliano Salvatore, José Alberto Briceño y Rossybell Gonzalez; voces en off de Bethania Yánez y Sain-ma Rada; diseño gráfico de Nayibe Pernía; fotografía de Giuliano Salvatore y la prensa por El Piso Cultural. 


La obra se estará presentando los viernes 14 y 21, sábado 15 y 22, domingo 16 y 23 a las 4:00 pm, en el Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas, cerca de la estación del metro Bellas Artes. Las entradas tienen un valor de 5 dólares.