El joven de los zancos
Fecha de publicación: 10-feb-2014 6:15:35
Carlos Alberto Gutiérrez Aguilar
El joven de los zancos
camina hacia los autos,
lo cubre un amplio techo
de estrellas por doquier.
Se para bien erguido,
inicia con un guiño;
sus manos se desbocan,
prestidigitador.
Demuestra su maestría
y, diría, valentía;
conserva el equilibrio,
afianza bien los pies.
Con fuego crea círculos;
deleite es de los niños
y causa un gran asombro
en más de un conductor.
Se extinguen ambas teas,
su figura se arquea,
meneándose en un baile
que no lo hace caer.
Avanza ya la noche;
circula entre los coches
recogiendo monedas,
pago a su profesión.
El joven de los zancos
dará sus nuevos saltos
al cambiar el semáforo,
y yo me marcharé.
19 de enero de 2014