Crónicas en el viento

Fecha de publicación: 26-mar-2015 5:53:44

Primero que nada me presento. Mi nombre es Alexis Medina Bravo, tengo 18 años de vida y mucho que contar. ¿Por qué el título hace alusión al viento? Sencillo: lo que estoy a punto de escribir son anécdotas que hasta este momento nunca habían sido redactadas; plasmado en tinta y hoja escribiré lo que mi memoria me deje recapitular.

(Dato curioso: no fui al kínder).

Primaria:

Las primeras cuatro letras de esta palabra definen todas mis experiencias sobre esta etapa de mi vida: primeros amigos, primeras materias, mi primer beso…

Todos esos años, que pasaron a una lentitud enorme, hoy los recuerdo tan distantes, difusos, ¡como si de una película que vi hace una década se tratase!

Fui al Colegio Americano el primer año, luego me sacaron por motivos que después entendería (económicos); repetí primer año en una escuela pública donde pasaría los próximos cinco: Primaria Adolfo López Mateos. Debo admitir que no adquirí muchos conocimientos científicos/teóricos, matemáticos ni mucho menos literarios en esa institución, pero me llevo muy buenos recuerdos de maestros, amigos, peleas, bromas, actividades, juegos, deportes y Valeria, mi primera novia. Experiencia y lo necesario para afrontar la secundaria, nada más. Eso me dejó (y unas cuantas cicatrices).

Secundaria

JOVEN NO PREOCUPADO POR SU FUTURO: ¿Es en serio, madre?, ¿el Instituto Salvatierra?

MAMÁ RESPONSABLE E INTELIGENTE: ¡Claro! Quiero que tengas buenos estudios para que entres a una universidad prestigiosa, luego me lo agradecerás…

Si tendría que utilizar una palabra para describir estos años sin duda sería “fuerte”, tanto en emociones como en mis preferencias artísticas, políticas, religiosas y filosóficas en general, que fueron marcadas profundamente y hasta la fecha persisten, aunque más complejas y en constante crecimiento.

La secundaria para mí fue un gran cambio. Todos mis amigos entraron a "la 5”, y yo me sentía entre un mar de desconocidos, a los que usualmente llamaba “fresas” por venir de familias ricas y estar acostumbrados a vivir en la elite. Con el tiempo me acostumbré, por convivir.No obstante, a la hora de socializar me di cuenta de que había muchos becados, o simplemente compañeros que se portaban de manera humilde y amable que se ganaron mi amistad y de los cuales con la mayoría mantengo una relación actualmente. El comienzo fue difícil, pues miraban temas muy avanzados para lo que yo estaba acostumbrado; no tardé mucho en ponerme al corriente. Empero, traía toda la rebeldía acostumbrada en el salón de clases y faltaba mucho, no hacía muchas tareas, y aunque nunca me fui a extraordinarios admito que acredité “de panzazo”.

Entré a la banda de guerra unos meses, y después de muchas peleas con el instructor deserté junto a un compañero. Entramos a clases de batería juntos y tuve esa paraescolar lo restante de los ciclos escolares.

Si tendría que utilizar una palabra para describir estos años sin duda sería “fuerte”, tanto en emociones como en mis preferencias artísticas, políticas, religiosas y filosóficas en general, que fueron marcadas profundamente y hasta la fecha persisten, aunque más complejas y en constante crecimiento.

Dando algunos detalles, me gustaría resaltar que me fracturé la muñeca jugando futbol, la rodilla patinando, me dieron mi primer carro en tercero (mi primer verdadero amor: Mitsubishi Eclipse), falté más de doscientas veces (y nunca reprobé nada), conocí a Marla, me escapé de la casa, me dio mi primero (y ultimo, esperemos) coma etílico en la graduación y me cambié de casa.

(Dato curioso: estuve en los tres salones; me cambiaron primero por conducta y luego por inscribirme tarde. 1B, 2C, 3A. --El “C” siempre me gustó más).

Preparatoria

Crecer: más sencillo de lo que lo pintan, más rápido de lo que lo platican.

Aunque empezando primer semestre todavía era un desastre académicamente, esta vez no fue por falta de interés en mis calificaciones o futuro: me dejé llevar por la emoción. La emoción de ser un preparatoriano, de seguir en el Salvatierra (pero esta vez con gente nueva), de tener más libertad (no más zapatos, fajarte, cinto obligatorio, peinado de soldado, etc.) y de estar con mi novia en el mismo salón, entre otras cosas.

Escogí el taller de fotografía, del cual (aunque no aprendí mucha técnica) guardo muchísimos recuerdos. Era un drama cada miércoles por la tarde, cuando todos los miembros hacíamos dinámicas y actividades muy diversas, pintábamos paisajes o a nosotros mismos, íbamos a viajes (como, por ejemplo, a un panteón en la noche o a las zonas rurales junto al grupo de ayuda) y la pasábamos muy bien. Teníamos un grupo llamado PBSK. Salíamos cada fin de semana y fuimos muy unidos por un tiempo.

Adorábamos a Damián como deidad máxima.

Para cuarto semestre me cambié al Taller de expresión literaria (con la profesora Miriam), al cual no acudía constantemente, debido al cruce de horarios con el taller de foto y luego por mis cursos para entrar a la universidad --los cuales acabo de finalizar, por lo que este semestre (sexto) asistiré regularmente.

Debo hacer un paréntesis aquí para mencionar la cronología de nuestras tardes filosóficas con varios personajes del instituto:

Literatura, ciencia, religión, música, materia obscura, la vida, el efecto mariposa, la muerte psicomagia, Aristóteles, Carmona, Los extraños, Guillermo... Podría continuar por hojas enteras, ¡tantos temas que hemos debatido y los que nos faltan me ponen nostálgico!

Todo comienza cuando, en vacaciones, Guevara y yo solíamos tocar temas muy profundos, como la factibilidad de la religión, el origen de la vida, universos alternos y demás preguntas filosófico/científicas constantemente. Normalmente nos estancábamos en teorías e ideas inconclusas o dilemas morales sin final, hasta altas horas de la noche. Fue una sorpresa de nuestro agrado ver que teníamos una profesora de Lógica Filosófica muy alivianada, joven e inteligente (y que luego descubriría que tiene gustos artísticos muy buenos, afines a los míos).

Después de conocerla un poco y platicar con ella fuera de clase, le propusimos juntarnos a filosofar todos los viernes (día en que le tocaba dar asesorías, siempre vacantes por la complejidad de la materia), y así fue…

Literatura, ciencia, religión, música, materia obscura, la vida, el efecto mariposa, la muerte psicomagia, Aristóteles, Carmona, Los extraños, Guillermo... Podría continuar por hojas enteras, ¡tantos temas que hemos debatido y los que nos faltan me ponen nostálgico!

He formado parte activa en los rallys las tres ocasiones, en los cuales hemos tenido siempre buenos lugares, quedando en segundo éste último. Han sido experiencias muy divertidas y han servido para colorear un poco la gris monotonía que puede causar la rutina, y han unido a mi grupo muchísimo. Nuestro salón ganó la campaña de rey y reina después de una reñida contienda que día a día se llevaba a cabo en las aulas.

El año pasado también tuve el placer de visitar Europa, en específico Barcelona, París y varias zonas de Italia (entre las cuales estaban Roma, Venecia y Florencia: un sueño hecho realidad haber viajado ahí). Fue un viaje de visita a mis hermanos que se encontraban estudiando en España, lleno de gratificantes vivencias que se asemejan a un sueño. La vida es muy distinta en ese continente, la cultura es de mente más abierta, tolerante y respetuosa por la naturaleza.

Otra gran experiencia ha sido la materia de administración, que nos prepara para ser futuros emprendedores. La EXPO de tercer semestre fue todo un éxito para mi equipo, quedando en primer lugar y triplicando el dinero invertido en nuestro producto, llamado Pizzete (una combinación entre el mollete mexicano y la pizza italiana). En quinto visitamos la empresa Bimbo, analizamos su sistema de producción y probablemente el próximo viaje sea una visita a Coca-Cola.

Nota: Entrando en lo personal, debo agregar que estos años he crecido mucho como persona y he procurado cultivarme culturalmente tanto como me sea posible. Comencé a leer más novelas y cuentos, últimamente un poco de poesía (pero no me apasiona tanto como la narrativa); también he continuado escribiendo mis propios textos. Me he interesado más en la política y en mi comunidad (este año voté y formo parte de un movimiento de izquierda de jóvenes), en las problemáticas ecológicas y también en el área social. Subí calificaciones considerablemente. Tengo el objetivo de entrar a Medicina en la UABC, para lo cual aplicaré el examen en los próximos meses, y ya asegurando mi lugar y terminando la larga carrera procuro especializarme en psiquiatría.

Me he acercado más a mi familia también, con la cual llevo una relación con más confianza y en la que ya puedo tomar decisiones, puesto que estoy en la transición hacia ser adulto, por lo que me dan un trato distinto.

Dato curioso: He aprendido a fluir, a encontrar la inspiración en cualquier objeto inerte y llenarlo de vida, arrancarle su esencia; la motivación de darle existencia a lo olvidado por la memoria en tinta y papel son mis razones esta madrugada, y tú en mis pupilas viajaste hoy.

(Sexto semestre de preparatoria, 2013)

Nota: Alexis no escribió su autobiografía en mi clase. Cuando él cursaba sexto semestre de preparatoria yo ya no era su profesor. Sin embargo, amablemente me permitió publicarla, para que mis posteriores alumnos de literatura puedan conocer su biografía como un joven escritor egresado del Instituto Salvatierra. Y yo publico con mucho gusto este texto, que me parece de excelente calidad literaria.

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