A mi padre lo llamó la tierra

A mi padre lo llamó la tierra

le abrió sus costras y entrañas

y le ofreció después su piel blanca

Y él la cuidó amoroso

con sus manos tiernas y rudas

(extraña mezcla que es posible

en hombres como él)

rociándola por las mañanas

su voz de barítono

Mi padre siguió a la tierra

roja, caliente, cuprosa

y ante el hervor metalífero

empezó a forjar sus sueños

que pudo hacer realidad

con la diligencia de mi madre

Lo llamó la tierra: tercera llamada

y lo alejó para siempre

de los suelos que sus pies

recorrieron durante tres décadas

Frente a un valle argénteo

lo impregnó de arenas voladoras

y lo hizo víctima del hechizo

del guerrero negro

que unió su destino

al de un pueblo salobre

A mi padre lo llamó la tierra

y cuando tuvieron su encuentro final

él se entregó satisfecho

con sus alforjas llenas

de hombre completo

Julio de 2016