Calavera a los profes del Félix

En la sala de maestros

preparaban desayuno

Paty, Imelda y Josefina,

sin invitar a ninguno.

Empezó a cundir el pánico:

llegó la Muerte bramando

y se encontró al profe Carlos

leyendo su poemario.

Alejandro, el buen prefecto,

exigió ver su listón,

y escondido, tras la puerta,

Sergio ahuyentarla intentó.

Ya los cargaba la Flaca

e irrumpió en la comilonga,

donde Magaly y la madre

se habían unido a la bola.

Iban en un solo llanto

maestros y secretarias,

y la Parca preguntaba

y preguntaba por Laura.

Estando todos reunidos

uno a uno los contó;

con tal preciado botín

la Calaca se marchó.

En el Félix tienen fiesta,

los alumnos lanzan vivas:

ya no tendrán más regaños,

ni más clases aburridas.

2010