En una cazuela, echa el aceite (que al mover la cazuela veas que hay aceite, pero no mucho más). Pela un diente de ajo hermoso (o si no dos, si son pequeños), lo picas fino y a continuación enciendes el fuego, y cuando empieza a hacer ruidito, sin que se quemen, añade las patatas peladas y en trozos (1 patata grande por persona, ó 2), "rompiéndolas" o "cascándolas" (suena "crac") para que suelten el almidón y se hagan espesitas (ese es el truco, no las trocees con cuchillo del todo, rómpelas -empiezas cortando con cuchillo, pero acabas "rompiéndolas", que suene crac).