En el aceite sobrante de freir los langostinos, echamos una cebolleta picada y un diente de ajo picado junto con un par de langostinos, todo picado (con el 1,2,3 ó similar, para que no queden grumos), dos guindillas cayenas –que luego retiramos para que no pique demasiado), y después de que empiece a hacer “ruidito” y tomar otro aspecto, añadimos salsa de tomate y nata líquida (un brick pequeño). Lo dejamos un poco revolviendo bien.