Picas una cabeza de dientes de ajo (unos 8) junto con abundante perejil (todo picado); lo echas al aceite y revuelves bien. Le añades vinagre, un churretón hermoso hermoso. Añadir mucho pan rallado, hasta que quede pastoso. Untar esta pasta en la ijada, que previamente has colocado con la piel hacia abajo directamente en la bandeja del horno untada de aceite. Cortar rueditas de limón y ponerlas distribuidas por encima, de adorno. Espolvorear un poquito más de sal y un chorrito de aceite de oliva.