Hoy en día, el hombre ha dejado de admirarse y, por ende, de preguntarse acerca de las razones profundas de muchas cosas. Algunos pensadores han mostrado su preocupación y han escrito sobre el tema.
El libro Homo videns de Giovanni Sartori puede ayudar a captar otra de las razones por las que el hombre ha dejado de filosofar. Según el pensador italiano, en el hombre actual se ha dado un paso evolutivo interesante: ha pasado de ser “sapiens” (que busca saber) para convertirse en “videns” (hombre de imagen). Las dos grandes revoluciones que han impulsado el pensamiento humano en Occidente han sido la de la escritura y la de la imprenta. Ambas favorecieron y ayudaron a que el hombre desarrollara en plenitud su capacidad intelectiva porque se apoyaban en el lenguaje, en la palabra, que tiene relación directa con el concepto, con las ideas. Pero la televisión, según Sartori, está atrofiando el pensamiento humano. Si en las culturas que nos han precedido el hombre ha forjado su pensamiento a través de la palabra, sea oral o escrita, actualmente lo está haciendo con la imagen. La televisión se ha convertido en una nueva Paideia: “no es sólo instrumento de comunicación; es también, a la vez, paideia, un instrumento antropogenético, un medium que genera un nuevo antrophos, un nuevo tipo de ser humano”[1].
Sartori describe de este modo a este tipo de hombre dominado por el sensualismo: “Se trata de un adulto sordo de por vida a los estímulos de la lectura y del saber transmitidos por la cultura escrita. Los estímulos ante los cuales responde cuando es adulto son cuasi exclusivamente audiovisuales. [...] A los treinta años es una adulto empobrecido”[2], con poca o nula capacidad para el pensar abstracto y el razonamiento complejo.
[1] G. Sartori, Homo videns, Taurus, Buenos Aires, 1998, p. 36.
[2] Ibidem., p. 38.