4.1 Definición. Libertad à autodeterminación à de la persona a través de sus acciones. Capacidad que tiene la persona de disponer de sí misma y de decidir su destino a través de sus acciones.
4.2 Estructura esencial de la libertad à «yo quiero algo».
A) Quiero. Libertad como dependencia de sí y autodeterminación.
- Condiciones de la autodeterminación: autoposesión y autodominio (intimidad). La persona es dueña de sí.
- Características:
Ø si la libertad es autodeterminación, entonces la voluntad no es sólo capacidad de elección, sino capacidad de autodeterminarme como consecuencia de mi autodominio.
Ø la libertad no es independencia, la persona es libre porque depende de sí misma.
Ø es limitada.
B) Quiero algo (objeto, cosa o persona). Libertad como elección.
- El dinamismo voluntario-electivo:
Ø Es intencional: se ejercita sobre un objeto concreto.
Ø Es independiente: elijo porque quiero (ningún objeto me determina a elegirlo).
Ø Es causal: elegir implica causar una acción por la que el sujeto, libremente, se dirige hacia el objeto y se apropia de él.
Ø Es responsable: porque mis acciones son mías.
- Determinismo: primacía del objeto sobre el hombre. Hay diversos tipos pero en todos hay subordinación de la voluntad al objeto de elección. Es verdad que el objeto condiciona la libertad, pero la acción voluntaria libre procede de la persona porque ella la origina y la causa (si eliminamos la causalidad, cancelamos la responsabilidad y la moralidad).
C) Yo quiero algo. La libertad como decisión o dependencia de sí a través de los objetos. Cuando decido realizar una determinada acción: 1. elijo una opción posible entre muchas y 2. al elegir, dispongo de mí mismo en relación a esa opción concreta y me autodetermino en una dirección determinada.
4.3 Sentido de la libertad. ¿Por qué quiero algo?
- Porque el hombre no sólo conoce sino que actúa sobre lo que conoce para protagonizar el drama de su propia existencia, porque su vida no está hecha sino que tiene que ir haciéndola.
- Porque quiero ser feliz, para lo cual necesito criterios o valores previos para decidir. El obrar humano consiste en la asunción concreta, activa y libre de unos valores determinados (A. Sánchez-Palencia et al.).
- Bien (lo que conviene a los entes) y valor (bien específico asumido por alguien en su esfera vital y afectiva).
- El ser humano valora todo y, ciertamente, los valores son en gran medida subjetivos pero ¿arbitrarios? Para priorizar valores, debemos preguntar qué es más necesario para que el hombre alcance su plenitud, aquello que busca. Y ¿qué necesitamos más? Aquello que más nos perfecciona. Pero para saberlo, primero debemos preguntar ¿quién es el ser humano? Un ser de encuentro, un ser-con-los-demás. Por tanto, todo lo que fomenta el encuentro, lo que potencia las relaciones personales auténticas (veracidad, respeto, tolerancia, justicia, fidelidad, solidaridad) es valioso. Por el contrario, es un disvalor lo que destruye los vínculos personales cerrando al yo en sí mismo.