Platón, Lisis o de la amistad, 218 a 3 – b 4
Sócrates: Según esto, podemos, en consecuencia, decir que los que ya saben no quieren el saber, bien sean dioses, bien sean hombres; y que tampoco lo quieren los que están tan llenos de ignorancia que son malos, porque ningún malo o necio busca el saber. Quedan, pues, aquellos que tienen este mal, la ignorancia; pero no por ello son insensatos ni necios, sino que se dan cuenta de que no saben lo que no saben. Por consiguiente, sólo buscan el saber los que no son ni buenos ni malos; pues todos los que son malos no buscan el saber, ni tampoco los buenos. Porque, como hemos comentado en lo que antecede, ni lo opuesto es amigo de lo opuesto, ni lo semejante de lo semejante. ¿O no os acordáis?
Agustín de Hipona, De Trinitate, IX, 1, 1
Busquemos como quienes van a encontrar, y encontraremos como quienes aún han de buscar, pues, cuando el hombre ha terminado algo, entonces es cuando empieza.