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Actividad
En numerosas historias de la Filosofía se tiende a soslayar el período medieval, denostado por feudal, teocrático, poco científico y, en el peor de los casos, salvaje. Ahora bien, esos mil años que aproximadamente periodizamos como “Edad Media” ofrecen muchos motivos para ser estudiados. Las grandes creaciones del Medioevo —la Universidad, el amor cortés, el arte románico y el gótico, la escolástica— hablan de un optimismo inspirador que difícilmente ha sido superado.
En comparación con otras épocas, puede que el Medioevo no ofrezca grandes novedades en el conocimiento y la teoría. Ciertamente, el genio medieval tuvo más que ver, en primer lugar, con su empeño por ordenar y categorizar la sabiduría antigua y, en segundo lugar, por lograr la síntesis entre lo racionalmente entendido (cuya máxima expresión sería la Filosofía) y lo aceptado por fe (cuya máxima expresión sería la Teología). Por eso, un buen punto de partida para comprender el modo en que entendían el mundo los medievales, así como el sentido de la vida en él, son las sumas o compilaciones de conocimientos que abundaron durante la Edad Media. A partir de la lectura de una de estas obras, el prestigioso medievalista Étienne Gilson ofrece en este texto una imagen general pero muy ilustrativa de la mentalidad medieval.
Para imbuirnos en la mentalidad medieval e intentar pensar, siquiera brevemente, como ellos, contesta estas preguntas:
1. A partir de la lectura del texto, ¿qué relación se puede decir que había entre la Edad Antigua y la Edad Media? ¿Cómo la percibían los propios medievales? Explícalo.
2. Cuando en el texto se insiste en el valor del número siete y se dice que el ser humano está compuesto “de siete ingredientes: los cuatro elementos de nuestro cuerpo y las tres facultades de nuestra alma”. ¿A qué facultades se refiere? [sugerencia: recuerda lo que decía Platón sobre las partes del alma].
3. Aunque compartieran una imagen parecida del mundo, hay al menos un aspecto en el cual la imagen medieval del mundo difiera de la antigua. ¿Cuál?
4. ¿Qué idea del tiempo tenían los medievales? ¿Crees que los antiguos podrían aceptarla? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Ves en este punto algún paralelismo entre una concepción “trágica” de la existencia y una concepción “dramática” de la misma? [sugerencia: recuerda que el antiguo puede “explicar” el mundo pero no “comprender” su sentido].
5. ¿Qué modos de razonamiento son típicos del pensamiento medieval?
Introducción a la mentalidad medieval
La mentalidad medieval es, en muchos sentidos, una continuación de la mentalidad del mundo greco-latino, tanto en lo que concierne a la consideración del ser humano como racional y social por naturaleza, como en lo que tiene que ver con la visión del mundo como un lugar ordenado y racional.
Sin embargo, ahora el mundo es más que cosmos: es creación. Es más, si es un lugar ordenado, es por algo y para algo. Hay una finalidad o intención por la que existen las cosas, y de la misma manera también hay un sentido por el que el hombre ha sido creado. El ser humano, además, es valioso y digno no sólo por ser racional sino por ser persona e imagen de Dios.
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