201509 La Cruzada

Nota final (de 1 a 5): 3,7

Fecha de Cata: 19 de Septiembre de 2015

Dirección: C/ Amnistía, 8 Teléfono: 658 32 05 77

Aparcacoches: No Parking cercano: Si Web: http://www.tabernalacruzada.es/

Comentario:

La taberna más antigua de Madrid, y nueva para nosotros.

Este restaurante, fundado en 1827 y que presume de ser uno de los locales de restauración más antiguos de Madrid, ha sido un descubrimiento para nosotros. Como Asociación Gastronómica llevamos desde 1995 y en nuestros estatutos figuraba que debíamos tomar el cocido del mes en un restaurante diferente al resto de cocidos, y solo podíamos repetir restaurante en Octubre o Mayo (lo que entonces eran inicio y fin de temporada) o bien cuando se integraba un nuevo socio en la Asociación que era quien elegía el restaurante en el que nos invitaba al resto de socios. Como llevamos muchos años, hemos visitado algunos restaurantes de una calidad muy inferior a nuestras exectativas y eso fue lo que motivó el cambio en los estatutos para poder repetir restaurantes, y algunos los consideramos como FIJOS de forma que prácticamente todos los años los visitamos, y evidentemente como decisión democrática, ya que votamos todos los socios.

Al final de esta crónica explicaré porqué he empezado así......

Ahora vamos con la parte gastronómica y lo primero, la selección del vino, disponíamos de una no muy extensa carta, pero si muy adecuada para nuestros gustos; dado el número de comensales, procuramos, siempre que sea factible, disfrutar de botellas Magnum, que suelen dar un sabor más profundo al vino y en muchos casos un precio más que razonable respecto de las botellas 'normales'. En esta ocasión nos informaron de un vino, Cuna de Reyes en formato Magnum a un precio más que razonable, y optamos por pedirlo, sin llegar a dedir que es un vino excelente, la gran mayoría concluimos que acompañó al cocido muy dignamente e insitiendo en que su relación calidad / precio es muy buena.

Y empezamos con la sopa, servida en cazuelas de barro que no fotografié, porque me lio a rajar con todos, y como a algunos de ellos llevo meses sin verlos, pues más ganas de rajar, bueno a lo que vamos, la sopa, servida en cazuelas de barro, super caliente, como les gusta a bastantes de los socios, para mi estaba excesivamente caliente, pero revolviendo un poco y soplando lo arreglo, el fideo en un buen punto, quizás un minuto menos de cocción lo hubiera dejado en MI punto perfecto, y destacamos casi todos los comensales que estaba algo 'cortita' de sal, aunque todos los que lo decíamos disponíamos de varios saleros en la mesa y ninguno los usó, lo que quiere decir que somos conscientes de que nos gusta algo más salado, pero no nos conviene, y lo aceptamos así con buen gusto.

Tras la sopa se pusieron en la mesa las bandejas del segundo y tercer vuelco del cocido, estas eran:

Como es habitual, cada comensal se sirve a su gusto, normalmente mezclando, mi caso es cada vez mas raro, yo lo sigo tomando en tres vuelcos, y en esta ocasión muestro la foto del segundo/tercer vuelco de Fernando que tenía esta pinta, y en el que destaco el maravillososo hueso de caña:

Con este vuelco se confirmaron las sensaciones que teníamos la mayoría sobre la falta de sal, que se notaba especialmente en el repollo, quizás también en las zanahorias, y algo en los garbanzos, con la edad que tenemos ya una mayoría de socios, nos lleva a la conclusión de que no es bueno abusar de la sal, y nos va moderando en la apreción de estos gustos, estoy seguro de que hace diez años hubiera dicho que el cocido estaba SOSO así, con mayúsculas, hoy ya he madurado algo y pienso en que estaba algo soso, que desde luego me gustó, al repollo, que era lo que más necesitado de sabor estaba, lo adorné con un chorrito de aceite y adquirió otro punto mucho más agradable.

Mas tarde, cuando hablamos con las 'directoras' del restaurante, Ángela y Laura, y nos confirmaron que no utilizan la sal en el cocido, para que así sea mas saludable, confirmé que tienen toda la razón. Lo que a veces suele estar algo salado, el tocino, e incluso la morcilla, el chorizo o la punta de jamon, no lo estaban porque lo habían repartido entre el resto de ingredientes, quedando algo soso, pero que es el sabor al que nos tenemos que acostumbrar porque hemos abusado mucho de este complemento.

Para mi, el segundo vuelco fue bueno, y las partes algo sosas, complementadas con aceite o la salsa de tomate de la que disponemos en la mesa estaban muy bien.

Y en el tercer vuelco, del que tampoco obtuve registro fotográfico, creo que comí de todo, el chorizo, bueno, la morcilla, buena, el morcillo, meloso creo que fue de las viandas que mas sabor perdió, para impregnar el resto, la punta de jamón, muy buena, me encantó el tocino y rematé, como siempre con el goze del hueso de caña, aderezado con el último traguito del vino, que sin ser excelente, me gustó. He de resaltar la abundancia y calidad de los huesos de caña, algo que para mi es importantísimo en un cocido, y que muchos restaurantes ponen de escaso tamaño y ni siquiera uno per cápita.

Cerramos con unos cuantos postres, de los que pongo algunas fotos:

Los postres tuvieron una gran aceptación, yo solo probé uno de ellos, y estaba exquisito.

He de destacar el espacio en el que estábamos sentados, una mesa imperial, en el fondo del restaurante, un 'reservadito' maravilloso que nos gustó a todos.

Y aquí es donde concluyo rematando el principio de esta crónica, el que podamos repetir restaurante nos invita a querer seguir disfrutando de los mejores y este puede ser uno de esos que tenemos como FIJOS para todos los años, cuando se auna la calidad, el local (especialemnte con mesa imperial), el adecuado servicio y una relación calidad / precio adecuadas es cuando a los miembros de nuestra asociación 'nos dan en todo el bebe'.

Una muy grata sorpresa la visita a LA CRUZADA.

Enlace a fotos Enlace a Acta (Solo para socios de GARBANZO)