La realidad virtual permite que el alumnado se sumerjan en el aprendizaje y experimente situaciones de la vida real en un entorno virtual seguro y controlado. Aumenta el interés al hacer del aprendizaje una experiencia divertida, atractiva.
La realidad virtual puede facilitar la supervisión y la práctica reflexiva al crear entornos virtuales en los que los estudiantes pueden participar en la autorreflexión, recibir retroalimentación y participar en debates reflexivos con compañeros e instructores . Esto promueve la autoconciencia, el pensamiento crítico y el crecimiento personal.
En conclusión, los entornos virtuales son espacios que facilitan la comunicación a los alumnos y el acceso a diversos materiales y recursos. Principalmente, se caracterizan por su interactividad, flexibilidad, escalabilidad y ubicuidad respecto al aprendizaje. Son un mecanismo de motivación y evaluación.