Los Maravillosos
Años 50
Nota Nº 34
MÁS SOBRE LAS PLAYAS
En notas anteriores nos referimos a las playas utilizadas por los Gualeguaychuenses: "Balneario Municipal", balneario de la Isla “El Dorado”, clubes Náutico y Neptunia.
No contaban por entonces Ñandubaysal, ni las que se habilitaron después en la zona norte de nuestro río. Pero nos faltó enumerar algunas, como “La Horqueta”, el "Salto de Méndez", aunque no es propiamente una playa, el balneario de "Pueblo Nuevo" y el Club Regatas, estos últimos habilitados al final de la década.
Vamos en ese orden: “La Horqueta” se encuentra en la zona norte, donde el Gualeguaychú recibe las aguas del Arroyo Gualeyán formando una horqueta.
Nos saltamos momentáneamente a dos décadas después, para relatar una de las más graciosas anécdotas de la radiofonía local, a propósito de “La Horqueta”. Cuando LT41 en sus comienzos estaba en Fray Mocho y Clavarino, el informativo de la mañana temprano estaba a cargo de Don Pablo Amores.
Un día, mientras leía las noticias, le pereció escuchar la sirena de bomberos y le pidió al operador a través del vidrio, -en la jerga se llama “pecera”- que le averiguara si había algún incendio cerca. Minutos después ratificó que era el incendio de un barco en el río Gualeguaychú.
Enseguida agregó que el operador le indicaba que los barcos incendiados en realidad, eran dos. Y tras unos segundos de duda, terminó aclarando que era uno solo, y en la "Horqueta". Claro; el operador le indicaba por señas e interpretó como “dos” la señal con la mano para graficarle “La Horqueta”. Inolvidable.
Allí, por la deriva de ambos cursos, se depositaba gran cantidad de arena en la costa oeste del río y formaba una playa natural muy atractiva. Pertenecía a Juan Carlos Ayala (a) “El Rana”, personaje sobre el que volveremos, al recordar el célebre “Copetín al Paso”. Muchas familias de Gualeguaychú concurrían allí, tomando por la continuación de calle San José. Otro lugar muy concurrido era el “Salto de Méndez”, al que recordamos como lugar de paseos del estudiante. Se encuentra al norte de nuestro Departamento, donde el río es todavía casi un arroyo por su menor caudal. Luego se engrosa al recibir las aguas del Arroyo Isleta y finalmente, las más abundantes del Gualeyán, a partir del cual se pone los pantalones largos y adopta la condición de río (aunque algunos mapas nos ofenden consignándolo como “riacho”, ¡por favor! eso es para los de Córdoba).
Era un hermoso paraje, donde el río hace un pequeño declive y sus aguas corren agitadas entre las piedras, en un marco natural bellísimo con abundantes árboles. La familia Méndez lo vendió luego a Cacho Vainstein, pero claro, no pegaba decir “el salto de Vainstein” y le siguieron llamando Méndez. Finalmente lo compró otra persona y se nos acabó el salto.
Hacia fines de la década, surgió un nuevo Club, hoy muy pujante, al fundarse en 1958, el "Regatas". Y en la misma época, durante la prolifera intendencia de Ignacio Bértora, se inauguraron las instalaciones del Balneario de Pueblo Nuevo, que llenó una necesidad en esa zona, ya que "Pescadores" por entonces, en la etapa pre-Peverelli, era un club chico y no tenía mucha playa.
También en aquella intendencia se inauguraron edificaciones y demás mejoras en el "Balneario Norte", además del hermoso trampolín que ya tenía, donado por Don Enrique Betolaza.
Autor: Dr. Gustavo Rivas