Los Maravillosos
Años 50
Nota Nº 3
Habíamos dicho que la ciudad era por entonces, casi la mitad de la actual. No solamente carecía de los numerosos barrios que crecieron después, sino que tampoco existían edificios altos en centro.
Los de mayor envergadura eran los de carácter público, como la Jefatura de Policía, el más viejo de 1847 (aparte de que estaba lleno de canas) y sucesivas modificaciones, Tribunales de 1906, Escuela Normal de 1908, Municipalidad de 1909, Teatro Gualeguaychú de 1914, Club Recreo de 1903, Banco de Italia, de la misma época, el de la Nación de 1928 (antes funcionó en el del actual Club Neptunia), el del Colegio Nacional, Palacio Clavarino, de 1917 y todavía mantenía su prestancia el primer edificio importante de la ciudad: el de la Sociedad Mutual "Entre Argentinos y Orientales", actual Círculo Policial, construido en 1896 -durante la Presidencia de Don Máximo Chichizola- cuando todavía no existía ninguno de los nombrados y que después quedó en un inexplicable abandono.
En la década que tratamos, la ciudad vio nacer dos importantes edificios. En su inicio, allá por 1950, el de la "Escuela Gervasio Méndez". Construido durante la gobernación del gualeguaychuense -Héctor Domingo Maya- (padre de Héctor María), primer gobernador peronista de Entre Ríos, entre 1946 y 1950.
Y a mediados de ese decenio, se construyó la actual sede del Banco de Entre Ríos, en el solar que ocupara en el siglo anterior la residencia del General Urquiza, que llegaba hasta calle San Martín. Años anteriores funcionaron allí los negocios de Don Hipólito Gauvry y el de Francisco Grecco.
Hasta ese entonces, la sucursal había funcionado en 25 y Chacabuco, donde después estuvieron sucesivamente: la tienda de Marcos Mann, Aerolíneas Argentinas y la hoy legendaria “Confitería Aranjuez”.
El gerente del banco era Don Carlos Peralta, sucedido por el igualmente respetable, Don Roque De Elía.
Otros prestigiosos gerentes de la época, fueron: Don Héctor Queirolo, cofundador de Juventud Unida en 1907, y Don Rodolfo Martínez, padre de "Pelusa", en el Nación.
Con relación a los medios de comunicación, los principales eran los diarios. Ya en 1945 había cerrado sus linotipos "El Censor", fundado en 1902 por Ramón Jurado, sucedido por su hijo Pedro, de gran prestigio.
En esta década llevaba una trayectoria de más de 40 años, "El Argentino", fundado en 1911 por Nicolás Montana. Y coexistía con el diario “Hoy” de tirada vespertina, dirigido por el Dr. Samuel Villanueva y “El Diario” de Don Arturo Nicolini. Sobre el final de la década surgió "El Día", el primero en la provincia dirigido por una mujer: Máxima Bachini de Bachini, docente de prestigio y pujante actora cultural.
En la segunda mitad de la década surgió la revista local “Gualeguaychú”, orientada por dos prestigiosos docentes; Rodolfo García y Edgardo R. Galissier. Fue sucesora de “El Zorzal” y de “Nuevos Caminos” que la habían precedido; también circulaba el “Eco Parroquial”.
Medios de comunicación no escritos, aún no había en Gualeguaychú a inicios de los 50. Pero en 1953, Roberto Grecco fundó la hoy legendaria "Difusora Grecco", con los materiales que había reunido para su empresa de publicidad callejera, en la que fue pionero, y una cantidad de parlantes comprados al Sr. Ingrasia de Urdinarrain.
En otro trabajo hemos investigado el rico historial de esta propaladora, en la que se iniciaron la mayor parte de los locutores/as radiales de la ciudad. Y que por momentos funcionó como radio, durante la creciente de 1959, cinco años antes de la primera transmisión radial de Armando Mettler, allá por 1964.
E incursionando en un tema de palpitante actualidad, dedicamos unas líneas a la salud de Gualeguaychú. Entre los nosocomios públicos, el más importante era el Hospital Centenario, fundado en 1913 por la entonces pujante Sociedad de Beneficencia y expropiado por el gobierno provincial en 1947.
A nivel municipal, funcionaba la Asistencia Pública, en la casa que había pertenecido a la familia Irazusta, frente a plaza San Martín, actual Isped. Había sido fundada durante la prolifera intendencia de Don Pedro Jurado, allá por 1938.
De su personal, sólo recuerdo a su figura más emblemática: el ambulanciero. Era el inefable Abelardo Rivas, uno de los músicos que protagonizaron lo mejor de la década y que por ser la parte seguramente más atractiva de esta serie, dejaremos para el final. El mismo Pedro Jurado apoyó la creación del Dispensario de Lactantes, que hoy lleva el nombre de su gran impulsor el Dr. Luis Antonio Ladislao Daneri “Patico”.
También prestaba servicios el Instituto Polivalente. que era provincial, en calle Mitre entre San Martín y Bolívar. Hacía atención primaria de la salud, no tenía internación y funcionaba también como vacunatorio.
En la parte privada, se destacaba en primer lugar, el Instituto Altuna, en Urquiza 775, fundado por el Dr. Carlos M. Altuna en 1939, médico de gran prestigio y uno de los vecinos más caracterizados de aquella década, a cuyos finales, 1958, falleciera inesperadamente, a los 52 años.
También estaba el Sanatorio Gualeguaychú, 25 de Mayo y España, de los Dres. Rossi y Bugnone . Y en San Martín y Montevideo funcionaba la clínica del Dr. León Sorokin.
Y nada más por hoy, espero les guste.
Autor: Dr. Gustavo Rivas