Los Maravillosos
Años 50
Nota Nº 16
En nota anterior recordábamos los edificios públicos que se construyeron en aquella época, como los de la Escuela Gervasio Méndez, la sucursal del Banco de Entre Ríos.
Pero también hubo novedades en cuanto a residencias particulares. Era un conjunto de casas cuyo frente y disposición interna empezaban a innovar con respecto a la construcción tradicional. Debe tenerse en cuenta que por entonces, aparte del eximio Paul Tack, autor de importantes edificaciones, casi no había arquitectos en Gualeguaychú. Aunque en parte, esa falta se suplía, con creces. Ejemplo de ello, fue Eclio Giusto, quien con sólo estudios secundarios, diseñó en los años 30 su propia vivienda en Alem 222, (donde vive hoy Marina Simón), de estilo racionalista, antes de que se conociera en el país al célebre arquitecto suizo-francés Le Corbusier.
En los años 50 se edificaron algunas importantes residencias que aún se conservan y por entonces causaron impacto en la ciudad. Entre otras, la casa de dos plantas del Dr. José María Argañaraz, casi frente al Teatro Gualeguaychú; la de la Sra. María Julia Grané de Merlo, en Av. Luis N. Palma, a media cuadra de la plaza (donde vive Corina Rivas); la de la Sra. Virginia Acevedo de Mesa, en calle Mitre frente al Colegio Nacional (actual de Omar Francisco “Chino” De Zan) y la de nuestro padre Andrés R. Rivas, en Urquiza 541 (que hoy ocupa Lía). En el caso de esta última, por lo apuntado antes, -más la circunstancia de que Tack ya había fallecido- la obra fue diseñada por el prestigioso Arquitecto Ecio Bertellotti de Paraná, quien creo que fue autor también, del edificio precitado de Banco de Entre Ríos. La realización de nuestra casa paterna, como otras de la época, estuvo a cargo del constructor Don Antonio Vicario, que vivía en Méndez y Villaguay (actual Borques).
También de esa década es la construcción del edificio de la Capilla de Fátima (hoy Parroquia) en Alem y Diamante (actual 3 de Caballería) en el barrio del puerto. Fue una iniciativa del Párroco de la Iglesia San José, catedral desde 1957, R.P. Pedro Blasón (lo fue durante 45 años) con ferviente apoyo de los vecinos constituidos en comisión, que integraban: Vicente Basile, Quiquina Rodríguez de Macchiavello, Blanca Gavazzo Buchardo, Celedonia Planchón de Ferreyra, Matilde Machao Garciarena, Isabel Duarte de Giusto, Queca Basile de Arévalo y Maria Felisa Obispo Murature, entre otros. También había una comisión de damas jóvenes que con mucha polenta trabajaron para allegar fondos, y que integraba, entre otras, Chicha Forti de del Valle, hija de Pedro Forti, el legendario guinchero del puerto y fue ella la que nos aportó muchos datos sobre aquella construcción.
La obra se inició en 1951 y la realizó el constructor y vecino del barrio Don Vicente Basile (que vivía enfrente), y tuvo la previsión de hacer los cimientos de piedra, para preservarla de posibles inundaciones como la que soportó 8 años después. La magnífica puerta fue obra del carpintero Olegario Arévalo, su yerno, y también vecino del barrio, alumno y después amigo, del Padre José María Colombo, que vivió en su casa durante sus últimos años. También participó en la obra Don Eclio Giusto, que hizo trabajos en el frente, el altar y en la colocación de la "Virgen Nuestra Señora de Fátima" en el frente del edificio.
Autor: Dr. Gustavo Rivas