Mateo 5:47 ¿Qué hacéis de más que otros?

¿Qué hacéis de más que otros? Mateo 5:47

Introducción

A. Mateo 5 comienza con las bienaventuranzas, v 1-16: “Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”

B. Uno de los impedimentos delante de los discípulos fue los malos ejemplos de los hipócritas de los fariseos y los escribas. Declaró, “Porque os digo, que si vuestra justicia no supera la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.” Mateo 5:17-20.

C. Jesús nos enseña específicamente varias prácticas que los discípulos debían hacer mejor que los otros. La consecuencia de no hacer mejor, o sea que nuestra justicia no supera la de los escribas y fariseos, es que vamos al infierno.

1. La salvación no es por la fe sola. Una vez salvo, no siempre salvo.

2. Nuestro arrepentimiento que comienza cuando nos bautizamos en Cristo, debe llevarnos a hacer mejor justicia que los de más mundanos, profanos, e incrédulos. Si no es así, no entraremos en el reino de los cielos.

I. Hay que reconciliarse pronto con el adversario, 5:21-26

A. Cualquier fariseo o mundano insulta y difama a los que le provocan, diciendo “raca” o “idiota.”

1. A menudo, la ofensa se encuentra en el matrimonio, o en la iglesia.

2. Cuando estamos enojados, por causa de cualquier provocación, puede ser un desacuerdo entre los conyugues, o puede ser una diferencia entre hermanos en la iglesia, debemos controlar la lengua y no rendirnos a los impulsos carnales que nos lleven a decir barbaridades. Alguna vez que hayamos dicho aquellas palabras, no podemos deshacer el daño que se ha hecho a la relación entre nosotros.

3. Dios es testigo y oye todo lo que decimos. La víctima no se olvida y Dios no se olvida. En la pasión del momento, dijo más que intentaba decir, pero de todos modos, Dios nos juzgará. Nos condena al infierno.

B. El discípulo debe hacer más. Debe de humillarse y buscar reconciliación, o de otro modo será condenado por el Juez de todo hombre, v 22.

II. Hay que impedir el ojo de codicia que se atrae a la belleza de la esposa de otro, 5:27-32. (o sea, la doncella que no pertenece a los ojos de uno.)

A. Aunque los deseos son normales, el adulterio no es normal.

B. Si su ojo derecho o su mano derecha le es ocasión de pecar, mejor cortarlos en vez de ir al infierno.

1. El pasatiempo más popular en el mundo es codiciar, y pecar en el corazón con una mujer que no es suyo. Este pecado condena al infierno.

2. Por lo tanto, el pecado de adulterio es tan serio, que sería mejor sacar al ojo con el cual el hombre mira para codiciar la mujer de otro, porque Dios arrojará al infierno a todos los adúlteros. Si con la mano el hombre maneja las circunstancias para llevar a cabo los planes de adulterio, mejor sería perder la mano derecha que ir al infierno.

3. El adulterio condena tanto al incrédulo como al discípulo de Jesús salvo por la sangre de la cruz. Los cristianos se cuidan de no cometer el adulterio porque no quieren ir al infierno. El salvo puede perder el alma, si su justicia no supera la de los escribas y los fariseos y los mundanos.

4. El pasatiempo del mundo de codiciar a las jóvenes bellas, provee la tentación para las jóvenes de vestirse de tal manera que llama la atención. La falda corta, la blusa escotada, las telas y modas que descubren la forma seductiva del cuerpo. No son inocentes. 1 Timoteo 2: 10; 1 Pedro 3:1-16

C. Si piensa en cumplir la codicia por el divorcio y el matrimonio con la que codicia, aun así, es adulterio. El matrimonio y la familia con los hijos es por vida para que haya todo lo necesario para sostener, educar, y criar a los hijos. El adulterio es pecado muy grave.

1. El mundo se entrega a la inmundicia. Piensan que pueden jugar y vencer los propósitos de Dios en el matrimonio por medio del divorcio. Si están divorciados, no es adulterio si se casan y cumplen la codicia del corazón. ¿Verdad? No. “No os dejéis engañar, de Dios nadie se burla; pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará.” Gálatas 6:7-8

2. Dios no se olvida de los votos del matrimonio, aun cuando el hombre sí se olvida. Dios juzga que uno todavía está obligado a la esposa de su juventud, la madre de sus hijos, aunque el hombre quiera a otra. Le juzga adúltero y arroja al hombre al infierno.

3. Pero todo el mundo está divorciado y los hogares están destruidos, los hijos huérfanos y sin educación y modales. ¿Qué hacéis de más que otros?

III. Hay que guardar la lengua de no tomar en vano el nombre del Señor, que “sea vuestro hablar: sí, sí, o no, no.” Y lo que es más de esto, procede del mal. Mateo 5: 33-37.

A. Son necesarios los juramentos porque todo el mundo miente cuando le conviene.

B. Tenemos abogados, contratos legales sin fin, porque el hombre mundano no cumple sus promesas y las obligaciones necesarias para la vida diaria.

-- La mentira nos lleva al infierno igual al adulterio. Apocalipsis 21:27.

C. El cristiano está obligado a decir la verdad sin contratos, sin juramentos, y sin la amenaza de la corte civil. ¿Qué hacéis de más de otros?

IV. Hay que dejar la venganza en las manos de Dios. Nuestra obligación hacia todo hombre es de amarlo. Mateo 5:38-48.

A. Todo el mundo busca manera de vengarse por las ofensas hechas contra ellos, sean grandes o pequeñas.

1. Génesis 4:23-24. Lamec es ejemplo del hombre profano quien se venga cuando otro le hace daño. “Y dijo Lamec a sus mujeres: Ada y Zila, oíd mi voz; Mujeres de Lamec, escuchad mi dicho: Que un varón mataré por mi herida, Y un joven por mi golpe. 24 Si siete veces será vengado Caín, Lamec en verdad setenta veces siete lo será.

2. Jesús exige más de sus discípulos: “Pero yo os digo: no resistáis al que es malo; ante, a cualquiera que te abofetee en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.” V.39

- ¿Pleito? ¡Déjale también la capa!

- ¿Le obliga a ir una milla? ¡Vaya con él dos!

3. Jesús nos obliga a dar a el que nos pida: “no le vuelvas la espalda.”

B. Además, Jesús nos obliga a amar a nuestros enemigos, sinceramente. 5:43-48

1. Amar y orar por los que nos persiguen. V44 – y NO vengarse.

2. Para que seamos “hijos de nuestro Padre que está en los cielos.”

a. Los hijos reflejan la crianza de sus padres. Siguen el ejemplo del padre.

b. El Padre celestial hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos.

C. La recompensa de Dios depende de esta clase de amor. Todo el mundo ama a los que los aman. Aun los malos aman a los suyos.

1. ¿Qué hacéis de más que otros? ¿No hacen también lo mismo los gentiles?

2. No todos irán al cielo. Casi todo el mundo será condenado al infierno.

D. Por tanto, SED VOSOTROS PERFECTOS como vuestro Padre celestial es perfecto.

1. ¿Quién no entiende que no hay hombre sin defectos? Dios nos da el ejemplo de madurez el cual es el significado de la palabra “perfecto.”

2. Estamos obligados de portarnos como maduros, como Dios.

3. Así conocemos a Dios y Dios nos conoce a nosotros. De otro modo, dirá Jesús, “Jamás os conocí; apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad.” Mateo 7:23.

Conclusión

1. ¿Qué hacéis más que otros?