Juan 15 Yo Soy la Vid Verdadera

Juan 15 – Yo Soy La Vid Verdadera

Introducción

A. Termina Juan 14 con el sentimiento del amor entre el Padre Celestial y Jesús su Hijo. La partida de Jesús en su muerte en la cruz sería la prueba que el Hijo hace lo que manda el Padre, en todos los detalles de su vida: en sus enseñanzas y en sus obras.

B. Amar a Dios y obedecer sus mandamientos nos lleva a amarnos los unos a los otros. Haciendo todo esto el mundo nos aborrecerá. En Juan 15, Cristo preparó a los apóstoles para la guerra entre las fuerzas de justicia y las de la maldad.

C. Todo el éxito del plan divino estaba sobre los hombros de los apóstoles y el éxito de ellos no sería posible sin el sustento, las enseñanzas, y la fe de Jesucristo, la Vid Verdadera.

I. Juan 15:1-8 “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos”

A. “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.”

1. La relación entre Cristo y el apóstol es parecida a la vid con el pámpano que lleva fruto. Se limpia para llevar más fruto.

2. Se limpiaron por la palabra que Jesús predicó, v. 3, porque oyeron e hicieron caso de sus palabras por poner en práctica aquellas enseñanzas. Ya mencionó a Judas Iscariote quien no estaba limpio, Juan 13:11, 21-27. Judas no puso en práctica lo que había oído.

B. “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.”

1. Permanecer en Cristo significa quedarse en la práctica de sus enseñanzas, y así tener comunión con Cristo, o sea permanecer en él.

2. Solamente así puede el hombre llevar los buenos frutos de la justicia.

C. “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. 6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden. 7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.

1. No hay neutralidad. El que no lleva fruto para su Creador, será condenado al fuego.

2. Las palabras de Jesús hacen todo posible. Llevar fruto conforme a la voluntad.

3. Conforme a la voluntad de Cristo, Dios ayudará a los que piden ayuda en llevar a cabo sus propósitos.

D. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.”

1. Dos maneras para glorificar al Padre: llevar mucho fruto y ser así discípulos de Jesús.

2. Ser discípulo es hacer lo que enseña y así también ser justo y santo, alguien que tiene el carácter de Dios, corazón de amor y de misericordia.

II. Juan 15:9-17 Permanecer en mi amor es guardar mis mandamientos.

A. v. 11, El gozo de Jesús estará en los apóstoles y será cumplido por las palabras de Jesús.

B. v. 12-13 El mandamiento de Jesús es amar el uno al otro como Cristo nos amó

1. ¿Cómo nos amó? No hay mayor amor que el amor que pone su vida por sus amigos.

2. Jesús llama a los apóstoles sus amigos., v. 14, si hacen lo que manda. La amistad y el amor de Dios de esta manera es condicional.

3. v15 No les llama siervos, sino amigos, porque “todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.” Aquella amistad se basaba en conocer el mensaje que descendió del cielo en la vida y en las palabras de Jesús.

4. v16 Esta relación especial es de los apóstoles con el Rey Jesús. Los escogió para llevar a cabo un apostolado, una misión especial. El fruto que ellos tenían que llevar fue muy específico, la obra del apóstol. Tenían que hacer las señales del apóstol. 2 Corintios 12:12. Exigió la unidad completa, un amor sin fallar.

III. Juan 15:18-25 El mundo aborreció a Jesús sin causa.

A. El mundo ama a lo suyo. No ama a los de Cristo.

B. Si persiguieron a Cristo, también perseguirán a sus discípulos. Sin embargo, si escuchan a Cristo, también escucharán a los apóstoles, 1 Juan 4:6

IV. Juan 15:26-27 El Consolador, el Espíritu de Verdad dará testimonio de Cristo.