Juan 10 El Buen Pastor

Juan 10 – El Buen Pastor

Introducción

A. Evangelio de Juan nos presenta varias razones para hacer caso de Jesús, el Verbo hecho carne que descendió del cielo y mostró la gloria de Dios.

1. En Juan 1:1-14, nos enseña que Jesús, el Verbo, “habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.” La gloria de Dios es la gracia y la verdad, que tienen el Padre y el Hijo. Es la gracia y la verdad que los “pastores” malos rechazaron.

2. Juan 3 nos presenta a Nicodemo, uno de los “pastores” de Israel que vino a Jesús de noche. Cuando Jesús usó la figura de nacimiento para presentar el arrepentimiento y el bautismo, Nicodemo dijo, “¿Cómo puede ser esto?” Jesús respondió, “Tú eres maestro de Israel, ¿y no entiendes estas cosas?” Fue miembro del grupo que se llamaban “los ancianos,” o “los fariseos, los escribas, y los principales sacerdotes.” Eran el gobierno religioso, prácticamente los príncipes y por lo tanto “los pastores” conforme a la figura que usaron los profetas Jeremías y Ezequiel.

3. Juan 5. Jesús sanó a un enfermo en el día de reposo. “Levántate, toma tu camilla y anda.” Los judíos lo condenaron por cargar su camilla en el día de reposo. Para defenderse dijo, “El mismo que me sanó, me dijo: Toma tu camilla y anda.” ¿Quién puede sanar? ¡Solo Dios puede! Sin embargo, Juan 5:16 dice, “A causa de esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en el día de reposo.”

a. Jesús les contestó (v17), “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.” La sanación fue obra del Padre celestial. Cuando Jesús sanó al enfermo, no fue la obra de un hombre en el día de reposo, sino la obra del Hijo de Dios, como también la enseñanza y todo lo que hacía Jesús.

b. Jesús hacía nada por sí mismo, sino lo que veía hacer al Padre (v19).

c. Jesús también levantaba a los muertos por su palabra en dos sentidos. 1. (v21-27) Levanta a los muertos en pecado por darles a los que oyen su palabra la vida eterna. Uno que se convierte a Dios por el arrepentimiento y el bautismo será perdonado y comenzará la manera de vivir conforme a la voluntad de Dios que le da “vida.” 2. (v28-29) En el último día, oirán la voz de Jesús y saldrán a la resurrección, o para vida o para condenación. Los “pastores” de Israel no podían hacer ninguna de las dos cosas.

4. Juan 6. Jesús alimentó a 5 mil hombres por crear pan y pescado de nada multiplicando lo poco que tenían los discípulos. Viendo la señal aquellos hombres reconocieron a Jesús como el legítimo mesías, v14-15, pero perdieron el punto principal. Buscaban pan físico (v26) cuando Jesús le ofrecía el “verdadero pan del cielo.” (v32-35) Jesús mismo era “el pan de vida,” porque sus palabras eran “espíritu y vida.” (v62-63) El pan que descendió del cielo era lo que los pastores de Israel no podían ofrecer.

5. Juan 7. Cuando Jesús les enseñaba, se maravillaban los judíos (v15). Jesús les dijo, “Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió. El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta. El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca, pero el que busca la gloria del que le envió éste es verdadero, y no hay en él injusticia. ¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley? ¿Por qué procuráis matarme?”

a. La doctrina de Jesús fue diferente que la de los pastores de Israel porque Jesús buscaba comunicar el mensaje que Dios envió del cielo, y así dar gloria a Dios y no a los hombres. Los pastores buscaban su propia gloria.

b. Vea Mateo 23:4-13. Buscando su propia gloria llegaron a ser guías ciegos.

6. Juan 8. Jesús declaró, “Yo soy la luz de mundo, el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” (v12) La luz es figura de sus enseñanzas y seguirle a él significa obedecer lo que enseña.

a. Los pastores de Israel (v13, fariseos) no sabían el camino de Jesús porque juzgaban según la carne, v14-15.

b. Al contrario, cuando Jesús juzgaba, su juicio era verdadero porque el Padre le envió. (v18)

c. Los que permanecen en la palabra de Jesús serán sus discípulos verdaderos los cuales conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. (v31-32) Libres de la esclavitud del pecado, v34.

d. Los falsos pastores de Israel eran esclavos del pecado porque no aceptaban la palabra de Jesús (v37), no se portaban como hijos ni de Abraham (v39), ni de Dios (41-47)

7. Juan 9 nos presenta con mucho detalle la carnalidad de los falsos pastores cuando Jesús sanó a un ciego en el día de reposo.

a. Los padres del ciego sanado tuvieron miedo de los judíos, “por cuanto los judíos ya habían acordado que, si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga.” (9:22) Por eso no tuvieron el valor de reconocer la maravilla que Jesús hizo en sanar a su hijo.

b. La malignidad de aquellos falsos pastores se descubre cuando el humilde y honesto ciego dijo, “Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer.” (9:30-34) “Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron.”

c. Jesús dijo al ciego en la presencia de los judíos, “Para juicio y he venido yo a este mundo; para que los que no ven, vean, y los que ven, sean cegados.” (9:39) Los fariseos dijeron, “¿Acaso nosotros somos también ciegos?” Jesús declaró la culpa de ellos por decir, “Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; mas ahora, porque decís: Vemos, vuestro pecado permanece.” Esto es el contexto de Juan 10 cuando Jesús se llama a sí mismo, “El Buen Pastor.”

B. Aparentemente todavía es el contexto de la Fiesta de los Tabernáculos hasta Juan 10:21. Volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras. 20 Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís? 21 Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado. ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos?”

1. Juan 7 y 8 “disensión”

2. Juan 7:20; 7:93; 8:48, “Demonio tienes.”

I. El Ladrón y Salteador no entran por la puerta en el redil de las ovejas, Juan 10:1.

A. Juan 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir.”

1. Isaías 56:8-12, “Dice Jehová el Señor, el que reúne a los dispersos de Israel: Aún juntaré sobre él a sus congregados. 9 Todas las bestias del campo, todas las fieras del bosque, venid a devorar. 10 Sus atalayas son ciegos, todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar; soñolientos, echados, aman el dormir. 11 Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado. 12 Venid, dicen, tomemos vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como este, o mucho más excelente.” Los pastores eran símbolos de los líderes que no advirtieron a Israel y a Judá cuando había peligro, peligro de la ira de Dios por causa de la idolatría y la inmoralidad. Se alimentaban a sí mismos, buscando su propio provecho, borrachos. Los sacerdotes y los príncipes y los profetas estaban cargados con el deber de corregir los errores del pueblo. Eran las atalayas ciegas o los perros que no ladraban por estar soñolientos.

2. Ezequiel 34:1-6, “no apacentáis a las ovejas. No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada…, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia.” La profecía condena a los reyes de Israel llamándoles “pastores.” Aunque enseñorearon de ellos con dureza y con violencia, les dejó sin cuidado. Descuidaron de lo más importante, su bienestar delante de Dios.

3. Los ancianos, los principales sacerdotes y escribas de los fariseos eran los pastores de los judíos, pero descuidaban de “lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe.” (Mateo 23:23)

4. No entraban por la puerta. Mateo 21:23, “Cuando vino al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a él mientras enseñaba, y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y quién te dio esta autoridad?” Rechazaron al profeta Juan el Bautista y al Hijo de Dios. Ellos mismos hacían a los prosélitos más condenados que cuando andaban en la idolatría. (Mateo 23:13-15)

B. Jesús es la Puerta de las ovejas.

1. Mateo 18:8; 21:31-32, Jesús enseñó cómo entrar en la vida. Regañó a los que hicieron caso de las enseñanzas de Juan el Bautista y de Cristo. Al concluir la parábola de los dos hijos, preguntó “¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios. 32 Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.”

2. Jesús es el pastor que entra por la puerta. Juan 10:2. Es el legítimo pastor de las profecías de Ezequiel 34:24-31, “Yo Jehová les seré por Dios, y mi siervo David príncipe en medio de ellos. Yo Jehová he hablado.” Con todo el poder de Dios a su respaldo, Jesús había demostrado que era y es el Rey David de las profecías.

3. “Las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.” (Juan 10:3-5) El ser oveja de Jesús, uno debe oír y seguir, es decir, obedecer las órdenes del Pastor Jesús, el Rey Jesús.

4. Jesús es la puerta (Juan 10:7-13) porque es Juez. Es Él que perdona y es Él que establece los términos de la salvación. Juan 10:9, “el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.” El concepto de la salvación en esta figura se ilustra por el pasto que las ovejas comen. El alimento es símbolo de la enseñanza, como ya hemos visto en capítulo 6:47-48. Jesús es el pan de vida. Uno debe comerle a Él para tener la vida eterna, o sea creer en Él. En 6:62-69, Jesús dijo, “El espíritu es el que da vida, la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.” ¿Cómo entonces recibe uno la vida? Por oír y obedecer las palabras de Cristo. Eso es lo que significa “creer en Jesús.” Las ovejas se alimentan del pasto que ofrece Jesús, el Buen Pastor cuando oyen y obedecen sus palabras. Así serán salvos.

II. Jesús es el Buen Pastor, Juan 10:11-18.

A. El pastor conoce sus ovejas y las de Él le conocen. (10:14) Se conocen porque guardan la voluntad de Dios.

1. Mateo 7:21-23. Después de enseñar quiénes serían bienaventurados y quiénes no, Jesús declaró, “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos… Y entonces les declararé. Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.”

2. Las ovejas conocen a Cristo porque hacen la voluntad del Padre como el Pastor también hace la voluntad del Padre. Se conocen porque son de la misma forma de pensar y vivir.

B. El pastor pone su vida por las ovejas. (v11, 15)

1. Era común la devoción del pastor para sus ovejas. Al venir el lobo, el león, o el oso, el pastor protegería a sus ovejas con el cayado y con la honda.

2. Ejemplo de David, 1 Samuel 17:34-37.

3. Jesús tenía la misma devoción de pastor a sus ovejas. Sabía que de verdad se entregaría a su vida en la cruz por nosotros sus ovejas.

C. El asalariado deja las ovejas y huye cuando viene el lobo. No le importan las ovejas. (v12-13)

1. ¿Qué salario buscan los asalariados? Mateo 6:2, 5, “los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.”

2. Juan 12:42, “Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en él; pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga. Porque amaba más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.”

3. El lobo es figura del incrédulo quien, por cualquier razón, descuidaba de la carga sobre sus hombros del bienestar de los que ellos gobernaban, y rechazaba al mensajero de Dios, Cristo Jesús.

4. El asalariado es figura de los reyes antiguos de Ezequiel 34 que abusaban del pueblo para servir a sus propios deseos. No pensaban en ser guía de justicia, ni en proteger a su pueblo de los peligros de la idolatría, el peligro de la ira de Dios.

D. El Buen Pastor conoce sus ovejas y ellas lo conocen a Él. (10:14)

1. Aquí encontramos el significado de la palabra “conocer.” Tienen el mismo sentir como el Padre y el Hijo se conocen. Romanos 15:5; 2 Corintios 13:11; Filipenses 2:2-5; 4:2; 1 Pedro 3:8

2. Sabe que el Padre ama a sus “ovejas” y envió a su Hijo para morir por ellas. El Hijo también ama a las ovejas y está de acuerdo con el Padre. Sus propósitos son los mismos.

3. Las ovejas piensan igual. Aman al Padre y están agradecidas por el sacrificio, por el amor que se sacrifica por ellas. Entienden que el Padre y el Hijo son justos y que no puede haber comunión entre ellos cuando hay pecado y rebeldía en el medio. Siguen al Pastor.

E. “También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán mi voz y habrá un rebaño, y un pastor.” Juan 10:16

1. Las otras ovejas son las de las demás naciones del mundo, no de la familia de Israel en la carne. Gálatas 3:28-29

2. “Oirán mi voz y habrá un rebaño, y un pastor.” (v16) Si oyen, obedecen el mando del Pastor también. No hay entrada en el redil de Jesús, si uno no le oye. Debe haber arrepentimiento de los pecados, la conducta corrupta del dominio de las tinieblas. Efesios 2:1-6; 4:20-24; Colosenses 1:13. Deber haber la vida nueva conforme a las enseñanzas de Jesús.

F. “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.” Juan 10:17-18

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