Repasemos otros estudios sobre parafilias y psicopatología sexual publicados en nuestra página.
"Tres ensayos para una teoría sexual" de S. Freud.
. ANALISIS CLÍNICO Y PSICOPATOLÓGICO DE LAS PERVERSIONES SEXUALES : PARAFILIAS. MASOQUISMO Y SADISMO.
. Parafilias: Voyeurismo, escoptofilia.
. Parafilias: Frotismo, froteurismo.
" El fetichismo en el amor". De Alfred Binet.
Krafft-Ebing. Fetichismo, en Psicopatía sexual y parafilias.
Pasión erótica por las sedas. Fetichismo de Clerambault.
Contenido del estudio.
1) Introducción, cuento literario de un fetichista del tobillo. (J.L Día)
2) Tres ensayos para una teoría sexual”. De S Freud
3) Fetichismo de los objetos: El calzado. “Restif”
4) Fetichismo de los pies .
5) Breve repaso histórico a los autores y trabajos prínceps sobre el fetichismo.
6) Aproximación a una teoría explicativa del fetichismo.
7) El fetichismo en la obra de Luis Buñuel. El fetichismos en el arte, en el surrealismo: Dalí y Picasso
8) Fetichismo muñecas, objetos de arte, esculturas. Agalmatofilia.
9) Heni Ey. Études psychiatriques. Étude nº 13. « Perversité et perversions ».
10) Fetichismo y “metatropismo” en Magnus Hirschfeld.
11) Fenomenología existencial de un caso de fetichismo. Medard Bos
12) casos clinicos de fetichismo de Krafft-Ebing, Psychopathia Sexualis
13) Clasificación DSM – 5 FETICHISMO
14) Casos clínicos de fetichismo y conductas penales. Legislación judicial y penal.
15) BIBLIOGRAFIA
1) Introducción y cuento literario de un fetichista del tobillo. (J.L Día)
El fetichismo sexual o fetichismo erótico, es la atracción sexual hacia objetos o partes del cuerpo que convencionalmente no se consideran de naturaleza sexual. El término fetichismo se utilizó por primera vez en un contexto erótico por Alfred Binet en Le fétichisme dans l'amour (1887).
Ver traducción y actualización de JL Día: " El fetichismo en el amor". De Alfred Binet.
“A esto hay que añadir que cada uno es más o menos fetichista en el amor: hay una dosis constante de fetichismo en el amor más regular. En otras palabras, hay un gran y un pequeño fetichismo, como una gran y una pequeña histeria, y esto es lo que le da a nuestro tema – y a nuestra vida - un interés excepcional” sic
La etimología de la palabra La palabra fetiche deriva del francés fétiche, que proviene del portugués feitiço ("hechizo"), que en a su vez deriva del latín facticius ("artificial") y facere ("hacer"). Un fetiche es un objeto se cree que tiene poderes sobrenaturales, o en particular, un objeto hecho por el hombre que tiene poder por encima de los demás. Esencialmente, el fetichismo es la atribución de valor o poderes inherentes a un objeto.
Veamos un cuento literario de JL Día. Fetichismo del tobillo.
"El tobillo está conformado por la tibia, peroné, astrágalo y calcáneo, divididos en dos articulaciones la tibioastragalina y la subastragalina, que permiten la dorsiflexión, flexión plantar y extensión. La articulación tibioastragalina está compuesta por tibia, peroné y astrágalo".
Albert repetía en su cabeza de forma ritual, mágica, los huesos del tobillo, mientras paseaba por las Ramblas de BCL, cabizbajo, ya casi anochecía. El último examen MIR había sido un fracaso, y se veía obligado a recordar la pregunta sobre la articulación del tobillo. ¡otro año más de estudio para sacarse el MIR¡ ¿su ilusión? hacerse psiquiatría ¡Por qué? se preguntaba. "Creo que dentro mi hierven conflictos psíquicos irresolubles, un "yo perverso" sin solución".
Vivía en la pensión “Venecia” de El Raval, un cuarto piso sin ascensor, en el rellano dos prostitutas y un travestí encantador, casi una familia para él. Muchas tardes, el parchís, guiñote y unos wiskis, así se hacían las tantas. ¡luego que no saco el Mir se decía Albert ¡ Por las noches no se perdía la plaza Real, el Ocaña, ya tenía casi mesa reservada, un abrazo con “la Juani y su celosa Puri”, y un toque de huevos como saludo. ¡ay, cuantas sífilis y gonorreas tratadas¡¡ Siempre llevaba encima sus recetas de doxiciclina y de penicilina por si acaso ¡“gracias, Albert, que dios te lo pague con un buen polvo¡¡
A veces las Drag queen terminaban la noche en su casa. Champagne, copas, marijuana hasta las tantas. Albert se emocionaba, pero nunca se quedaba satisfecho con la faena. Con Alexandra se quedaba frio en la cama, “Omne animal post coitum triste” como decía Aristóteles o alguien parecido.
Eres raro Albert, reconócelo. Sus novias no le duraban, no encontraba la magia corporal y espiritual que buscaba. Se fijaba y obsesionaba en la nariz, tipo respingona, levantada, en los hombros redondeados pero no gordos, en las muñecas delgadas, pero no en extremo, las manos delgadas pero carnosas,.. los pies pequeños, las nalgas no excesivas, los pechos indiferentes,....Este Albert veía a la mujer fragmentada en sus partes corporales, como fetiches, y el coito le dejaba frio.
Ese día en el Ocaña actuaba la Juani, Albert pidió un crianza; una joven sentada a su lado balanceaba el pie, mostraba el tobillo al completo, el talón y el zapato quedaban semilibres, oscilando a punto de caer del pie. Un balanceo mágico de excitante belleza. El tobillo fue la clave, de repente como un golpe de inspiración, una revelación, una epifanía, lo entendió todo; había encontrado lo que le faltaba para completar el puzle corporal. ¡¡ Que tobillo ¡¡, fino sin ser delgado en exceso, prolongado en arco perfecto con talón excepcional, así se quedó mirando, extasiado. El talón redondeado, liso, rosado, sin callos ni durezas, y ese balanceo,..como un columpio que insinúa una bella pierna escondida entre la falda,.. se estremeció.
Era el tobillo lo que le faltaba, ese tobillo que se mece a su lado, en armonía con su deseo erótico.
Quiso retenerlo en su vista, imaginarse que lo acaricia con su mano, que lo abarca entre el pulgar e índice, que le coloca una pulsera, una ajorca, o con un fular envolverlo, acariciarlo.
Pensó ponerle unas esposas, “esposar al tobillo” se dijo para sí, y se río de la ocurrencia. Se imaginó besándolo, lamiéndolo, acariciándolo con su pene erecto. Dios, que placer. Pidió otro vino, la Paca le guiño un ojo y le hizo gesto obsceno, Albert le mandó un beso, y dijo: “Aquiles y su talón”, la Paca le sacó la lengua. No se atrevió a hacer una foto con el móvil, si que lo dibujo en su libreta de notas y escribió: “Afrodita, eros, mi salvación”.
Ella le miró y sonrió. Que expresión más risueña, confiada, cómplice, y que nariz, mejillas, ojos, labios carnosos, con sus hombros al descubierto y una falda hippie larga mostrando sus tobillos. Él la miró, no pudo evitarlo: “gracias – añadió- he descubierto sus tobillos”, y ya tengo la solución. ¿Mis tobillos? dijo ella, y se levantó algo la falda, se manoseo su tobillo y talón.,..¿Te gustan?
Pensó morir, el corazón al galope, enrojeció, se estremeció, palideció y después tartamudeo, pidió un Bourbon a la Paca, y como pudo, casi entre lágrimas, añadió: “me emocionan tus tobillos”.
Se vieron varias noches seguidas en el Ocaña, en mesas pegadas. El mismo ritual: balanceo de zapatos sobre el pie a punto de caer, tobillo y talón desnudos, mostrando una belleza simpar.
Al tercer día no pudo evitarlo, Albert se acercó, le dio un beso en los labios con suavidad, sintió la complicidad, y ambos labios como pegados, y acto seguido sostuvo con sus manos el tobillo durante unos segundos, mientras, recuerda, sonaba Manu Chao. Pensó morir de excitación. Ella le miró complaciente, como entendiendo su pasión. La Paca y Blas aplaudieron, y como celebrando el amor levantaron su copa diciendo: “por nuestro amigo Albert y el bello tobillo de la dama”. Acto seguido, levantando la copa, dijo la mujer feliz: “Me llamo Anaïs”. Lo que pasó después se lo pueden imaginar: el tobillo se convirtió en el punto de encuentro donde el fragmento y la totalidad, por fin, se unieron.
Jeff Koons (1955 - ) Fetichismo de los pies. Niagara. Año 2000. Guggenheim, Berlin
2) Tres ensayos para una teoría sexual”. De S Freud
No podemos dejar de leer “tres ensayos para una teoría sexual” de S Freud. En “aberraciones sexuales”, el apartado “Desviaciones relativas al fin sexual”, nos describe y da las claves del fetichismo.
- S. Freud. “Tres ensayos para una teoría sexual”. (1ª ed. 1905, 4ª ed. 1920).Obras completas. Ed. Biblioteca Nueva 1981. pág. 1172 a 1
“Las aberraciones sexuales”
Tipo: Desviaciones relativas al fin sexual.
Como fin normal: la conjunción genital, unión sexual: “coito”.
Ejemplo del “beso”
A). Transgresiones anatómicas de los dominios corporales
- Supervaloración del objeto sexual:
a) Empleo sexual de mucosa labial y bucal.
Ejemplo: “los labios y la lengua entra en contacto con los genitales de la pareja".
¿los genitales objeto de repugnancia?
Típico de los histéricos. (más en mujer)
¡la fuerza del instinto sexual se complace en vencer esta repugnancia¡ (nos dice Freud)
b) Empleo sexual del orificio anal.
¿es la repugnancia lo que imprime a este fin sexual el carácter de perversión?.
¡la misma repugnancia que las histéricas hacia los genitales masculinos¡
¡No limitado a la relación sexual entre individuos masculinos¡
¡su preferencia no constituye nada característico de la inversión¡
c) Importancia de otras partes del cuerpo:
Ninguna variante aporta nada nuevo.
Ejemplo de apoderarse del objeto sexual, la totalidad y sus partes.
d) Sustitución inapropiada del objeto sexual: Fetichismo
El objeto sexual normal, sustituido por otro relacionado con él.
- una parte del cuerpo inapropiada para fines sexuales: los pies, el cabello, etc.
- un objeto inanimado, en visible relación con la persona sexual, y especialmente con su sexualidad (prendas, zapatos, ropa blanca, sedas,....).
(ver “Passion érotique des étoffes chez la femme ». De G.G de Clérambault !
“El fetiche” que en el salvaje encarna a su dios.
- Condición fetichista del objeto (cabello, traje, o hasta deformidad) que lleva al acto sexual. “dueño del interés sexual”.
- Propio del amor, en aquellos estados del enamoramiento en los que el fin sexual normal es inasequible o su realización necesita ser aplazada.
¡Dadme un pañuelo de su pecho,
O una liga que presione su rodilla¡ (Goethe: Fausto)
El caso patológico:
- el fetiche se coloca en lugar del fin sexual normal, suplanta a la persona.
- el fetiche se separa de la persona y deviene por sí mismo único fin sexual.
¿Elección del fetiche? Cita a Binet: Influencia en la infancia de una intimidación sexual, tempranas experiencias sexuales....
- Idea simbólicas, inconscientes para el sujeto.
¿papel del pie, el zapato, las pieles, el cabello...?
Las partes del cuerpo – como nos dice Freud- también pueden ser objeto de fetiches sexuales ( parcialismo ). Una parte corporal, (los pies, las manos, el cabello, la nariz, etc ) cobra exclusividad en la vida sexual y sustituye a la persona en su totalidad.
El fetichista parcial solo busca el fetiche corporal exclusivo, para su satisfacción sexual.
El fetichismo sexual puede considerarse un trastorno de la preferencia sexual o un elemento potenciador de una relación, indispensable para la seducción.
3) Fetichismo de los objetos: El calzado. “Restif”
Fetichismo de los objetos: El calzado.
- Nicolas Edme Restif (o Rétif) de la Bretonne (Sacy 1734 - París), escritor libertino francé, finales del siglo XVIII. Fetichista del calzado femenino, da nombre al retifismo.
Havelock Ellis, siguiendo los estudios psicológicos de Paulin Charpentier y Alfred Binet,9 describió a Restif en 1930 como «el primer caso de fetichismo del zapato y del pie», basando su diagnóstico en Le Pied de Fanchette («El pie de Fanchette», también conocido como «El zapato»), de Restif, publicado en 1769; y anunció el «restifismo» como una «desviación sexual»:10
Nos dice Ellis: “Toda prostituta con experiencia ha conocido a hombres que sólo desean mirar sus zapatos, o posiblemente lamerlos, y que están muy dispuestos a pagar por este privilegio. En Londres se conoce a una persona, así como bootman, en Alemania como Stiefelfrier. El primer caso de fetichismo por los zapatos del que se tiene constancia es el de Restif de la Bretonne (1734-1806). Restif era un sujeto neurótico, aunque no en un grado extremo, y su fetichismo por los zapatos, aunque claramente pronunciado, no era patológico; es decir que el zapato no era en sí mismo una gratificación adecuada del impulso sexual, sino simplemente una ayuda muy importante para la tumescencia, un preludio al clímax natural de la detumescencia; sólo ocasionalmente, y faute de mieux, en ausencia de la persona amada, el zapato se utilizaba como complemento de la masturbación. En los relatos de Restif y en otros lugares la atracción del zapato se discute con frecuencia o se utiliza como motivo …. También se verá que no hay ningún elemento de masoquismo en el fetichismo de Restif, aunque con frecuencia se ha cometido el error de suponer que estas dos manifestaciones suelen o incluso están necesariamente aliadas. Restif desea someter a la chica que le atrae, no tiene ningún deseo de ser sometido por ella. Le deslumbraba especialmente una joven de otra ciudad, cuyos zapatos eran de un corte de moda, con hebillas, «y que además era una persona encantadora».11
- Paulin Charpentier, Restif de la Bretonne. Sa perversion fétichiste;
- Havelock Ellis, Studies in the Psychology of Sex, vol. 2, p. 18 y ss. Y The Intimate Memoirs of Restif de la Bretonne, vol. 5, pp. 12-13.
- El burdel de Estado de Restif de la Bretonne. Paul B. Preciado
Un hombre sumiso adorando el pie de una mujer, de Dresseuses d'Hommes (1931)
La condesa del látigo (1926), ilustración de Martin van Maële
El fetichismo de pies se define como un interés sexual pronunciado por los pies. Para un fetichista de pies, los puntos de atracción pueden incluir la forma y el tamaño de los pies, la planta, los dedos, las joyas (p. ej., anillos , tobilleras , etc.), los tratamientos (como masajes, lavar los pies de la pareja o pintarle las uñas), la vestimenta (p. ej., descalzo , chanclas , náuticos , bailarinas , sandalias , tacones altos , [ 4 ] zuecos , medias , calcetines, etc.), el olor de los pies o la interacción sensorial (p. ej., frotarse el pie, olerlo , hacerle cosquillas, lamerlo, besar, frotar los genitales , etc.). [ 5 ]
Las extensiones de este fetiche incluyen los zapatos , los calcetines , la olfatofilia (fetichismo de los olores) y las cosquillas . Sigmund Freud también consideró el vendaje de pies como una forma de fetichismo, [ 6 ] [ 7 ]
El fetichismo de los olores parece jugar un papel importante en el fetichismo de los pies, y está estrechamente relacionado con él: en un estudio de 1994, se encontró que el 45% de aquellos con un fetichismo de pies se excitaban con calcetines o pies malolientes, lo que lo convierte en una de las formas más extendidas de olfatofilia. [ 9 ]
En casos extremos, un individuo con un interés sexual pronunciado en los pies podría ser diagnosticado con un trastorno de fetichismo (caracterizado por la erotización de objetos no vivos y partes del cuerpo) si presenta los siguientes síntomas: [ 5 ]
· Experimentar fantasías, impulsos o comportamientos sexualmente excitantes recurrentes que involucran el uso de objetos no vivos durante un período de al menos seis meses.
· Estas fantasías, impulsos o conductas provocan una angustia significativa en un entorno social, laboral o personal.
· Los objetos fetiche no se limitan a prendas de vestir o dispositivos utilizados para la estimulación genital.
Frecuencia relativa fetichismo de los pies.
Para estimar la frecuencia relativa de los fetiches, en 2006, investigadores de la Universidad de Bolonia examinaron 381 debates en internet sobre grupos fetichistas, Se concluyó que los fetiches más comunes eran por partes del cuerpo o por objetos que suelen estar asociados con ellas (33% y 30%, respectivamente). Entre quienes preferían partes del cuerpo, los pies y los dedos de los pies eran los más preferidos, con un 47% de los encuestados. Entre quienes preferían objetos relacionados con partes del cuerpo, el 32% pertenecía al grupo del calzado (zapatos, botas, etc.). [ 3 ]
Según Ian Kerner , el fetichismo de los pies es la forma más común de fetichismo sexual relacionado con el cuerpo. [ 10 ]
En agosto de 2006, AOL publicó una base de datos con los términos de búsqueda enviados por sus suscriptores. Al clasificar solo las frases que incluían la palabra "fetiche", se descubrió que la búsqueda más común era "pies". [ 11 ]
El fetichismo de los pies podría ser más común en hombres que en mujeres. Investigadores que utilizaron una agencia de encuestas para realizar una encuesta a la población general belga en 2017 descubrieron que 76 de los 459 hombres encuestados (17%) y 23 de las 565 mujeres encuestadas (4%) respondieron "De acuerdo" o "Totalmente de acuerdo" con el interés fetichista por los pies.
La interpretación de Freud del fetichismo de los pies también involucraba la impresión temprana, pero consideraba el olor de los pies significativo en esto, así como el pie como símbolo/sustituto del pene ( complejo de castración )
Otto Fenichel también veía el miedo a la castración como significativo en el fetichismo de los pies, citando a un futuro fetichista que en su adolescencia se dijo a sí mismo: «Debes recordar esto toda la vida: que las niñas también tienen piernas», para protegerse del miedo. [ 18 ] Cuando el miedo al cuerpo femenino (castrado) es demasiado grande, el deseo no se siente por los zapatos en los pies femeninos, sino por los zapatos de mujer solos, sin mujeres. [ 19 ]
- Otto Fenichel, The Psychoanalytic Theory of Neurosis (London 1946) p. 610–611.
Georges Bataille consideraba que el atractivo de los pies estaba vinculado a su bajeza anatómica ( abyección ). [ 20 ]
- Bataille, Georges (1977). Story of the Eye. New York: Urizen Books.
Algunos de los primeros casos registrados de fetichismo de pies aparecen en los poemas eróticos A una mujer descalza y A un niño descalzo, atribuidos al antiguo escritor griego Filóstrato . [ 24 ] [ 25 ] El dios hindú Brahma se excitó al ver los pies de Parvati en el texto del siglo VIII Skanda Purana . [ 26 ]
· El olor corporal y la atracción sexual
· fetichismo de manos, el parcialismo de manos o queirofilia
5) Breve repaso histórico a los autores y trabajos prínceps sobre el fetichismo.
" El fetichismo en el amor". De Alfred Binet. (ver actualización J L Día)
Alfred Binet propuso un dualismo de "amor espiritual" y "amor plástico" para categorizar los fetiches. El "amor espiritual" se refería a la devoción por fenómenos mentales específicos, como actitudes, clase social o roles ocupacionales; mientras que el "amor plástico" se refería a la devoción exhibida hacia objetos materiales como partes del cuerpo, texturas o zapatos.
Alfred Binet sospechaba que el fetichismo era el resultado patológico de las asociaciones . La presentación simultánea de un estímulo sexual y un objeto inanimado, conduce a que el objeto se conectara permanentemente con la excitación sexual .
Autoerotismo y simbolismo sexual en Havelock Ellis.
Havelock Ellis (1859-1935), estudió medicina en el Saint Thomas's Hospital Medical School, nunca ejerció de forma regular, se unió a la Fabian Society en 1883, (junto a otros reformadores sociales como Edward Carpenter y George Bernard Shaw). Con 32 años se casó con Edith Lees , escritora, sufragista, y “lesbiana”. Según relata en su obra “My life”, Ellis padeció de impotencia hasta que a los 60 años descubrió su Urolagnia.
Su afán de conocimiento, y su ilustración científica sobre la sexualidad, le llevó a escribir entre 1897 y 1910, sus siete tomos sobre "Studies in the Psychology of Sex".
Obra cumbre de la descripción de la conducta sexual humana. Basta decir que fue procesado por ello. (al igual que su contemporáneo Oscar Wilde, por motivos diferentes). Influyó notablemente en la obra de Freud. En 1900, Havelock Ellis planteó la idea revolucionaria de que ya en la primera infancia emergían los sentimientos eróticos y que era la primera experiencia con su propio cuerpo la que determinaba la orientación sexual de un niño.
Krafft-Ebing."psicopatía sexual y parafilias".
Krafft-Ebing. Fetichismo (traducción y comentarios de JL día)
Su inabarcable obra magna: Psychopatia sexualis (Psychopathia Sexualis) (1886), enciclopedia forense de las “conductas sexuales” y de las "perversiones sexuales" . Fue un pionero en clasificar las “perversiones sexuales” según dos tipos:
-Anomalías de elección de objeto (p.ej. fetichismo) y de finalidad (p.ej: sadismo).
-A él le debemos los famosos términos psiquiátricos: “sadismo” (“por el divino marqués de Sade”) y “masoquismo” (por la vida de Léopold von Sacher Masoch)
- Pionero en describir casos de transexualismo como “el caso de Count-Sandor” (a female-to-male transsexual). Su obra influyó en la psicología de Freud-
-Magnus Hirschfeld ( Kołobrzeg, 1868 – Niza 1935)
Medico de Magdeburgo y sexólogo Berlín, activista por “la sexualidad libre”.
"el Einstein del Sexo" y la "Tante Magnesia" ("Tía Magnesia")
Hirschfeld desarrolló la teoría del tercer sexo, (contra la dualidad de género)
Sus trabajos científicos ampliaron los de Karl Heinrich Ulrichs y Richard von Krafft-Ebing e influenciaron los de Havelock Ellis y Edward Carpenter.
- panfleto anónimo Safo y Sócrates, sobre el amor homosexual.
- En 1897 fundó el Comité científico humanitario para defender los derechos de los homosexuales y anular el artículo 175 de la ley alemana. Sólo tuvo apoyo del partido Socialdemócrata. (SPD)
- Entre 1903 y 1904, dirigió encuestas sobre la orientación sexual de estudiantes y trabajadores metalúrgicos, y encontraron una población de 2,3% de homosexuales y 3,4% de bisexuales.
Magnus Hirschfeld describe el atractivo parcial en 1920. El atractivo sexual nunca se originó en la persona en su conjunto, sino que siempre fue producto de la interacción de rasgos individuales, parciales. Afirmó que casi todos tenemos intereses sexuales especiales y, por lo tanto, padecemos un tipo sano de fetichismo, mientras que solo la desatención de la persona y la sobrevaloración de un solo rasgo resultaban en fetichismo patológico. Comportamiento específico del rol de género: las mujeres presentan estímulos sexuales resaltando partes del cuerpo, la ropa o los accesorios; los hombres reaccionan a ellos. Los hombres activos (Don Juan), pasivos, femeninos, también simbolizan erotismo pasivo-agresivo, y fetichista.
Mas sobre Fetichismo normal vs. patológico.
Fetichismo no patológico: “conexiones normales” y “propio del amor normal cierto grado de fetichismo, sobre todo en aquellos estadios del enamoramiento en el que el fin sexual es inasequible o en los que su realización aparece aplazada”. (Freud)
La patología aparece cuando “el deseo hacia el fetiche se fija pasando esta condición y se coloca en lugar del fin moral o, cuando el fetiche se separa de la persona determinada y se deviene por si mismo como un único fin sexual”.
El origen de esta condición psicológica, como ya se ha dicho reside en la infancia.
Consideraciones sobre el pie y el zapato, Freud alude al pie como un “ejemplo antiquísimo de símbolo sexual que aparece ya en el mito”; mientras, el zapato es “correlativamente símbolo de los genitales femenino” (hueco en el que se introduce el píe)” mientras que el tacón representa “el falo masculino” de ahí la considerada “bisexualidad” del zapato freudiana.
Prejuicios “fetichista aparecía como un psicópata que coleccionaba objetos de uso femenino para satisfacer en ellos su lascivia” Josef Rattner en su obra ‘Psicología y patología de la vida amorosa’. Fue Freud y su psicoanálisis, el que ‘descriminalizó’ las prácticas fetichistas diferenciándolas entre las “normales” y las “patológicas”.
Algunos datos epidemiológicos. Básicos.
Epidemiologia, muestras clínicas sobre fetichismo. En relación con el tipo de fetiche, objeto: los tipos de fetiches pueden incluir ropa, artículos de goma y caucho, cuero, calzado, materiales o telas. Articulo clásico de Chalkley et al. 9 48 casos atendidos en clínica: edad media de 28 años; 47 de 48 eran hombres; más de la mitad tenía interés en la ropa y casi una cuarta parte, en el cuero. Entre estos 48 individuos, el número total de fetiches fue de 122. De los 48 individuos, 17 tenían solo un fetiche; nueve tenían dos fetiches; 12 tenían tres fetiches; seis tenían cuatro fetiches; y uno tenía cinco, seis, siete y nueve fetiches cada uno. El estudio confirma que es más común en los hombres. (ver Pasión erótica por las sedas. Fetichismo de Clerambault. Se documentan tres casos de mujeres que padecen fetichismo por las sedas.
Gosselin et al. 10 observaron que quienes tenían un fetiche por el caucho y por el cuero puntuaron alto en introversión cuando se los comparó con aquellos con tendencias sadomasoquistas. Weinberg et al. 8 estudió a 262 miembros fetichistas de los pies de una sociedad. Informó que entre los hombres homosexuales, el fetiche de los pies no era infrecuente. Los datos de prevalencia a menudo son limitados y son dificiles de extrapolar a partir de series de casos o informes de casos. En un resumen de 2450 individuos en Suecia, se encontró que los hombres y aquellos que tenían niveles más bajos de satisfacción con la vida y consumían drogas o alcohol eran más propensos a tener comportamientos fetichistas. 11 , 12 Langstrom et al. 13 observaron fetichismo travestista en el 0,4% de las mujeres y el 2,8% de los hombres. Estos individuos (con fetiche) mostraron tasas más altas de lo esperado de separación de sus padres en la infancia y también mostraron altos niveles de excitación sexual y masturbación.
Nuestra casuística se basa en casos particulares y en ocasiones con implicaciones legales.
6) Aproximación a una teoría explicativa del fetichismo.
Teorías psicodinámicas:
-Ver S. Freud y cols. Basadas en desarrollo sexual: fase oral, anal, fálica. Temor a la castración, desplazamiento zonas erógenas y negación, miedo al coito. Autoerotismo infantil, perversidad polimorfa, Edipo, tabús infantiles, vida onírica, fantasías, represión sexual, simbolismo sexual, suplencia sexual, etc.
-Repasar las perspectivas psicodinámicas de Kernberg 14 para las «perversiones». a) Desviación del fin de forma permanente, b) afectación relaciones objetales, una distorsión paranoide de las imágenes parentales tempranas, fijación objetal, represión y c) regresión, que transforma la relación simbólica con el falo genital, temor castración
Donald Woods Winnicott (1896 - 1971) pediatra y psicoanalista inglés , la teoría de las relaciones objetales ( ver Sándor Ferenczi. Harry Stack Sullivan, y Melanie Klein) y la psicología del desarrollo ver: yo verdadero y el yo falso , el padre "suficientemente bueno" y el objeto transicional .
-En 1951, Donald Winnicott presentó su teoría de los objetos y fenómenos transicionales. Las acciones infantiles como chuparse el dedo y objetos como los peluches son la fuente de múltiples comportamientos adultos, entre muchos otros el fetichismo.
El uso de un objeto transicional en la infancia es una experiencia saludable (Winnicott, 1953).
En su artículo «Objetos y fenómenos transicionales», Winnicott afirma sobre el fetiche: «El fetiche puede describirse como la persistencia de un objeto o tipo de objeto específico, que data de la experiencia infantil en el campo transicional, vinculado con el delirio de un falo materno» (Winnicott, 1953). En relación con el objeto transicional, el bebé pasa del control omnipotente (mágico) al control mediante la manipulación (que implica erotismo muscular y placer de coordinación).
El objeto transicional puede eventualmente convertirse en un objeto fetiche y, por lo tanto, persistir como una característica de la vida sexual adulta (Winnicott, 1953).
Teorías cognitivas/conductuales para explicar el fetichismo.
Teoría de la asociación de estímulo/respuesta. Reflejos condicionados, desplazamiento, refuerzos positivos, negativos, retroalimentación, aprendizaje. “La impronta”.
La psicología moderna asume que el fetichismo es condicionado , por impronta o resultado de una experiencia emocional intensa (es decir, traumática).
- Bancroft J. Clarendon Press; Oxford: 1974. “Deviant Sexual Behaviour”
- La Torre R. Devaluation of the human love object: heterosexual rejection as a possible antecedent of fetishism. J Abnorm Psychol. 1980;89:295–298.
Factores culturales y sociales en el fetichismo. La cultura y la socialización influyen en el deseo sexual humano. Ciertas culturas otorgan gran importancia a ciertas partes del cuerpo y a ciertas prácticas sexuales, a fetiches específicos. 20 La consecuencia del patriarcado y el control masculino en muchas sociedades, hace que la sexualidad femenina se vea subyugada y sea más propensa a verse afectada por factores sociales y culturales. 21
- Wise T.N. Fetishism: etiology and treatment: a review from multiple perspectives. Compr Psychiatr. 1985; May-Jun;26(3):249–257.
- Bauermeister R. Gender differences in erotic plasticity: the female sex drive as socially flexible and responsive. Psychol Bull. 2000; May;126(3):347–37
Darcangelo sugiere que los estudios sociobiológicos indican que el fetichismo también se observa en primates. Darcangelo S. Fetishism: psychopathology and theory. In: Laws D.R., O'Donohue W.T., editors. Sexual Deviance. Guilford Press; NY: 2008. pp. 119–13
Factores biológicos implicados en el fetichismo:
Para Ramachandran 22 la región cerebral que procesa la información sensorial de los pies es anexa a la región de la estimulación genital, existiendo conexión entre ambas. Epstein 23 propuso que el fetichismo pudiera basarse en un componente reflejo en la región temporolímbica del cerebro y, aunque suele estar inhibido, puede liberarse en ciertas circunstancias, como una lesión cerebral.
- Ramachandran V.S. Phantom limbs, neglect syndrome, repressed memories and Freudian psychology. Int Rev Neurobiol. 1994;37:291–333.
- Epstein A.W. The phylogenetics of fetishism. In: Wilson G., editor. Variant Sexuality: Research and Theory. Croom Helm; London: 1987
Aspectos orgánico cerebrales no deben ser obviados en formas de fetichismo tardío, asociado a daño cerebral, enfermedad SNC, toxicidad, sustancias psicoactivas, afectación orgánica de la personalidad. (ver protocolo JL Día)
7) El fetichismo en la obra de Luis Buñuel. El fetichismos en el arte, en el surrealismo: Dalí y Picasso
"De niño me gustaba ponerme las ropas de mi madre, y a veces las combinaba con las de mi padre... Tal vez durante un tiempo he tenido un gusto por el transvestismo fetichista, o por el disfraz"...[1]... [1] Tomás Pérez Turrent y José de la Colina: Buñuel por Buñuel. Plot, 1993, Pág.:118
En “la edad de oro”, Luis Buñuel.
L'âge d'or, película surrealista, de 1930 de Luis Buñuel con de Salvador Dalí.[1]
“L'Âge d'Or es también —y sobre todo— una película de amour fou (amor loco), de un impulso irresistible que, en cualesquiera circunstancias, empuja el uno hacia el otro a un hombre y una mujer que nunca pueden unirse."
La agalmatofilia como recurso ante el fracaso amoroso carnal.
Es muy significativa la secuencia en que Lya Lys, tras quedarse sola en el jardín, abandonada, chupa el pie de la estatua de mármol.
Lya Lys seudónimo de Nathalie Margoulis, besa los pies de una estatua en el jardín tras quedarse sola, abandonada por su pareja. En "La edad de oro" ( L'âge d'or) ,Luis Buñuel. 1930
El fetichismo de Buñuel está relacionado, sobre todo, con los pies, las pantorrillas y los zapatos de tacón alto:
Yo no soy fetichista del pie, pero en muchas películas mías sale mucho el pie[5].
Algunos críticos me llaman "pedófilo"... Ya desde La edad de oro, donde la protagonista chupaba el dedo gordo del pie de una estatua... Todos somos un poco fetichistas. Aunque algunos exageran [6]... [6] Tomás Pérez Turrent y José de la Colina: Buñuel por Buñuel. Plot, 1993, Pág.:52
Él, película mexicana de 1953, de Luis Buñuel. Francisco Galván es un hombre soltero, religioso, de buena posición social y virgen. Un Jueves Santo, en la iglesia, durante la ceremonia del lavatorio de los pies, su mirada divaga por los peregrinos hasta que bruscamente se detiene en los pies de Gloria. A partir de ese momento la buscará y enamorará. El amor que parece nacido de la locura no parará nunca, el fetichismo se añadirá a la celotipia y del protagonista.
La secuencia de apertura de Él, con el lavatorio de pies. L. Buñuel. 1953.
Pies de lo monaguillos. Película "Él" L. Buñuel 1953.
Diario de una camarera (Luis Buñuel, 1964) “Le journal d'une femme de chambre” , película francesa de Luis Buñuel.
"Siempre he sido sensible al andar de las mujeres, así como a su mirada. En Memorias de una camarera, durante la escena de los botines, tuve un verdadero placer en hacerla caminar y en filmarla. Cuando anda, su pie tiembla ligeramente sobre el tacón del zapato. Inquietante inestabilidad. Actriz maravillosa, yo me limitaba a seguirla, corrigiéndola apenas. Ella me enseñó sobre el personaje cosas que yo no sospechaba.[10]
[10] Luis Buñuel: Mi último suspiro, Plaza & Janés, 1982, pág. 234
Con Diario de una camarera he querido abordar la introspección sobre la mentalidad y la moralidad de la burguesía francesa de provincias en torno a los años 30. La moral burguesa es lo inmoral para mí, contra lo que se debe luchar. La moral fundada en nuestras injustísimas instituciones sociales, como la religión, la patria, la familia, la cultura, en fin, los llamados "pilares de la sociedad". En lo que respecta a Diario de una camarera, creo que contiene muchos de los temas que me son naturales y que reflejan mis intereses más auténticos
La novela es sólo un punto de partida. En ella, Célestine sirve en muchas casas consecutivas. Preferí concentrar los episodios que me interesaban en una sola casa. Añadí un elemento de otro episodio: el viejo fetichista.[3]
[3] Buñuel se equivoca. El viejo fetichista sí es de ese episodio. Tomás Pérez Turrent y José de la Colina: Buñuel por Buñuel. Pág. 133
El anciano Sr Rabaur fascinado por los botines de Célestine. ("Diariro de una camerera". L. Buñuel)
El anciano Sr. Rabaur muere abrazado a los botines de Célestine. ("Diariro de una camerera". L. Buñuel)
Preguntado, Luis Buñuel refiere: "Yo no soy fetichista del pie, pero en muchas películas mías sale mucho el pie. Algunos críticos me llaman "pedófilo"... Ya desde La edad de oro, donde la protagonista chupaba el dedo gordo del pie de una estatua... Todos somos un poco fetichistas. Aunque algunos exageran... Puedo tener esa obsesión, como la de los insectos... En realidad, los pies y los zapatos, de hombre o de mujer, me dejan indiferente. Me atrae el fetichismo del pie como elemento pintoresco y de humor. La perversión sexual me repugna, pero puede atraerme intelectualmente". Tomás Pérez Turrent y José de la Colina: Buñuel por Buñuel.
El fetichismo en el arte de Picasso y Dali.
Hacia 1906, al visitar el museo de Etnografía del Trocadéro en Paris, el joven Picasso tuvo la revelación de su vocación . Lo cuenta a André Maltaux :
“Todos los fetiches servían para lo mismo. Eran armas. Para ayudar a la gente a dejar de obedecer a los espíritus, a volverse independientes. Herramientas. Si les damos una forma a las herramientas, nos hacemos independientes. Los espíritus, el inconsciente ( aún no se hablaba mucho de él) , la emoción . Es lo mismo. Entendí por qué yo era pintor.”
“los amuletos, las máscaras o los talismanes , era un exorcismo contra la ignorancia, un instrumento de liberación
El objeto surrealista, ¡ Honneur à l’objet !. Dali.
Titulada actualmente Bandeja de objetos, 1968 en Nueva York.
Fetichismo erótico asociado al pie femenino: en la caja de Dali, se recrea un zapato de mujer, un vaciado en yeso de un pie y una piedra calcárea con forma de pie, entre otros.
8) Fetichismo muñecas, objetos de arte, esculturas. Agalmatofilia.
Cuando el objeto artístico suple a la corporalidad humana.
La agalmatofilia, parafilia de deseo sexual y amor hacia una estatua, muñeco, maniquí u objeto figurativo similar.
Richard von Krafft-Ebing registró en 1877 el caso de un jardinero que se enamoró de una estatua de la Venus de Milo y fue descubierto intentando tener relaciones sexuales con ella.[4]
El amor hacia una estatua: Pigmalión y Galatea.
Mediante la intervención de Afrodita, Pigmalión soñó que Galatea, su obra escultórica, cobraba vida. En la obra Las metamorfosis, de Ovidio, se relata así el mito:
- "Pigmalión se dirigió a la estatua y, al tocarla, le pareció que estaba caliente, que el marfil se ablandaba y que, deponiendo su dureza, cedía a los dedos suavemente, como la cera del monte Himeto se ablanda a los rayos del Sol y se deja manejar con los dedos, tomando varias figuras y haciéndose más dócil y blanda con el manejo. Al verlo, Pigmalión se llena de un gran gozo mezclado de temor, creyendo que se engañaba. Volvió a tocar la estatua otra vez y se cercioró de que era un cuerpo flexible y que las venas daban sus pulsaciones al explorarlas con los dedos". Pigmalión por Jean-Baptiste Regnault, 1786,
La agalmatofilia puede también incluir el pigmalionismo (del mito de Pigmalión) que denota amor por un objeto de creación propia
Expresión artística y poética del amor hacia las obras de arte, esculturas. Abu Tammam Galib Ibn Rabah al-. Hayyam.
Es una estatua de mármol vanidosa
de un cuello cuya tez sonrosada y blanca
es de una extrema belleza.
Tiene un niño, aunque no ha conocido esposo
ni sufrido los dolores del alumbramiento.
Sabemos que es de piedra,
pero nos vuelve locos de amor
con sus lánguidas miradas.
(Abu Tammam Galib ibn Rabah al-Hayyam / siglo XI) Poesía y cultura en al-Andalus - Biblioteca Virtual de Literatura
https://www.bibliotecatrazegnies.es › poesiaycultura
Textos, literatura del amor, deseo erótico, atracción sexual hacia el objeto de arte, la escultura.
- De l'agalmatophilie ou L'amour des statues Por Laura Bossi Éditeur ECHOPPE
Y cine, películas del amor erótico hacia un maniqui.
- Tamaño natural ( Grandeur nature) 1974, dirigida por Luis García Berlanga.
Michel (Michel Piccoli) encuentra un maniquí del que se enamora y decide divorciarse de Isabelle. En su delirio, llega a escenificar una boda y grabar en video sus mejores momentos. Sin embargo Michel descubre las infidelidades de su maniquí con varios hombres, y acaba simbólicamente con la vida de la muñeca.
La muñeca de Kokoschka (creada por Hermine Moos 1918 - 1919) La muñeca representación a tamaño natural de Alma Mahler. (viuda de Gustav Mahler) Amor del pintor y poeta Oskar Kokoschka (1866- 1960)
"Ayer envié un dibujo a tamaño natural de mi amada y le pedí copiar esto con mucho cuidado y convertirlo en realidad. Ponga especial atención a las dimensiones de la cabeza y el cuello, a la caja torácica, la rabadilla y las extremidades. Y tome en serio los contornos del cuerpo, e.g., la línea del cuello a la espalda, la curva del vientre. Por favor permita a mi sentido del tacto disfrutar en aquellos lugares donde las capas de grasa o músculo repentinamente dan paso a una cubierta fibrosa de piel. Para la primera capa (interior) por favor use pelo de caballo fino y rizo; debe comprar un sofá viejo o algo similar; tenga el pelo de caballo desinfectado. Entonces, sobre eso, una capa de bolsas rellenas de plumón; algodón para el trasero y los senos".
"la boca de la muñeca debe abrirse, así como tener dientes y lengua, adquiriendo por otro lado lujosos trajes parisinos para poder vestirla, que cuando la vea y la toque imagine que tengo a la mujer de mis sueños frente a mí".
Mi «Mujer Silenciosa», como si fuese una persona de carne y hueso. Kokoschka llevaba consigo a "su mujer silenciosa" a la ópera, celebraba fiestas en su nombre, e incluso contrató a una doncella para que la vistiese y la atendiese.
La muñeca de Kokoschka fue una obra creada entre 1918 y 1919 por Hermine Moos a petición del pintor Oskar Kokoschka. La muñeca, representación a tamaño natural de Alma Mahler,
La agalmatofilia es una parafilia consistente en sentir deseo sexual hacia una estatua, muñeco, maniquí u otro objeto figurativo similar.
9) Fetichismo. Heni Ey. Études psychiatriques. Étude nº 13. « Perversité et perversions ».
Heni Ey. Études psychiatriques. Aspects séméiologiques. Étude nº 13. « Perversité et perversions ». III. - LES PERVERSIONS « PARTIELLES » Les PERVERSIONS SEXUELLES. Editado por : Desclée de Brouwer & CIE Paris. Año : 1950
Henri Ey (1900 - Banyuls-dels-Aspres, 1977) psiquiatra Catalano-francés, maestro de varias generaciones, fundamental por su “Tratado de Psiquiatría” y por su enseñanza de casos clínicos en la biblioteca del hospital Sainte-Anne, y hospital psiquiátrico en Bonneval, ver bibliografía indispensable.
-Tratado de Psiquiatría, Editorial Masson, 1995.
-Hallucinations et Délire, Alcan 1934. réédité: Ed.: L'Harmattan; 2000,
-Études psychiatriques : Desclée de Brouwer t.I, 1948,
-Traité des hallucinations, Masson 1973, 2 tomes., 2004 (Tchou), Réédition T.1, Ed.: Bibliothèque des Introuvables, 2006, Tome 2, Ed.: Bibliothèque des Introuvables, 2006
-Schizophrénie: études cliniques et psychopathologiques, Ed.: Empecheurs Penser en Rond, 1996, I
-Défense et illustration de la psychiatrie, Masson 1977.
Henri Ey. -Tratado de Psiquiatría, Editorial Masson, 1995.
Lacan, Pierre Mâle y Henri Ey, (1966). Connaisance de l'Inconscient en L'Inconscient. 13-16. VI Colloque de Bonneval. Ed: Desclée de Brower.
Fetichismo. Heni Ey.
Si el "objeto" libidinal es completamente inusual, neutral o contingente respecto de su poder "fisiológico" de excitación erótica, se llama "fetiche". En él, la libido se deposita de forma apasionada, mágica y, en las formas más típicas, exclusiva. Todo el mundo conoce las fantasías de RESTIF DE LA BRETONNE (2) sobre este tema. Algunos fetiches fragmentan el cuerpo de la pareja para centrarse sólo en su representación plástica (pigmalionismo, fotografías, etc.) o en una parte de sus partes (pechos, glúteos, pies, cabello, etc.) o incluso en su ropa (pañuelos, medias, pantalones, zapatos, guantes, joyas, corsé, etc.). Otros desplazan el valor objetual con el que invisten a los objetos inanimados (telas, sedas, cueros, pieles, pan, etc.) hasta tal punto que su significado erótico escapa completamente al observador. Así es como los fetiches más extraños pueden convertirse en objetos de coleccionismo desconcertante (3). Algunas formas de fetichismo, por el contrario, se fusionan con las fantasías de otras perversiones (el ano para los homosexuales masculinos, los cinturones o látigos para los sádicos, la coprofilia para los masoquistas y los sádicos anales, etc.). También se puede dar un valor “fetichista” a situaciones sociales o incluso a simples “posiciones” corporales. Así, un paciente de DE SAUSSURE (4) experimentaba un placer particular, que llegaba hasta el orgasmo, al acostarse boca abajo.
- 1. Cf. KRAFT EBING, Psychopatia sexualis (Psychopathia Sexualis) (1886) . En esta recopilación de la perversión sexual, encontraremos ejemplos extraordinarios de fetichismo (fetichismo de la nariz, de las pelucas, de las orejas, de la cojera, de los muñones de los amputados, de las rosas, etc.) ver:
- Krafft-Ebing."psicopatía sexual y parafilias".
- Krafft-Ebing. Fetichismo, revisión y traducción de JL Día .
2. RESTIF DE LA BRETONNE, « Le joli pied », Paris, 1785. 3.
3. CaDET, Le Collectionnisme, Thèse, Paris, 1921.
4· O. SAUSSURE, Fragments d'une analyse d'un pervers sexuel, Revue française de Psychanalysel 1930 t, III, pp. 631-689.
Se puede decir que el "comportamiento fetichista" puede extenderse a casi toda la psicopatología de las perversiones sexuales en la medida en que consisten en desplazamientos libidinales. Es así como O. SCHWARZ considera en última instancia la homosexualidad como un fetichismo de una parte del cuerpo del mismo sexo.
Si queremos ser estrictos, debemos definir el fetichismo por la concentración de la libido en un "objeto" de idolatría separado del campo libidinal hasta el punto de parecerle extraño.
El fetiche es la otra cara de un tabú, es un tabú positivo. El caso de Konrad Schwings, analizado con tanta penetración por M. Boss (1), es bastante demostrativo a este respecto. Se trataba de un fetichismo del guante de mujer, con un horror angustioso al sexo femenino ligado a un intenso complejo de Edipo y castración; El fetichismo afectó en este hombre el valor de un verdadero "culto", de un "misticismo". Y es por eso que el autor critica la concepción de GEBSATTEL (2). Para este último, que aceptó las ideas de Hirschfeld sobre la función de "atracción parcial" (Teilanziehung) del fetiche, el fetichismo es una "inversión" o una "deformación" del amor: mientras que la pasión amorosa normal se dirige hacia la totalidad de su objeto, el fetichismo es un erotismo de la parte y el símbolo de la parte. Baste decir que para GEBSATTEL el fetichismo es una distorsión artificial del amor, mientras que para Mr. Boss el fetiche es objeto de una adoración "real". Pero, como indica GEBSATTEL, los "parafílicos", ya sean coprófilos o apegados a cualquier objeto, no tienen una simple tendencia hacia el objeto, su perversión pasa necesariamente por un foco de valores libidinales que invierte el sentido erótico de los objetos. La coprofilia, dice, no tiende a contentarse con el contacto excremental, sino que inviste a este contacto con un significado destructivo de los valores eróticos.
- En: Foucault, Michel. Ludwig Binswanger y el análisis existencial: Siglo XXI Editores Argentina, 2022.
Sea como fuere —y los análisis de V. GEBSATTEL nos parecen, incluso después de los de Medard Boss (aunque no a la luz de ellos) exactos—, el valor erótico o exclusivo de los fetiches ha sido profundizado por la escuela freudiana. Es de un "objeto" perdido o deseado que el "fetiche" parece ser el símbolo. Y a este respecto, Freud (3) ha demostrado que es la mayoría de las veces el símbolo del falo. El "pie calzado" sería el símbolo del órgano de la "madre fálica". Para la mujer, el fetiche, según V. GEBSATTEL, sería "la mujer misma". De acuerdo con la opinión de E. Strauss (4), hay que distinguir entre un fetichismo masculino activo y extraño (aktiven Freundfetichismus) y un autofetichismo femenino pasivo (Passiven Autofetichismus). Naturalmente, la inversión libidinal del biberón, del chupete, del pulgar, del juguete para el niño representa para los psicoanalistas (5) el prototipo del apego fetichista. El erotismo excremental del niño no podía dejar de ser percibido por los psicoanalistas desde la perspectiva del simbolismo de la plata o del oro. El niño, como el rey Midas, transforma sus heces en "oro", y sabemos que este simbolismo representado en el Jardín de las Delicias de Hieronimus BOSCH en toda su crudeza, es una de las constantes colectivas de la humanidad. Así, la perversión fetichista está ligada "naturalmente" al robo o a la apropiación de dinero o de algún otro objeto con la función de símbolo libidinal (1)
- Erwin Straus (1891-1975, Lexington, Kentucky) fue un fenomenólogo y neurólogo medicina antropológica y psiquiatría, un enfoque holístico.
- Phenomenology: Pure and Applied (1964, Duquesne University Press)
- Phenomenological Psychology (1966, Basic Books)
- Psychiatry and Philosophy (1969, Springer)
- Victor-Emil von Gebsattel (*1883 - 1976 ) psiquiatra, fenomenólogo, psicoterapeuta, periodista, filósofo y escritor. medicina antropológica, alumno de Theodor Lipps y de E. Kraepelin.
- Cuerpo sexual y impulso sexual. Observaciones sobre una antropología de la vida sexual. En: Psique. Volumen 6, 1953.
- Imagen del hominis. Aportaciones a una antropología personal. Schweinfurt 1964; Salzburgo 1968.
La "cleptolagnia", (cleptomanía y fetichismo) es decir, la voluptuosidad de la huida, había sido percibida por ciertos autores que se han ocupado del robo patológico (2). Sin embargo, ni Kraft Ebing, ni M. Boss, ni, por supuesto, Antheaume, que parece haberse encargado de escotomizar el problema, han visto las relaciones profundas que a menudo unen el acto de robar y los impulsos sexuales. H. ELLIS atribuye a LACASSAGNE, un "pionero del genio", haber comprendido "que el robo puede ir acompañado de excitación sexual debido al resplandor emocional del miedo a ser atrapado y que es este elemento voluptuoso el motivo del acto". Fue Steckel, el primero y más completo que estudió la raíz sexual de la cleptomanía. Desde entonces, los trabajos de Mary Chadwick (4), Healy (5) y Havelock Ellis, etc., han desarrollado en gran medida esta forma de ver en el país anglosajón a la luz del psicoanálisis (6).
Pudimos observar el caso de un ladrón que se sometió a nuestra pericia y que voló en la angustia de un orgasmo irresistible, panes largos y partidos. La fantasía edípica de la "madre fálica" era evidente y el robo satisfizo tanto su libido como su culpa. Los factores inconscientes del impulso neurótico de robar se encuentran, en efecto, como en este caso, en el determinismo compulsivo del acto de apoderarse de un "objeto", de incorporarlo, cuando se trata de un objeto que no te pertenece, cuando es fuertemente deseado y prohibido y, por lo tanto, mágicamente investido de un valor fetiche, un deseo irresistible de poseerlo y de ser castigado por esta apropiación.
Sin duda el acto sexual onanista, homosexual, fetichista, etc., se modifica profundamente en su forma, ya que expresa el deseo de encontrar una salida libidinal fuera del contacto de los órganos sexuales de un ser del sexo opuesto. Pero es todavía en la esfera genital donde se desarrollan los actos o fantasías de los que depende el orgasmo. Y, con todo, la figura erótica esencial se mantiene, a pesar del cambio en su objetivo, el del placer sexual.
Tras el estudio del fetichismo, - nos dice Henir Ey- “Vamos a considerar ahora las perversiones en las que es la modalidad de sentir, de experimentar la voluptuosidad la que se trastoca profundamente. Es a través de la paradójica "sinestesia" que vincula lo erótico con otras sensibilidades que se definen estos "metatropismos" (Hirschfeld), estas voluptuosidades extrañas y a veces horribles o repulsivas, mediante las cuales se erotizan las sensaciones más extrañas o incluso las más contrarias al placer sexual, se referirá a continuación a la Algolagnia (sadomasoquismo).
ver: ANALISIS CLÍNICO Y PSICOPATOLÓGICO DE LAS PERVERSIONES SEXUALES : MASOQUISMO Y SADISMO.)
1. Cf. par exemple le travail de Fritz WITTELS, in Journal of Criminal Psychopathology, octobre 1942.
2. LASÈGUE, « Le vol aux étalages », Archives générales de Médecine, 1880; LACASSAGNE, Vol pathologique dans le grand magasin, Congrès d'Anthropologie criminelle, Genève, 1896; DUBUISSON, Les voleurs de grand magasin, Archives d'Anthropologie criminelle, janvier 1903; Dupouy, Kleptomanie, Journal de Psychologie, 1905; CODET, Essai sur le collectionnisme, Paris, 1921. HAVELOCK ELLIS, La cleptolagnie, Études de Psychologie sexuelle, t. XIV, trad. franç., Paris 1933.
10) Fetichismo y “metatropismo” en Magnus Hirschfeld.
Magnus Hirschfeld (1868-1935) fue un médico y sexólogo, filosofo, activista sexual. judío alemán ver: Safo y Sócrates (1896).
Defensor declarado de las minorías sexuales, fundó el Comité Científico-Humanitario y la Liga Mundial para la Reforma Sexual . Estableció su clínica de Berlín-Charlottenburg durante la era de Weimar y fue uno de los primeros activistas LGBT .
Hirschfeld es considerado uno de los sexólogos más influyentes del siglo XX. Fue perseguido por los fascistas y por los nazis por ser judío y homosexual. Fue agredido por activistas del movimiento Völkisch en 1920, y en 1933 su Instituto de Ciencias Sexuales fue saqueado y sus libros quemados por los nazis. Hirschfeld se vio obligado a exiliarse en Francia, donde murió en 1935. Ver bibliografía básica.
-Steakley, James D. The Writings of Magnus Hirschfeld: A Bibliography. Toronto: Canadian Gay Archives, 1985
-Sappho and Socrates Translated by Michael Lombardi-Nash. (1896; Jacksonville, FL: Urania Manuscripts, 2019).
-Transvestites: The Erotic Drive to Cross-Dress. Translated by Michael A. Lombardi-Nash (1910; Amherst, NY: Prometheus Books, 1991).
Soldados Nazis vacían la biblioteca del Dr Hirschfeld, 1933, para su futura quema de libros
Fiesta de disfraces en el Instituto de Investigación Sexual de Berlín. Fecha y fotógrafo desconocidos. Magnus Hirschfeld ( con gafas ) se toma de la mano de su pareja, Karl Giese ( centro ).
El hechizo sexual, según Hirschfeld, no parte nunca de la totalidad de la persona, sino de señas particulares de la personalidad. Hechizo o atracción parcial. Preferencia por personas delgadas o gordas, de cabellos largos o cortos, oscuras o claras de piel, de ojos azules o castaños, etc.
“El número de los fetiches es ilimitadamente grande. Desde la cabeza hasta el pie no hay una manchita sobre el cuerpo, ni un plieguecito de ropa desde le sombreo hasta el zapato del que no pueda proceder un estímulo fetichista” (Hirschfeld. 1920)
El fetichismo sano se acabaría cuando la atracción de lo parcial – ya fuese la lengua o la trenza- se hiciera tan extrema y separada de la persona que ésta ya no tuviera importancia.
Tatuajes y joyas se constituyen también en un terreno, según Hirschfeld, “que está determinado por el goce fetichista más de lo que se cree…esta búsqueda de nuevos estímulos, fuertemente sometidos a la transformación, domina la moda, las costumbres, y frente a ella el cuerpo humano, en la condición natural, está en una situación difícil” (Hirschfeld, 1930)
Hirschfeld traduce el prefijo meta de modo personal por “invertido”, “contra”, de hecho, significa “después, detrás”.
Si caracterizamos el comportamiento normal de los sexos entre ellos como tropismo sexual podemos llamar “metatropismo” al comportamiento anormal en el que la mujer desempeña el papel activo y el hombre el pasivo (Hirschfeld, 1917)
Con la noción de “metatropismo” Hirschfeld intenta reemplazar la concepción ya bien establecida de sadismo-masoquismo de Krafft-Ebing
11) fenomenología existencial de un caso de fetichismo. Medard Bos
Análisis desde la fenomenología existencial de un caso de fetichismo.
Foucault, Michel. Ludwig Binswanger y el análisis existencial: Siglo XXI Editores Argentina, 2022.
Fetichismo. Caso clínico de Konrad Schwing , por el psiquiatra, fenomenológico, existencialista Medard Boss.
…” Konrad Schwing es el hijo mayor de un hogar que vive sin armonía. El padre, muy ausente, solo aparece por la casa en muy contadas ocasiones. La madre, orgullosa y altanera, lleva una vida mundana que le impide cuidar de sus hijos. Nunca quiso a su hijo mayor. Y muestra su aversión: no soporta que él la toque y, cuando debe abrazarlo por necesidad social, se le crispa la cara. Konrad, enviado muy tempranamente a un internado, no tiene buenas relaciones con sus compañeros; se encierra cada vez más en un mundo de imaginaciones y fantasías.
En su primera infancia, sentía gran ternura por todas las niñas: en la calle, podía llegar a besar a una completa desconocida. Pero en el momento de la pubertad, solo le provocaban excitación sexual las mujeres que vestían prendas de cuero y pieles. Cuando entraba en contacto con objetos de ese tipo, “el mundo entero se metamorfoseaba” y la prenda “irradiaba un esplendor luminoso” que parecía dirigirse hacia él.
Dice que “el Dios Eros cobra forma en esos guantes”. En sí misma, una mujer ya no tiene para él ninguna significación sexual. Cuanto más de inmediato concierne a la sexualidad una parte del cuerpo femenino, más lo sume en un estado de terror la representación de un contacto concreto con él. No puede pensar en un con tacto sexual inmediato sin tener un sentimiento de culpa tan intenso como en ocasión de un sacrilegio. En contraste, los guantes y las botas “idealizan, estilizan” las formas humanas: “Un retazo de cuero que una mujer lleve encima borra los contornos precisos del cuerpo; todo se vuelve claro y luminoso; uno ve hasta el cielo y cree tener delante a la diosa del amor”.
A los 31 años queda cautivado por una joven cuyo parecido con su madre resulta insoslayable; él es el único que no lo nota. Después de mucho insistir, logra casarse con ella, convencido de que su mujer lo seguirá a su “reino mágico”. En los hechos, ella solo se presta al fetichismo contra su voluntad. Según Konrad, la joven “carece de imaginación” y se complace demasiado en permanecer en “el mundo de las cosas habituales”.
Es importante señalar que en Konrad encontramos muchos sueños incestuosos con la madre, pero ninguno de ellos tiene marcas de fetichismo. A esas escenas de incesto suelen seguir escenas de juicio en que se lo condena a suplicios físicos (por ejemplo, el descuartizamiento). En sus sueños, Konrad también suele ver cuerpos de mujeres consumidos por la putrefacción, devorados por gusanos; de ellos salen animales inmundos: serpientes y gatos que van a enrollarse en sus piernas o a aferrarse a ellas. Así, estamos frente a todo el material familiar al psicoanálisis: temas edípicos, temas de castración, tema de la mujer viril. Pero Konrad solo puede explicar el síntoma por medio de una teoría aleatoria del simbolismo y la significación “fálica” de los guantes o las botas, que no encuentra justificación en la experiencia del enfermo. De hecho, hay que señalar que, antes de la edad escolar, él no manifestaba ninguna de las señales de estrechamiento del campo del erotismo que muestra en sus conductas fetichistas. Al contrario, lo atraían los niños del otro sexo. Pero la madre, en vez de facilitar esa comunicación con la Mitwelt (mundo contemporáneo) según la modalidad del amor, la fue haciendo imposible. Para Konrad, el cuerpo dejó de ser el modo privilegiado de la reciprocidad afectiva. Podría decirse que el amor y el erotismo, privados de esa experiencia originaria del vínculo corporal con la madre, perdieron su lengua materna. A partir de ese momento, el cuerpo -el suyo y el de los otros- va a estar cubierto por una larga vestimenta de angustia, y durante mucho tiempo Konrad solo vivirá el amor conforme a la modalidad de una relación mítica con un mundo sin cuerpo y sin pesadez, un universo desligado de la carne. Imaginará un panteón completo de divinidades que para él serán los únicos objetos posibles de amor (el “dios del amor”, la “diosa de la belleza”, Eros). Sin embargo, algunas partes del cuerpo humano no escapan a la interdicción originaria y a la capa de angustia que lo recubren; o, antes bien, son las vestimentas más superficiales, las más “periféricas”, las más impersonales, de las cuales el propio Konrad dice que son “incorpóreas” (unleiblichen).
En el contacto con una mujer que lleva guantes y zapatos, él logra reencontrar el camino hacia la reciprocidad amorosa o incluso, simplemente, hacia la experiencia del otro como totalidad absoluta en el campo perceptivo: por esa tangente, recupera lo que Boss llama Du-Erlebnis. (de la experiencia) Entonces, el fetichismo no se funda sobre un simbolismo que, mediante algunas analogías formales, reproduciría la representación sexual reprimida, ni sobre las fantasías de un sadismo que dispersaría la unidad corporal. Constituye un medio para descubrir, a través de la superficie, la periferia y lo inesencial, la existencia absoluta del otro.
Es como una vía oblicua para recuperar, en sus fronteras exteriores, la totalidad que el Otro ofrece en su presencia corporal, pero que está casi enteramente recubierta por la angustia.
12) casos clinicos de fetichismo de Krafft-Ebing, Psychopathia Sexualis
-Su obra magna: Psychopatia sexualis (Psychopathia Sexualis) publicada en 1.886, es la enciclopedia forense de las “conductas sexuales” , de las "perversiones sexuales" de sus pacientes.
Fue un pionero en clasificar las “perversiones sexuales” según dos tipos:
-Anomalías de elección de objeto (p.ej. fetichismo) y de finalidad (p.ej: sadismo).
-A él le debemos los famosos términos psiquiátricos : “sadismo” (“por el divino marqués de Sade”) y “masoquismo” (por la vida de Léopold von Sacher Masoch)
- Pionero en describir casos de transexualismo como “el caso de Count-Sandor” (a female-to-male transsexual).
ver: FETICHISMO EN LA OBRA DE Psychopathia Sexualis (traducción de Rebman) Psychopathia Sexualis, con especial referencia al instinto sexual antipático, un estudio médico-forense. Traducción de 1901 de Psychopathia Sexualis , F. J. Rebman . Adaptación de J.L. Día.
ver: El fetichismo en el amor". De Alfred Binet.
CASOS CLINICOS A ESTUDIO.
Krafft-Ebing, 2ª edición alemana. Observación 113 :
"Un hombre culto y distinguido ama ciertas pieles y también el terciopelo desde la niñez. El peluche también le agrada, pero infinitamente menos. Pronunciada aversión a la tela, la franela y cualquier material áspero. El terciopelo y la felpa, en forma de artículos de decoración, conservan sus emocionantes propiedades. Pero le gusta especialmente ver y tocar la piel y el terciopelo de la persona de una mujer, quiere enterrar su rostro en ellos ; el coito con una mujer vestida de pieles es el goce más alto posible. Tiene una adoración por el mismo nombre de la piel, los hombres no pueden usar pieles (por lo tanto, la piel tiene un carácter femenino en sí mismo).
El paciente nos asegura, sin embargo, que el contacto actúa sobre él, espontáneamente, sin la intermediación de ninguna asociación de ideas. El olor normal de la piel no le gusta. La excitación sexual es posible normalmente en condiciones normales, se busca a la mujer por sí misma. El contacto del pelaje reclama el de la mujer, hay placer para el paciente en sentir una forma femenina bajo la consistencia del pelaje, por lo que el pelaje suele ser un intermediario físico entre él y la mujer, o la imagen de la mujer. Si por lo tanto se trata de un fetiche, este fetiche por lo menos no es exclusivo, dominante; solo es suficiente como un improvisado. El fetiche no es una persona, pero debe relacionarse con una persona para ser perfecto."
Caso 29. Fetichismos/ sadomasoquismo.
Un hombre joven y fuerte, de veintiséis años. Nada en el sexo opuesto excitaba su sexualidad excepto los zapatos elegantes en los pies de una mujer de grandes pechos, sobre todo si estaban fabricados en charol y tenían tacones altos. Los zapatos solos, sin la mujer, le bastaban. Verlos, tocarlos y besarlos el producían el placer mas grande. El pie femenino desnudo o con una media no le producía ninguna emoción. Desde niño ya sentía debilidad por los zapatos de mujer.
X. era potente, durante el acto sexual la mujer debía estar elegantemente vestida, y sobre todo, debía tener puestos unos zapatos bonitos. En los momentos de mayor excitación sexual se le venían a la cabeza ideas crueles asociadas con los zapatos. Imaginaba con deleite la agonía del animal del que provenía el cuero. A veces sentía el impulso de llevarse pollos y otros animales cuando iba con una prostituta, a fin de que ella nos pisara con sus bonitos zapatos y le proporcionara placer. Llamaba a esto: “sacrificios ofrecidos a los pies de Venus”. Otras veces hacia que la mujer anduviera sobre él con los zapatos puestos, apretando con todas sus fuerzas. Puesto que no sentía el menor placer sexual con las mujeres, hasta el año anterior le había bastado con acariciar los zapatos femeninos que le gustaban, logrando así la eyaculación y una satisfacción completa.
Caso 37. Fetichismo.
P., de 40 años, temperamento artístico, cerrajero, soltero. Su padre estuvo loco un tiempo y su madre era muy nerviosa. El creció bien, sano, inteligente, pero después se vio afectado por tics, y “alucinaciones”. Nunca se había masturbado, amaba platónicamente y soñaba con casarse. A veces copulaba con prostitutas, pero siempre se quedaba insatisfecho, disgustado. Tres años atrás sufrió un percance económico, se quedó en la ruina, y tuvo una enfermedad febril acompañada de delirios. El 20 de agosto de 1889 P., fue detenido en el Trocadero, en Paris, cuando intentaba cortarle a la fuerza los cabellos a una joven. Fue detenido con el mecho en la mano y las tijeras en los bolsillos. Trató de disculparse alegando turbación mental transitoria y una pasión irresistible; confesó que había cortado el pelo a señoras unas diez veces, y que lo guardaba en su casa con gran placer. Durante el registro de su casa se encontraron sesenta y cinco postizos y trenzas de pelo, clasificadas en cajas. P., y había sido detenido una vez, en circunstancias similares.
P. afirmo que, desde hacía tres años, cuando estaba solo en su dormitorio, se sentía enfermo, ansioso, excitado, mareado, y entonces le asaltaba el impulso irrefrenable de tocar pelo femenino. Si lograba tocar con sus manos el pelo de una muchacha, se excitaba de forma muy intensa, tenía una erección y eyaculaba. De regreso a su casa se sentía muy avergonzado de lo ocurrido, pero el deseo de poseer pelo, siempre acompañado de un gran placer sexual había llegado a ser cada vez mas intenso en él. Con anterioridad, en las relaciones intimas con mujeres, nunca había experimentado tales sentimientos de excitación sexual. Una noche no pudo resistir el impulso de cortar el pelo de una muchacha. Con la cabellera en la mano, ya en su casa, en la intimidad, el proceso sexual se repitió. Se vio obligado a restregarse el cuerpo con el pelo y a envolver sus genitales con él. Por último, exhausto, avergonzado, se encerró en casa varios días. Tras unos meses de descanso, sintió el impulso irrefrenable de conseguir pelo femenino. Cuando lo lograba se sentía imbuido de un poder sobrenatural, incapaz de devolver el botín. Si no lograba el objeto de su deseo se deprimía mucho, regresaba a toda prisa a su casa, y allí se extasiaba con su colección de cabelleras. Las peinaba y las miraba logrando así intensos orgasmos, satisfaciéndose a si mismo con la masturbación. Si el pelo estaba expuesto para su venta en una caja de peluquería no le hacia la más mínima impresión.
Cuando llevaba a cabo su acto solía encontrarse en tal estado de frenesí que tenía solo una apreciación imperceptible de lo que estaba haciendo y luego no recordaba nada. Cuando tocaba el pelo con las tijeras le sobrevenía la erección, y en le instante de cortar, la eyaculación. Desde su percance económico tres años atrás, sufría perdidas de memoria, fatiga mental, terrores nocturnos e insomnio. P. lamentó profundamente su crimen.
No solo se le encontró pelo, sino una buena cantidad de horquillas, cintas y otros artículos femeninos de peluquería que se había procurado. Coleccionaba estos fetiches de manera obsesiva, así como periódicos, pedazos de madera y otros objetos inservibles, de los que no se desprendía. También tenía extraño, para él inexplicable, de pasar por una cierta calle; si trataba de hacerlo se ponía enfermo.
La opinión medico legal lo consideró hereditariamente predispuesto y probó el carácter claramente involuntario e impulsivo de los hechos delictivos, que eran actos inducidos por una idea imperiosa, acompañados de un anormal sentimiento sexual. Fue perdonado y enviado al manicomio. (¡¡ no sé que es peor¡¡, nota de JLD)
Caso 38. Fetichismo.
K., de 45 años, zapatero, sin antecedentes hereditarios. Era una persona extraña, con escasa dotación mental. Sus hábitos eran masculinos y no mostraba señales de degeneración. Con una conducta previa intachable, la noche del 5 de julio de 1876 fue detenido cuando sacaba ropa interior femenina de un escondite. Se le confiscaron más de trescientos artículos de couture femenina, entre ellos, a parte de camisones y bragas, gorros nocturnos, jarreteras y una muñeca. Cuando lo detuvieron llevaba puesto un camisón.
Desde los trece años vivía esclavizado por el impulso de robar vestidos de mujer, pero después del primer castigo por dicha causa, se hizo muy cuidadoso y robaba con gran refinamiento. Cuando sentía el apremio se notaba muy nervioso, excitado y con la cabeza muy pesada. Le era imposible resistir el impulso, costara lo que costase. No el importaba en absoluto de quien tomaba los artículos. De noche, al acostarse, se ponía la ropa interior robada y fantaseaba con hermosas mujeres, lo que le inducia agradables sensaciones y una eyaculación. Este era aparentemente el móvil de sus robos; nunca se desprendía de los artículos, sino que los ocultaba aquí y allá.
Declaro que anteriormente había practicado relaciones sexuales normales con mujeres. Negó cualquier onanismo, pederastia u otros actos sexuales. Dijo que iba a casarse a los veinticinco años, pero que el compromiso se vino abajo, no por su culpa. Era incapaz de comprender la anormalidad de su condición y lo equivocado de sus actos.
Caso 40. Fetichismo.
Z. comenzó a masturbarse a la edad de doce años. Desde entonces no podía ver un pañuelo de mujer sin tener un orgasmo y una eyaculación. Se veía irresistiblemente obligado a poseerlo. En aquel tiempo cantaba en el coro y utilizaba los pañuelos para masturbarse con ellos en la torre del campanario, cerca del coro. Pero elegia únicamente pañuelos con las orillas blancas y negras o líneas violetas por el centro. A los quince años practicó su primer coito. Más tarde se casó. Por regla general solo era potente cuando se enrollaba uno de tales pañuelos alrededor del pene. Con frecuencia prefería la cópula entre los muslos de la mujer, donde previamente ponía el pañuelo. Cada vez que apercibía un pañuelo no descansaba hasta que caía en sus manos. Siempre llevaba varios en los bolsillos y alrededor de sus genitales.
13) Clasificación DSM – 5 FETICHISMO
Trastorno de fetichismo. CLASIFICACION DSM-5
Por George R. Brown, MD, East Tennessee State University
Revisado/Modificado jul 2023
El fetichismo es la utilización de objetos inanimados (el fetiche) o partes del cuerpo no genitales como método preferido para producir la excitación sexual. El trastorno fetichista se refiere a la excitación sexual intensa y recurrente por el uso de un objeto inanimado o por un enfoque muy específico en una parte (o partes) del cuerpo no genitales que causa malestar clínicamente significativo o deterioro funcional en una o más áreas importantes de la vida.
El fetichismo es una forma de parafilia, pero la mayoría de las personas que presentan fetichismo no cumplen con los criterios clínicos de un trastorno parafílico, el cual requiere que el comportamiento, fantasías o impulsos intensos de la persona provoquen malestar clínicamente significativo o deterioro funcional. La afección también debe haber estado presente durante ≥ 6 meses.
Existen muchos fetiches; los habituales son delantales, zapatos, prendas de cuero o látex, pies, y ropa interior de mujer. El fetiche puede reemplazar a la actividad sexual habitual con una pareja o puede integrarse en una actividad sexual con una pareja que lo consienta. La conducta fetichista menor como adyuvante de una conducta sexual consensual no se considera un trastorno porque no hay angustia, discapacidad ni disfunción significativas. Los patrones y los comportamientos de excitación fetichistas obligatorios, más intensos y altamente compulsivos pueden provocar problemas en las relaciones o consumir por completo y destruir la vida de la persona.
Los fetiches pueden incluir la ropa de otro género (p. ej., ropa interior femenina), pero si la excitación sexual se produce principalmente por vestir la prenda (es decir, ponerse ropa del otro género) en lugar de usarla de alguna otra manera, el comportamiento es considerado travestismo.
Psicoterapias, terapia de pareja
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)
Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y las estrategias para la reducción de andrógenos han tenido eficacia limitada en algunos pacientes que solicitan tratamiento (1). Al igual que con la mayoría de las otras parafilias, pocas personas con la enfermedad buscan voluntariamente ayuda profesional.
Referencia del tratamiento 1. Eusei D, Delcea C: Fetishistic disorder. In Theoretical-Experimental Models in Sexual and Paraphilic Dysfunctions. Edited by Delea C. Int J Adv Stud Sexology 1(1):67-21, 2020.
14) Casos clínicos de fetichismo y conductas penales. Legislacion judicial y penal.
Fetichista de ropa femenina con conductas de robo repetidas.
Pillan a un fetichista que robaba bragas y sujetadores en Lérida...
https://elmon.cat/es/sucesos/pillan-fetichista-robaba-calces-sujetadores-almacelles-lleida-746666/
Los Mossos d’Esquadra han detenido en Almacelles (Segrià) a un hombre que se dedicaba a entrar en casas del pueblo para robar bragas y sujetadores de mujeres y niñas, según el diario Segre. La policía catalana abrió una investigación después de recibir la denuncia de una familia, que echó en falta varias prendas de ropa íntima.
Los Mossos investigan los robos como un caso de fetichismo porque las víctimas solo han denunciado la sustracción de prendas de ropa íntima y no han echado en falta dinero, joyas u otros objetos de valor.
Otros vecinos han explicado que el detenido tenía un comportamiento extraño. Durante el registro de su casa, los Mossos encontraron varias de las prendas de ropa sustraídas.
Grave fetichismo, necrofilia y psicopatía criminal.
El rompebragas: el “maníaco sexual” fetichista que violó un cadáver.
Francisco E. E. nació en el pueblo granadino de Izbor, pero su familia acabó residiendo, por trabajo, en la localidad de Barbastro. Trabajaba de albañil, pero pronto se hizo conocido entre los lugareños por su extraño fetiche: cortar bragas de los tendederos de las viviendas. De ahí recibió el mote de El rompebragas, nombre que acabó por engrosar la historia criminal de Aragón, en 1989 violó el cadáver de una joven. Llevaba tan solo dos días enterrada, y en enero de 1990 asesinó a cuchilladas a una monja del Colegio San Vicente de Paúl.. Pero no fueron sus únicas víctimas, tiempo antes persiguió a una joven por las calles ,….
Paradigmas de la estructura personalidad y parafilias.
El yo neurótico vs el yo perverso.
¡¡las perversiones parafílicas pueden convivir con los rasgos neuróticos.¡¡
En concreto casos de fetichismo y conductas de robo, que simulan cleptomanía.
Muchos fetichistas, con conductas anormativas padecen rasgos neuróticos intensos de personalidad. Timidez, introversión, fobia social, disfunción sexual, entre otros. Su conducta se asocia a critica adecuada, conciencia moral y sentimiento de culpa, de vergüenza. Por el contrario, conductas de violencia sexual, acoso, extorsión, y componentes sádicos, exhibicionistas, y pedófilos, tienen clara estructura psicopática-perversa.
- Schmideberg, M. (1956). Delinquent Acts as Perversions and Fetishes. Int. J. Psycho- Anal., 37:422-424 .
Ver articulo: ¿Cuándo el fetiche por los pies es delito?
https://victoravilaabogado.com/fetiche-por-los-pies-delito-de-agresion-sexual/
VEAMOS CASOS CLINICOS publicados de conductas anormativas con responsabilidad penal y fetichismo.
Case clínico: robo por fetichismo asociado a abuso de alcohol. Aspectos judiciales y diagnostico diferencial. ( legislación penal de Turquía)
- Fatih ÖNCÜ, Solmaz TÜRKCAN*, et al. Fetishism and Kleptomania: A Case Report in Forensic Psychiatry. Article in Nöro Psikiyatri Arşivi · January 2009
V.K. varón de 32 años, casado durante cuatro años, sin hijos; en el momento de la evaluación psiquiátrica llevaba siete meses divorciado. Vive con su padre y hermanos, cultiva el campo y corta leña para sobrevivir. Enviado por orden judicial a la unidad forense del hospital par a la evaluación de su responsabilidad penal. Por “robo diurno ropa femenina en un edificio y embriaguez agresiva". V.K. había entró en una casa a través de una ventana y robó tres bufandas y una falda. Quería llevarse estos artículos femeninos a la aldea para su satisfacción sexual.
Historia previa: a la edad de 13-14 años había comenzado a robar prendas de mujer (especialmente bufandas y faldas) por la noche. Solía llevarlos a un lugar secreto y se masturbaba con ellos mientras se imaginaba teniendo sexo con las mujeres que admiraba. Después de la eyaculación tiraba la ropa o la quemaba. Con 15 años ya fue encarcelado 15 días, y repitió su conducta varias veces durante los siguientes 10 años. Afectado en su reputación, nadie se quería casar con él. Por fin encontró mujer en un pueblo lejano.
Nunca se había llevado joyas de las casas de donde había robado prendas de vestir de mujer. Después de haber satisfecho su excitación sexual, se sentía angustiado y arrepentido.
Informe médico previo de: " Trastorno psicosexual Fetichismo”, por lo que se redujo la pena (artículo 47 de la antigua Ley Penal de Turquía).
No tenía antecedentes de ninguna enfermedad física, aparte de una TCE hace veinte años, con inconsciencia durante 15 minutos. No secuelas neurológicas. Abuso de alcohol durante unos 12 años (3-4 pintas de cerveza o 35 cc de vodka) y un paquete de cigarrillos al día.
Completó su servicio militar sin ningún problema. Era el segundo de cinco hijos, y su historia familiar No presentar ninguna enfermedad hereditaria o trastorno psiquiátrico.
La evaluación psiquiátrica reveló que estaba consciente, cooperando, y orientado. Buenos cuidados físicos. Actividad psicomotriz normal, su estado de ánimo era eutímico. Sus asociaciones de ideas eran adecuadas, y sus funciones cognitivas estaban dentro de límites normales. Agradable en el trato social. No se detectaron defectos de percepción ni alucinaciones. Él estaba angustiado y sintiéndose avergonzado al hablar de robo ropa femenina y masturbación. Lloró durante las entrevistas y declaró que se sentía culpable y arrepentido. Su examen físico y neurológico no reveló ninguna patología. No hay datos a favor de la organicidad a partir de la coordinación visomotora de la Gestalt de Bender.
Fue diagnosticado con la enfermedad mental de "Fetichismo y cleptomanía” (que involucra solo el objeto fetiche)". Por lo tanto, se concluyó que tenía una capacidad disminuida a ejercer la libertad de conciencia y el libre albedrío como resultado del estado mental en el momento de la conducta y se le redujo la pena de conformidad con el artículo 47 de la antigua Ley Penal turca.
El autor analiza la biografía sobre fetichismo y cleptomanía, citando a Chalkey
y Powell (1983) en un estudio de 48 fetichistas los casos procedían de los tribunales, del servicio de libertad condicional o de la policía, y solo 14 fueron por motivo propio. El estudido de Chalkey y Powell (1983) documenta la elección del objeto fetiche: El 58,3% de los 48 casos como objeto fetiche fueron prendas de vestir
(excluyendo cuero y calzado). El 27% tenía la costumbre de robar los objetos fetiche. Los autores afirmaron además que uno de los 48 pacientes robaba porque se sentía atraído por el robo de ropa, otro por la obsesión de la ropa usada y manchada, un tercero a la obtención de algo que pertenecía a alguien que había deseado y seguido
su casa .
- Chalkey AJ, Powell GE. The clinical description of forty-eight cases of sexual fetishism. British Journal of Psychiatry 1983; 142:292-5.
El autor relaciona las parafilias fetichistas con un trastorno del control de impulsos. Pero las Parafilias, que potencialmente podrían clasificarse como control de impulsos, se clasifican en otro grupo según los criterios del DSM IV. Algunos autores han afirmado que el control de los impulsos muestran similitudes fenomenológicas con abuso de alcohol y drogas, parafilias y bulimias.
Las parafilias, caracterizadas por enfermedades comórbidas como el TOC, Trastorno de estrés postraumático, trastornos del estado de ánimo y trastorno control de impulsos se consideran un subgrupo de otras categorías nosológicas.
Diagnostico diferencial aproximado entre fetichismo con robo, y cleptomanía sin excitación sexual.
Si el comportamiento de un paciente con parafilias es compulsivo o impulsivo es uno de los parámetros que determinan la gravedad del trastorno. Este comportamiento se caracteriza por la pérdida de autonomía, afectando a la libertad de acción.
Desde el punto de vista psicodinámico, existe una estrecha relación entre el fetichismo y la cleptomanía, como afirma Ginsberg. La cleptomanía y otros trastornos del control de los impulsos pueden tener algo en común con los comportamientos fetichistas, y que el fetichismo puede ser la base de la cleptomanía (Milner JS) ). De estos autores, Coleman refiere que muchos pacientes jóvenes con cleptomanía han robado ropa interior femenina, y enfatizó que el éxtasis y el impulso que se siente al robar un objeto fetiche contribuye a la excitación sexual y el orgasmo; una condición que también se observa en los individuos con otras conductas fetichistas (10
- Milner JS, Dopke CA. Parafilia not other specified Psychopathology and theory; Theory, Assessment Treatment; The Guilford Press New York 1997; 394-423.
- Mc Elroy SL, Pope HG, Hudson JI et al. Kleptomania: A report of 20 cases. Am J Psychiatry 1991; 148:652-7. [Abstract] / [PDF]
Fenichel (1974) y su teoría dinámica clásica: robar puede tener un sentido sexual, y que hacer algo prohibido en secreto puede ser un medio de masturbación. Si el significado sexual está en primer plano, en tales casos sería una parafilia, y el objeto robado es el fetiche mismo.
- Otto Fenichel. The Psychoanalytic Theory of Neurosis. 3 vols, 1945
Si los objetos son el foco, entonces el fetichismo puede ser el diagnóstico. Si el acto, pero no el objeto tomado, es el foco, entonces un el diagnóstico de cleptofilia es apropiado.. Fenichel asociaba el fetichismo a un desorden en las relaciones madre e hijo durante el período de separación e individualización, que surgen en la etapa fálica de la proceso psicodinámico, como se observa en algunos casos cleptómanos. La relación del fetichismo con los acontecimientos traumáticos durante la infancia es similar a la de la cleptomanía con problemas durante el desarrollo psicosexual. Las carencias afectivas infantiles propician conductas fetichistas y de cleptomanía.
Aspectos forenses, legales, en la conducta parafílica- fetichista. (Basado en legislación actual de Turquía)
La psiquiatría forense acepta la parafília como un impulso con un poder persistente, compulsivo e irresistible afectando negativamente la voluntad de controlarse a sí mismo. Esto hace que sea completamente imposible para el individuo pensar lógicamente en las consecuencias del acto. Solo después de que se haya completado el acto, él / ella es plenamente consciente de que está legal y moralmente prohibido. A pesar de sintiéndose arrepentido, avergonzado y angustiado, no puede evitar reincidencia en el delito.
Responsabilidad penal de conductas parafílicas, criterios: El acto parafílico ha existido en el proceso de fantasía sexual y masturbación desde la primera infancia, y es el resultado de la falta de control de impulsos debido a la coerción psíquica irresistible. La conducta parafílica con cleptomanía no debe ser causada por ganancias económicas o problemas sociales, pobreza, etc.
Según el caso expuesto: El paciente ha estado robando objetos no vivos y masturbándose con ellos desde su infancia, lo que ha afectado gravemente a sus funciones sociales. En este caso el robo de objetos no son necesarios para uso personal o para su valor económico; El acto de robar es recurrente y compulsivo, pero no planificado de antemano; Ocurre mientras el caso está intoxicado por alcohol o sufriendo del estrés o de los conflictos internos graves; Le siguen los sentimientos de arrepentimiento, vergüenza y angustia después de que el acto se completa y se repite a pesar de todas las dificultades sociales que crea.
En relación con la cleptomanía, no parafílica. La intención aquí es poseer el objeto fetiche, y la gratificación se consigue cometiendo el acto de robar. Los objetos no se necesitan por su valor monetario, y la persona ya tiene a disposición tales objetos, pero persiste en la impulsión irresistible de robar el objeto. (el hecho del robo le causa placer insuperable)
El autor del articulo indica la utilidad y necesidad clínica de tratar al paciente, de someterse a terapia psicológica y farmacológica. Se trata de un trastorno ya crónico, recurrente, asociado a abuso de alcohol, y con grave repercusión social, familiar. Se realiza informe psiquiátrico indicando dicha necesidad. Se emite un informe médico a la Corte, sugiriendo que el caso podría ser tratado, y esta atención médica podría ser proporcionada por el tribunal, aunque el artículo 47 de la antigua Ley Penal turca no estipulaba que dicho tratamiento sea obligatorio.
¿Tratamiento clínico obligatorio para conductas parafílicas?
El "tratamiento clínico obligatorio" de los casos parafílicos también ha sido sugerido por otros autores . (según el articulo citado)
En 2005 entro vigor la nueva Ley Penal turca. El artículo 32/2º de la nueva Ley Penal turca (17), el tratamiento clínico obligatorio se inicia cuando era necesario para los pacientes con responsabilidad penal disminuida y esta aplicación ha supuesto una mejora importante para este tipo de casos forenses.
-Daniel Turner et al. Pharmacological treatment of patients with paraphilic disorders and risk of sexual offending: The World Journal of Biological Psychiatry Volume 20, 2019 - Issue 8
- Brad D. Booth M.D. Legal Issues Involved in the Management of Paraphilic Disorders. Practical Guide to Paraphilia and Paraphilic Disorders Chapter First Online: 21 December 2016
Caso clínico fetichismo zapatos y cleptomanía, con implicaciones legales:
- Şafak Taktak et al. SHOE FETISHISM AND KLEPTOMANIA COMORBIDITY: A CASE REPORT. European Journal of Pharmaceutical and Medical Research. 2015,2(2),14-19
Relato del paciente: "Estoy enfermo, tengo una debilidad en los zapatos de mujer. El día del evento salí de casa para ir al médico a una revisión. Cuando vi unos zapatos de tacón brillantes y afilados en los pies de una dama, no sé, no pude detenerme. Cuando ella entró en el apartamento, fui a robar los zapatos y me fui corriendo. Llamé la atención de la gente cuando salí del apartamento acariciando los zapatos. No hago este trabajo de buena gana, - insiste - no puedo dejar de hacerlo, robo zapatos y los estoy acariciando, besando y masturbando. Luego, se los devolví al dueño. Mi objetivo no era robar los zapatos. Estoy enfermo como dije al principio, y todavía estoy en tratamiento en este sentido".
Datos psisobiográficos aportados por paciente: "Estoy trabajando como profesor de psicología desde hace unos 15 años. Como se señaló en mi informe de salud que está en mi archivo, tengo una enfermedad de salud llamada parafilia. Esta enfermedad todavía dura unos 2 años. Cuando vi tacones brillantes y afilados, me excité sexualmente y no pude detenerme..... ".
Datos biográficos añadidos: 17 años de casado y 2 hijos, 15 años de trabajo como profesor de psicología. Hace 4 años después de mirar una revista porno comenzó a querer que su esposa usara tacones altos, zapatos brillantes para tener relación sexual con su esposa; Hace tres años, la esposa tuvo accidentes de ascensor y lesiones en la piel, afectando a las relaciones sexuales.
Tratamiento previo: Fue tratado en un hospital de la facultad de medicina, en la unidad de disfunción sexual, con psicoterapia y clomipramina con un diagnóstico de fetichismo, depresión, trastorno obsesivo-compulsivo. Refiere que el tratamiento le relajó, alivió algo, pero cuando volvió a ver zapatos de mujer, con tacones brillantes y altos, se despertó su obsesión fetichista, durante 10 a 15 veces, con necesidad de hacerse con el objeto fetiche.
Afectación secundaria, repercusión social, laboral, familair: la dificultad para controlar los impulsos afectaba negativamente la vida social a nuestro paciente. Su entorno social, la vida familiar y relación conyugal y su trabajo como maestro y psicólogo.
Evita la visión del fetiche, la representación mental del fetiche, la masturbación con la imaginación fetichista. Pero gran dificultad para encontrar un lugar donde no se usaran este tipo de zapatos. Examinando el expediente de la investigación judicial, no se ha encontrado ningún abuso de alcohol y drogas. En el mismo expediente, se ha encontrado también que nunca había estado en prisión. Los resultados del laboratorio de psicología clínica de Medicina Forense " prueba de Rorschach con fuerte reacción de tipo neurótico y una tendencia a la depresión".
En la historia previa infanto-juvenil: Angustia infantil y sentimientos de culpa, fijación Objetos infantiles y dependencia de la imagen materna, regresión infantil, represión intensa, representaciones obsesivas, reacciones de miedo, hostilidad y tendencia al rechazo a la autoridad, intensa riqueza imaginativa. Test de Inteligencia de Cattell es el CI = 127, es eficaz en el desempeño de la profesión del individuo.
Los casos de fetichismo y cleptomanía generalmente requieren por los tribunales una evaluación psiquiátrica. Nuestro paciente, que ya estaba en tratamiento por esta patología, por propia solicitud solicitó valoración forense, con el fin de beneficiarse de la reducción de las penas judiciales.
En un estudio sobre la responsabilidad penal del cleptómano, Öncü et al (2009) afirmaron que la lencería fetichista es una parafilia en los casos en que se roba a través del balcón, con fetichismo y cleptomanía, y cuya conducta de robo se juzga con una responsabilidad penal disminuida.
-Öncü, F., Türkcan, S et al. (2009). Fetishism and Kleptomania: A Case Report in Forensic Psychiatry. Archives Of Neuropsychiatry/46(3); 125-128.
Chalkey y Powell (1983) han reportado que el 27% de los casos fetichistas tenían el hábito de robar los objetos fetichistas. Los autores afirmaron que uno de los 48 pacientes robó porque se sintió atraído por obtener algo que pertenecía a alguien que había deseado y la siguió a su casa.
-Chalkey AJ, Powell GE. The clinical description of forty-eight cases of sexual fetishism. British Journal of Psychiatry, 1983; 142: 292-5.
Algunos autores que comparten este comentario sostienen que la cleptomanía y otros trastornos del control de los impulsos pueden tener algo en común con los comportamientos fetichistas, y que el fetichismo puede ser la base de la cleptomanía.
-Goldman MJ. Kelptomania: Making sense of the nonsensical. Am J Psychiatry 1991; 148:986-96.
De estos autores, Coleman ha afirmado además que muchos pacientes jóvenes con cleptomanía han robado la ropa interior de las mujeres, y los impulsos que se sienten al robar un objeto fetiche contribuyen a la excitación sexual y al orgasmo; una condición que también se observa en individuos con otros comportamientos fetichistas. El fetichismo no se considera un comportamiento criminal a menos que vaya acompañado de un robo de objetos fetichista.
Conducta antisocial, psicopatía vs. cleptomanía fetichista.
El acto de robar se considera con frecuencia como el resultado de un comportamiento antisocial. En el paciente referido en el estudio, se puede decir que la ausencia de consumo de alcohol y drogas, la ausencia de vida en prisión, la ausencia de comportamiento autolesivo, y ausencia de otras conductas normativas, no sugiere trastorno de personalidad antisocial.
Se ha sugerido que el trastorno obsesivo-compulsivo de la cleptomanía se puede tratar en un grupo de diagnóstico llamado trastornos afectivos, incluidos los trastornos del estado de ánimo. [14] La deficiencia de serotonina es una característica común entre estos trastornos, según estudios. Así la fluoxetina, un inhibidor de la recaptación de serotonina, y el antidepresivo y antiobsesivo de la clomipramina son utilizados en estos casos, y los pacientes muestran un efecto anti impulsivo significativo.
En el caso referido urge seguir tratamiento psicoterapia y farmacológico, y factores favorables son la colaboración, la buena introspección, la empatía, y la vivencia de culpa y autorreproche, junto con la ausencia de rasgos psicopáticos de la personalidad.
Recordatorio legislación española.
¿INGRESOS Y TRATAMIENTO PSIQUIATRICO OBLIGATORIO?
El artículo 763 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC) es la norma básica que regula los internamientos involuntarios por trastorno psíquico.
Ley 8/2021: sobre derechos y autonomía de las personas con problemas de salud mental, busca proteger los derechos de estos pacientes, incluyendo medidas de apoyo para la toma de decisiones,
Autorización judicial:
El ingreso involuntario, únicamente por criterios médicos, requiere autorización judicial, incluso en casos de urgencia. El responsable médico tiente un plazo de 24 hr para notificar al juzgado el ingreso “involuntario” con informe psiquiátrico.
Ratificación judicial: El juez tiene un plazo de 72 horas para ratificar o no la medida de internamiento. Entrevista con paciente, medico forense e informes clínicos. Informes periódicos: Los facultativos que atiendan al internado deben informar periódicamente al tribunal sobre la necesidad de mantener la medida.
No existe regulación especifica sobre Tratamiento ambulatorio obligado, ni prescripción farmacológica obligada, de mantenimiento.
Responsabilidad penal en conductas parafílicas asociadas a delitos.
En la legislación española, la parafilia, en sí misma, no exime de responsabilidad penal. Si una persona con una parafilia comete un delito, es responsable penalmente por sus actos, independientemente de la existencia de la parafilia.
El Tribunal Supremo ha sido claro en este sentido: la parafilia no es una eximente de responsabilidad penal. Esto significa que, aunque una persona con una parafilia pueda tener un trastorno mental que afecte su capacidad de entender o querer, esto no exime de responsabilidad si sus actos son constitutivos de delito.
Existen algunas excepciones a esta regla general, como la posibilidad de aplicar una eximente incompleta o una atenuante cuando la parafilia concurre con otros factores que afectan significativamente la capacidad de entender y querer del sujeto.
En resumen, la parafilia no es una defensa válida contra una acusación penal. Los individuos que cometen delitos, incluso aquellos con parafilias, son responsables penalmente por sus actos, aunque la parafilia pueda ser considerada en la determinación de la pena y en la aplicación de medidas de tratamiento.
27/06/2017. Diario de Derecho. Para apreciar la atenuante de trastorno sexual o parafilia denominada “voyeurismo” es necesario que esté asociado a otros trastornos psicológicos relevantes que afecten a la capacidad de actuar. Declara el TS que procede la desestimación del recurso interpuesto por el recurrente que fue condenado por un delito contra la intimidad que afectó a una pluralidad de personas.
Tiffon, Bernat-N J.M Bosch, 7 feb 2020 - 256 páginas Atlas práctico-criminológico de psicometría forense (volumen III): Parafilias y agresiones sexuales de adultos.
Cuento literario. Albert, el fetichista de los tendedores. JL Día.
Albert dominaba el rápel y desde las azoteas se descolgaba como tela de araña entre los tendedores del patio interior. Tenía fichadas a la Srª del 5ª, a la joven del 3ª, a la viuda del primero. Los viernes colada integral en la vecindad y Albert tenía sus preferencias: bragas hípster, tangas, brasileñas, altas, ajustadas, con faldón, y el olor, la suavidad, la textura tenían ya casa propia. En una ocasión, con la misma pinza, colgó una rosa en la cuerda del tendedor del 5º. Aunque tenía máster en astrofísica, la verdad es que se ruborizaba a la mínima y padecía impotencia funcional. Se acercaba la hora, ya de noche, las vecinas apagaban la luz, preferían no inquietarle, y decían a sus maridos: “tu cállate, no hagas ruido, no se vaya a matar el chico”. Temían por su vida, que algún día se estozolara, se precipitará al hueco del patio interior, ni que fuera el hombre araña pensaban. Coincidían en el ascensor, “hola, ¿qué tal? Bien, gracias, ¿hace buen día hoy verdad?, etc, Un chico muy amable y educado que intercambiaba bragas por rosas. Se hacia querer el chico, hasta el punto que la joven del 3º B , Maleva, le dejó su sujetador en su buzón con una cita. No llegó a recogerla, ese viernes se precipitó desde el octavo, todos corrieron a socorrerlo, todos contuvieron el aliento en un grito de dolor. ¿falló el anclaje, se colocó mal el arnés, el mosquetón?, o no fue un accidente pensaban otros. Albert pasó tres meses en traumatología del Servet, en “medulares”, y la paraplejia fue definitiva. Los vecinos se turnaban por la noche, al alta pusieron una rampa para la silla de ruedas y adaptaron su casa. En su casa, además de excelsa biblioteca, tenía docenas de armarios y cajones con sus prendas femeninas preferidas, la mayoría reconocibles para las vecinas. Maleva se quedaba algunas noches a dormir en su casa, llevaba puesto su sujetador preferido y una nota en su bolsillo.
15). BIBLIOGRAFIA RECIENTE FETICHISMO.
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Estudio de la psicopatología y fenomenología de las parafilias.
Texto para estudio y docencia de MIR, PIR , EIR SALUD MENTAL
Dr. J. Luis Dia Sahun, Chusé.
Psiquiatra. Hosp. Univ Miguel Servet Zaragoza
Prof Univ Zaragoza Tutor MIR PSIQUIATRIA.
jldiasahun@gmail.com