E. La profesión solemne
158. Un fraile puede ser admitido a la profesión solemne después de tres años de profesión simple. Con la profesión solemne los frailes adquieren voz activa y participan plenamente en el capítulo conventual.
159. El maestro de estudiantes recordará a los frailes que, en caso de duda o vacilación, tienen la posibilidad de prolongar su tiempo de profesión simple, aunque no por más de tres años (cf. LCO 201 §I).
160. Además del examen y del voto del capítulo y del consejo conventuales, y junto con el informe escrito del maestro de estudiantes, el prior provincial o su delegado debe tener un exhaustivo dialogo con el fraile que profesará, relacionada con el paso que va a dar.
161. Los frailes clérigos quedan bajo la autoridad de un maestro de estudiantes hasta que culmine su formación inicial con la ordenación sacerdotal (cf. LCO 221). La naturaleza de su relación con él y el carácter de la formación que él da, cambiarán conforme a su situación dentro de la comunidad como profesos solemnes.
162. Los frailes cooperadores quedan bajo la autoridad del maestro hasta que culminen su formación sea con la profesión solemne o sea con la conclusión de los estudios institucionales o de la formación profesional (la que sea más tarde). Cuando se establece que la formación inicial termina con la profesión solemne, el superior local u otro fraile nombrado por él debería acompañarles en sus primeros años como profesos solemnes.
163. Dentro de la preparación para la profesión solemne, se debe ayudar de nuevo a los frailes a apreciar la obligación a la celebración diaria de la Liturgia de las Horas, aun cuando no estemos presentes en el oficio del coro.