…………Está muy claro que la sumisión vende bien. No es de extrañar, dados los tiempos que nos toca vivir. Aceptemos de una vez que la revolución quedará definitivamente pendiente; asumamos que no hay rebelión posible y degustemos los dulces frutos de la obediencia al fuerte. Si llevar las zapatillas de casa al marido cuando regresa de su cotidiana caza de mamuts es un acto lleno de gratificaciones, saquemos las debidas consecuencias y apliquemos la misma tesis a una actividad llena de mística y servicio como es la docencia. En los tiempos de la autoayuda y la inteligencia emocional, demos un paso al frente y asumamos con alegría lo que tantos ya han asumido y seamos capaces de disfrutar de su misma felicidad. Puede ser que en ocasiones hayamos pensado que se trata de una felicidad un tanto bovina pero, ¡qué diablos!, es felicidad al fin y al cabo.

…………Para empezar, no hagas caso del título del artículo. Jamás digas que eres profesor: has de decir que eres educador. Y ni se te ocurra andar por ahí contando que tú enseñas. Eso es una muestra de prepotencia intolerable. Lo que debes hacer es ponderar lo mucho que tú aprendes de tus alumnos cada día, lo gratificante de tu labor cuando la llevas a cabo cooperativamente, sin imposiciones. Oculta cuidadosamente los años de estudio que te has comido, las horas y horas de mesa y libros, los meses desesperantes de oposiciones… Todo eso no tiene ninguna importancia. Más bien al contrario, demuestra que eres tirando a tonto en tus elecciones vitales.

…………Por mucho tiempo que lleves dando clase, ten siempre presente que todo el mundo sabe de eso más que tú. Padres, prensa, sociólogos, políticos, la OCDE, la vecina del quinto y, sobre todo, los pedagogos. Atiende siempre a los pedagogos. Ellos sí atesoran los conocimientos que a ti te faltan. Debes ser impecablemente sumiso con la moda pedagógica en boga. Aunque sepas que no tardará en cambiar, imbúyete de su abstrusa neolengua y habla como debes.

Desenvuelve currículos, prioriza a nivel grupal, introduce estrategias tendentes a la adquisición de las competencias. Olvida los procedimientos, conceptos y actitudes logsianos. Esa terminología es ya agua pasada.…………Has de reconocer que somos profesores del siglo XIX con alumnos del siglo XXI. Ese tópico siempre cabe en una conversación sobre este tema y nos lleva a la siguiente idea-fuerza que hay que repetir como un dogma revelado: hay que digitalizarlo todo. Da lo mismo que puedas dar la clase con tiza y pizarra: usa una pizarra digital. Demuestra que dominas las tecnologías, aunque hagas lo mismo a mucho mayor coste, y aunque de tanto en tanto el artefacto se averíe y quedes bloqueado. La otra alternativa tecnológica inestimable es el Power Point. Te ahorra mucho esfuerzo, ya que puedes dar la presunta clase leyendo una chuleta y además podrás poner en tu programación que te adaptas al siglo.

…………No faltes a ninguna reunión. Son imprescindibles para el correcto desarrollo de la actividad docente. Sobre todo si son de tutoría. Tienes dos opciones: habla de vez en cuando para ponderar el esfuerzo de quien dirige la reunión o calla y mira discretamente el reloj de vez en cuando, como la mayoría. Pero no te quejes de que no sirve para nada estar allí. Eso sólo produce mal ambiente y te hará parecer el típico protestón que nunca está conforme. Si lo que se dice son tonterías, calla. ¡Calla por Dios! ¿No ves que sólo conseguirás alargar innecesariamente la reunión? Y así todo: claustros, comisiones pedagógicas, consejos escolares…

…………Aunque sepas que carece de atribuciones, participa activamente en las elecciones al consejo escolar. Fingir democracia es muy importante. Considéralo un sacrificio en aras de la competencia social y ciudadana.

…………Nunca hables de disciplina: mejor convivencia. Propón medidas correctoras educativas con aire de novedad: carnet para andar por el pasillo, carnet por puntos, mediación, alumnos ayudantes… Los problemas seguirán siendo los mismos, pero todo tendrá un aire de lo más molón, al estilo de las series americanas. Si propones la colocación de taquillas tendrás un éxito seguro y tu popularidad aumentará exponencialmente.

…………Y no se te olvide la sumisión a lo políticamente correcto. Dado que, como todos sabemos, lo fundamental es educar personas y los contenidos no tienen demasiada importancia; celebremos como se debe cada día mundial de algo. A ser posible, con exposiciones. Una el día de la mujer, otra el día del SIDA, otra el día de la paz… Como todos los días son el día de algo, puedes estar así todo el año. Los alumnos violentos seguirán siéndolo, los machistas también, nadie dejará el racismo por una actividad así… pero el centro estará de lo más decorado. Añade una actividad de carnaval, otra de Halloween, unas cuantas salidas de excursión, una actividad de elaboración de ‘christmas’, y verás tu felicidad seriamente incrementada. Y además podrás parecer crítico y comprometido. Y esto es fundamental en una época en la que se asume acríticamente que se ha de ser crítico.

…………Y, por supuesto, no te quejes del sueldo ni de las condiciones laborales. Todos sabemos que eso lo haría un profesional, pero lo nuestro ha de ser la vocación. El espíritu de sacrificio por el prójimo. La sumisión.

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