Es la actitud que promueve la separación del ámbito religioso del ámbito profano. Defiende la autonomía de lo temporal, la autonomía del mundo frente a lo religioso, la separación iglesia y estado, trata de circunscribir los motivos religiosos a la esfera privada separándolos de la pública...
El ateísmo es la actitud que niega la existencia de Dios y cualquier otra creencia en lo divino. La ausencia de evidencias empíricas, el problema de la existencia del mal, el materialismo, el escepticismo respecto a las religiones... son argumentos que apoyan esta postura.
El agnóstico no afirma ni niega la existencia de Dios, solo cree en lo que puede demostrar. Su actitud le lleva a mostrar indiferencia ante lo divino. No siendo relevante para el sentido de su vida.
Es laicismo muestra una actitud beligerante hacia la religión. Va más allá del secularismo y considera la religión y las creencias religiosas perjudiciales para la sociedad. Lo que le lleva a pretender que sean erradicadas de la vida pública y de la sociedad.
El Artículo 18 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) defiende que:
«Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.»
Para que haya paz mundial es necesario que hay primero paz entre las religiones.
Frente a pasados conflictos de identidad, el diálogo entre las religiones hace un esfuerzo por respetarse unos a otros y reconocer el valor que que tiene la experiencia religiosa para el ser humano.
No se trata de decidir cual es más verdadera sino de encontrar aquello que las religiones comparten y lo que pueden aportar de valioso al el ser humano.
Es en la práctica, más que en las creencias, donde es más fácil que las religiones lleguen a puntos en común.
Dentro de los cristianos el ecumenismo es el intento de acercamiento de las distintas iglesias cristianas tratando de superar las divisiones y volver a la unidad perdida.
La congregación de los hermanos de Taizé reunen a jóvenes de todo el mundo para encontrarse y rezar juntos por la unidad de los cristianos.