Las religiones están presentes en todas las culturas y han estado en todos los tiempos. Desde que hay vestigios del ser humano hay signos de esta relación con la divinidad.
La religión es un hecho individual y social a la vez.
Las religión pueden servir para enfrentarse al miedo a las fuerzas que no se pueden controlar.
Las religiones tienen también un carácter social. Sirven para crear una identidad común, que mantiene unida a la sociedad y proporciona creencias comunes. Muchas de las guerras y conflictos que se atribuyen a la religión, no son por motivos religiosos, sino que dependen de esta característica que sirve para aglutinar a las personas.
El deseo de felicidad, que no se puede alcanzar en este mundo, abre a las personas a la necesidad de un ser superior que da sentido y felicidad de sus vidas.
«Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mio, mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.» (Sal 42, 2-3)
Las religiones tienen su origen, en primer lugar, en una experiencia: El Deseo de Dios.
Es una experiencia común a todas las personas. Se presenta como una necesidad, algo que falta para ser plenamente feliz y que no se sacia plenamente con nada.
Experiencia que, como la sed que te impulsa a buscar el manantial, impulsa a buscar un sentido más pleno hasta encontrarlo en una relación con Dios.
La palabra Religión viene de re ligare . Que significa ligar, establecer amarras, vínculos. Con ella se expresa esta relación con Dios.
Existen muchas tradiciones religiosas: Judaísmo, Cristianismo, Islam, Hinduismo, budismo...
Cada religión propone distintos caminos de acercamiento a la divinidad, un modo diferente de relacionarse con Dios... a través de distintas mediaciones: ritos, normas, costumbres...