La palabra griega Symbolom se refiere a un objeto partido: una moneda, un sello... que se utilizaban durante un contrato para reconocerse.
Cada una de las partes se quedaba con un trozo del Symbolom y cuando volvían a reunirse se juntaban para comprobar la identidad del portador.
El Credo se conocía también con el nombre: Símbolo de la Fe. porque servía como signo de identificación y reconocimiento entre los que compartían la misma fe.
Durante la vida de jesús (primeros años del s.I) los primeros seguidores de Jesús conocieron, vieron y escucharon a Jesús en primera persona.
Su fe en Jesús parte de esta experiencia de encuentro personal con él durante su propia vida.
Los apóstoles, tras la muerte y resurrección de Jesús, empiezan a transmitir esta fe a las nuevas generaciones de creyentes. Muchos de los cuales ya no conocieron a Jesús en vida.
Durante el s. I se escriben los textos del Nueva Testamento. Los evangelios, en forma de relatos, recogen la experiencia de la fe en Jesús enseñada por los apóstoles de las nuevas comunidades.
Hasta el s. IV los cristianos se abren a la cultura helenística difundiéndose por el imperio romano.
Las interpretaciones de los relatos evangélicos no siempre están acordes con la fe recogida por la tradición en la comunidades cristianas dando lugar a falsas ideas acerca de Dios y de quien es Jesús.
Para atajar estos problemas y aclarar que es lo que la fe de la iglesia afirma más allá de pareceres o interpretaciones se intenta expresar en un lenguaje distinto las verdades de la fe. Se usa un lenguaje racional y filosófico.
En los concilios, con esta nueva forma de hablar, la fe de la iglesia queda fijada en fórmulas de Fe, las cuales quedan recogidas en el Credo.
Síntesis
Recoge el núcleo de las verdades fundamentales de la fe de la iglesia.
Unidad
Une a los creyentes dándoles una identidad común.
Interpretación correcta
Ofrece una referencia para la interpretación correcta de los relatos evangélicos.
Defiende de imágenes falsas
El credo sirve para luchar contra las herejías e interpretaciones erróneas.
Hay dos versiones del mismo credo.
Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso, y desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos.
Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho.
Que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre.
Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día según las Escrituras, y subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre, y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén