A Jesús le seguía una gran multitud. Muchos eran seguidores de Jesús.
Los discípulos no eran meros alumnos que aprendían de su maestro. Un discípulo vivía con su maestro. Compartía sus enseñanzas pero sobre todo compartía completamente su vida.
Entre sus seguidores se pueden distinguir varios grupos:
Jesús atraía a una gran multitud de personas que acudían a verlo y escucharle
Jesús designó un grupo de misioneros, setenta y dos, que eran enviados a lugares por los que iba Jesús. Iban de dos en dos.
Jesús eligió un grupo de doce, desde el principio para estar con él, enseñarles, explicarles, y enviarlos a predicar.
Doce apóstoles, uno para cada una de las 12 tribus de Israel.
Entre los doce, jesús, compartía algunos de los momentos más íntimos, con tres de los apóstoles: Pedro, Juan y Santiago.
La transfiguración del Tabor, Getsemaní...
Jesús vivió en una época y en una sociedad determinada, la Palestina del siglo I. Jesús tuvo momentos de enfrentamientos con las distintas autoridades de aquella sociedad: Sociales, Religiosas y Políticas.
Los Fariseos era un grupo social que se preocupaba por cumplir estrictamente la Ley. Se esforzaban por ser honrados, cumplir todas las normas y separarse y despreciar a los pecadores.
Jesús les cuestiona porque apartan a Dios de su vida y creen que con su esfuerzo cumpliendo las normas no necesitan a Dios.
Los Sacerdotes del Templo consideran a Jesús una amenaza.
Jesús criticaba los negocios en torno al templo. Como cuando tira las mesas de los cambistas cuando llega a Jerusalén.
Jesús ademas perdonaba y acogía a los pecadores.
Los Romanos consideran a Jesús una amenaza porque con su mensaje alteraba la paz y al anunciar el Reino de Dios no pocos confundían con una alternativa al poder político de Roma.
Jesús mantuvo una relación cercana y sorprendente con los marginados de aquellas sociedad.
Todos los considerados pecadores (Enfermos, ciegos, leprosos, extranjeros, romanos, recaudadores, prostitutas... ) eran apartados de la comunidad.
Jesús tocaba, hablaba, curaba y comía con los pecadores, saltándose las normas sociales y religiosas de pureza.
Con estos gestos Jesús acoge a todos los marginados de nuevo en la comunidad, lo que quiere significar el perdón de sus pecados.
Jesús era mal visto por esta relación con los pecadores.
No necesitan médico los sanos sino los enfermos.