Las personas pueden cambiar el sentido de su vida.
La pregunta por el sentido de la vida está siempre presente. Puede llegar un momento en que el sentido que hemos dado a la vida entre en CRISIS.
La experiencia de falta de sentido se vive como una EXPERIENCIA de VACIO. La vida, tal como se conoce, pierde su sentido.
Ante la CRISIS caben dos posturas:
BUSCAR. Enfrentar la pregunta hasta encontrar un nuevo sentido. Aunque eso signifique experimentar el vacío durante el tiempo de crisis.
HUIR. Evitar la pregunta. La evasión busca entretenerse, confundirse con el ruido, el activismo, las adicciones, la distracción con lo insignificante...
Recobrar un nuevo sentido más pleno requiere un salto de profundidad.
YO
El sentido se centra en uno mismo. En autorrealizarse, disfrutar, divertirse, estar cómodo, conseguir mis metas, lograr reconocimiento, realizar proyectos, progresar, vivir experiencias...
LOS OTROS
El sentido se encuentra en los demás. En la ayuda, en compartir,
EL MISTERIO
El sentido de nuestra vida cambia con el tiempo. Los acontecimientos que vivimos, especialmente los que tienen que ver con nuestras fragilidades, fracasos y perdidas nos hacen profundizar en nosotros mismos.
La madurez personal se alcanza en la medida que conocemos y aceptamos nuestras limitaciones y debilidades.