Orar es una forma de contemplación. Una experiencia interior que se da en contacto con el silencio, en nuestra intimidad, en lo secreto.
Orar es un encuentro personal, tratando de amistad. tratando a solas muchas veces con aquel que sabemos que me ama.
Orar es ponerse delante de Dios. Poner nuestra vida: nuestros deseos, trabajos, esfuerzos, miedos, debilidades, errores, limitaciones, acciones, proyectos, historia, dudas, aciertos y fracasos... ante Dios.
Dejar que Dios te mire. Ponernos a nosotros mismos, sin caretas, sin apariencias, sin esconder nada... tal como somos. Y vernos en su mirada.
Reconocer así que nuestra vida es más de lo que haríamos de ella a solas. En relación con Dios, nosotros, toda nuestra vida se hace más grande. Se hace relevante, cobra una nueva importancia, deja atrás su rostro insignificante y se vuelve significativa.
Orar es reconocernos que tenemos sed de Dios. Solo cabe orar, desde la humildad, desde esta conciencia de necesidad de Dios.
VERBAL
MENTAL
MEDITACIÓN
GESTUAL
CORPORAL
SIMBOLICA
CONTEMPLATIVA
OTROS
ALABAR
PEDIR
DAR GRACIAS
ADORAR
PERDON
INTERCESIÓN
OFRENDA
BENDICIÓN