Josefina Sagarra Castanera

Cocina aragonesa de Josefina Sagarra (Programa de fiestas)

 

Evocar a Josefina Sagarra siempre es grato, pues su carismática figura va tan unida al Entremuro, hasta el punto que, decir Josefina y de­cir Entremuro es lo mismo. Fue durante toda su vida un exponente y refe­rencia y lo sigue siendo en nuestro recuerdo.

 

Toda su vida , la pasó aquí y por eso fuimos los entremuranos los que mas nos beneficiamos de sus cualidades: de su buen corazón, de su alegría contagiosa, de su amistad, de sus conversaciones, de sus inquietudes artísticas y literarias, de su aragonesismo; en una palabra, de la riqueza tan acogedora de su personalidad.

 

En el libro ”Recuerdos de mi niñez, Cosas de mi Entremuro”, que reco­pilo su sobrina Mary Muñoz de Morales y que presentamos en las Fiestas del año pasado, queda bien plasmada su manera de ser y de hacer, propia del espíritu aragonés: franco a la vez que prudente, optimista pero con moderación, aceptando los reveses de la vida con realidad pero sin fatalismo, y sacando del, vivir de cada día la experiencia que no enseña la Universidad sino los éxitos y fracasos inherentes a todo ser humano.

 

En los sesenta y nueve años que duró su existencia, Josefina, fue desarrollando sus inquietudes literarias, artísticas, coleccionistas y eco­logistas y todo sin ningún prejuicio, sin temor al que dirán. Para ella, era una imperiosa necesidad de llevas a cabo y mostrar lo que tenía dentro y hacerlo partícipe a los demás. Sus escritos y poesías, la decoración de su casa, su Cocina Aragonesa, su amor a los animales y a las planta lo dejan bien patente.

 

Pero por encima de estos sus amores, estaba su enorme potencial de amor a sus semejantes, sus familiares, sus vecinos, sus amigos y siempre dispuesta a ayudar y colaborar en lo que hiciera falta.

 

En la festividad del Santo Cristo y en los días de las Fiestas, era los días que Josefina se esforzaba por tener en condiciones su querida Cocina Aragonesa y los abuelos y el nieto que descansaban en la cadiera, preparando su ponche, sus almendras y longaniza para obsequiar a sus visitantes, los cuales quedaban admirados y sorprendidos de las conversaciones que Josefina tenía con los abuelos y el nieto.

 

Hoy, su Cocina Aragonesa, reside en casa de su hermano Joaquín en la calle Virgen del Pueyo, y ha sido enriquecida con más muebles y objetos.

Esta fue nuestra Josefina Sagarra. Josefina del Entremuro.

 

Luis Montes