Ficha 02 : Iglesia de San Antón

Alfonso XI, el Justiciero, rey de Castilla y León (1.312-1.350), invadió con sus tropas el Señorío de Vizcaya, entrando en la Villa. Con el fin de consolidar su posición, comenzó a levantar, en 1.312, un alcázar sobre el lecho rocoso del Nervión, junto al puente gótico que unía las dos pueblas, la ferrona y la marinera, con las que, en 1.300, Diego López de Haro fundó la Villa de Bilbao.

Al ajustarse una paz entre la Corona y el Señorío, posiblemente antes de lo previsto, la fortaleza fue devuelta a la Villa sin concluir las obras y el Concejo acordó su inmediata demolición y, al mismo tiempo, la construcción, en ese mismo siglo XIV, de un templo extramuros que sirviera para la atención espiritual de la población allende el Puente y el arrabal de Ibeni.

A propósito de lo que hemos denominado “templo extramuros”, conviene recordar que en las obras de restauración integral de la Iglesia (años 1.996 a 2.003), se descubrió (Junio 2.002) un imponente muro de 2 metros de anchura, que se adapta al lecho rocoso, rodeando la llamada roca de Atxuri, y que, al parecer, enlaza con el lienzo de la muralla que procede de la calle Ronda. Esto puede probar que el templo no quedaba fuera de la ciudad amurallada.

Tal templo extramuros empezó a construirse en 1.366 en el mismo solar, por supuesto, que ocupó el alcázar. Era de una sola nave de planta rectangular y cubierta abovedada. La primera misa se celebró el día 5 de agosto de 1.433, festividad de Nuestra Señora de las Nieves, con el templo totalmente terminado. Sin embargo, este primer templo, conforme al estudio de lo visto tras las obras de restauración integral ya citadas, tuvo una corta vida por problemas de construcción y apenas pudo mantenerse abierta 50 años, durante el siglo XV.

En el segundo templo que se construyó en 1.478, de estilo gótico, se puso un especial cuidado en buscar bien la roca y dotarle de una sólida cimentación, como así ha quedado demostrado en las mencionadas obras de restauración integral de la Iglesia (años 1.996 a 2.003).

El nombre de San Antón que se le dio a esta Iglesia, se debe al carácter preferentemente rural de la nueva feligresía.

En 1.548 se construyó, por el equipo de escultores que comandaba el artista flamenco Guiot de Beaugrant, la nueva y magnífica portada principal y renacentista, con puerta de entrada al templo (la que hoy en día está más próxima al Mercado). Columnas corintias, medallones, amorcillos, veneras y hornacinas artísticamente combinados y defendidos por un alto pórtico con su tribuna, llamada Balcón del Consulado, forman un conjunto único, inmortalizado por los lienzos del pintor bilbaíno Losada.

En las hornacinas, que estuvieron muchos años vacías, pudieron verse, desde 1.892, las magníficas tallas de San Pedro y de San Pablo, debidas al genial Anchieta (el Miguel Angel vasco). Dichas tallas, desde hace algunos años y con motivo de una de las últimas restauraciones, fueron colocadas en el muro del Presbiterio y, en su lugar, pueden verse otras dos tallas de inferior valor artístico.

Sobre la citada puerta de entrada a la Iglesia, puede leerse: “Agregada a la Basílica de San Juan de Letrán”, que es la Catedral de Roma.

Dentro del Bilbao típico de entonces, conviene recordar que, en 1.680, se construyó un edificio adosado al templo de San Antón y perpendicular a la nueva y magnífica portada principal y renacentista que hemos comentado, en donde se instaló el Consistorio de la Villa y el Consulado. Esta construcción permitió la formación de la Plaza Vieja, tan inmortalizada por el pintor bilbaíno Manuel Losada, de la que partía, entonces, el puente de San Antón (hoy se encuentra situado detrás del templo). Al inaugurarse, en 1.892, el actual Ayuntamiento de la Villa, se derribó este edificio adosado y perpendicular, desapareciendo así la Plaza Vieja citada.

Con fecha 1.9.13, Imanol Villa en una de sus "Crónicas de Bilbao y Bizkaia" nos decía, que esta Plaza Vieja fue durante muchos años el centro de la vida económica, social, cultural y festiva de a Villa. En ella se confirmó la vocación taurina de Bilbao.

En 1.774 se inició la construcción de la nueva torre de las campanas. La primitiva, a la que en el siglo XVII se añadió un flamante chapitel con su giralda, fue apeada y, en su lugar, se alzó la que hoy contemplamos. El campanario es uno de los mejores ejemplares del barroco fulgurante dieciochesco y está coronado por cúpula y linterna, rematado con la giralda, fundida en cobre por un calderero de la calle bilbaína Ascao.

Tanto la portada principal como el campanario, tal y como se ha visto, no pertenecen al estilo gótico de la Iglesia.

Las últimas aportaciones arquitectónicas se producen en 1.902, con la inauguración del nuevo pórtico, frente a la calle Ronda, con otra entrada al templo, la nueva Sacristía y amplias dependencias parroquiales. En el pórtico y en las fachadas hacia el puente, se aprecia el arte gótico isabelino, que no desdice del estilo del templo.

Tal y como hemos dicho en el párrafo tercero de esta Ficha, en 1.996 se iniciaron, bajo la dirección del arquitecto Rafael Purroy y con la colaboración del Servicio del Patrimonio y el equipo de inmuebles del Obispado, unas importantes obras de restauración integral de la Iglesia, que duraron hasta el año 2.003. Concretamente el día 9 de Noviembre de este año, el Obispo auxiliar de Bilbao celebró la primera eucaristía en esta Iglesia, tras permanecer cerrada al público durante estos años.

En estas obras se han descubierto:

A.- Vestigios de los primeros asentamientos civiles anteriores a la Carta Puebla de 1.300, que permiten pensar que la ciudad podría tener más años de los que se suponen.

B.- La existencia de una muralla defensiva de hasta 2,50 metros de ancha, que se entiende es la misma que la que rodeaba el antiguo Bilbao de las Siete Calles, en el siglo XIV.

C.- Las cimentaciones de una primera Iglesia que, al parecer, tuvo una corta vida de 50 años en el siglo XV.

D.- Las sólidas cimentaciones sobre la roca de Atxuri, que sostienen el edificio actual.

E.- Un cementerio de principios del siglo XVIII, con tumbas rectangulares, perfectamente definidas.

F.- Un camposanto anterior, hacia el siglo XVI, con otro tipo de enterramientos.

G.- Sólidos suelos de argamasa, al parecer de construcciones datadas entre los siglos XII y XIII y restos arqueológicos varios, que podrían confirmar la existencia, en ese lugar, de una vida anterior a la fundación de la Villa.

En relación con el camposanto y cementerio citados, hay que tener en cuenta que, desde sus orígenes y hasta el siglo XIX, el interior de esta Iglesia fue utilizado como tales. En 1.726 se planificó una importante reorganización del área funeraria. Las cubiertas de las tumbas se han reproducido, de alguna manera, en el suelo de la Iglesia, tras su restauración.

La iglesia se antoja casi cuadrada. Y es que los constructores aprovecharon al máximo el solar del viejo castillo, lo que permitió una cabecera extraña sin ambiente absidal y con los tramos laterales ochavados para poder desviar mejor las avenidas de las aguas de la vecina ría.

Consta de tres naves: una central muy alta y dos laterales más bajas, que miden 10 y 9 metros de altura respectivamente. Sus bóvedas son de crucería y pueden verse 8 altos arcos ojivales, 4 a cada lado y los 2 últimos en el coro, así como ciclópeas columnas cilíndricas. Un bellísimo triforio trilobulado y calado recorre el largo y ancho de la nave central. Y sobre este triforio pueden verse 8 grandes y finas vidrieras polícromas de tracería gótica.

Dentro de la nave central y en el muro del Presbiterio puede verse un bellísimo rectángulo de más de 20 metros de alto, llegando casi a la altura del triforio, con pinturas del artista Enrique García Ergüin (de la última restauración integral ya comentada) que combinan con las tallas y autorrelieves que ya existían, formando el siguiente mural:

.- En una primera línea (la más alta) y de izquierda a derecha, una pintura de la Resurrección de Jesús, una talla de Cristo crucificado y otra pintura de la Asunción de la Virgen.

.- En una segunda línea, una talla de San Pedro, una pintura sobre Pentecostés (la venida del Espíritu Santo) y otra talla de San Pablo. Estas dos tallas son las que estuvieron en las hornacinas de la nueva y magnífica portada principal y renacentista ya citada.

.- En una tercera línea, las pinturas de la Anunciación de María, el Nacimiento de Jesús y el Bautizo de Jesús.

.- Y en una cuarta línea, un autorrelieve de la última Cena del Señor, una pintura de Jesús resucitado con los discípulos de Emaús y otro autorrelieve del lavatorio de los pies por Jesús.

Si seguimos fijándonos en el Presbiterio, éste cuenta con un suelo flotante y acristalado (de la última restauración integral ya comentada), que permite contemplar los trabajos arqueológicos realizados. Es una lástima que se haya tenido que colocar sobre una gran parte de esta zona acristalada, junto al Altar Mayor, una alfombra que permita celebrar más dignamente los actos litúrgicos.

A la izquierda de este muro del Presbiterio y entre las puertas de entrada y de la Sacristía, se encuentra, a media altura, una imagen de San Antón con muchos años de antigüedad.

Desde el Presbiterio se aprecia el contraste de las naves góticas con el gran Coro alto renacentista. En 1.901 se inauguró el órgano de la casa Caveille Coll, que, a partir de 1.922 y hasta muy adelantada la década de los 80, fue utilizado por el maestro Arturo Inchausti, quien interpretó en él las mejores creaciones de la música religiosa y los más bellos motivos vascos. Con motivo de estas últimas obras de restauración, el órgano ha sido rehabilitado.

En la nave lateral izquierda y partiendo de la puerta de entrada próxima a la Sacristía, se encuentran tres capillas que, en 1.530, ampliaron el templo: la del Preboste, la de La Piedad y la de San Roque.

La primera, que es la más amplia, fue edificada en 1.530 en gótico tardío y se abre con un arco ojival cerrado por magníficas rejas de las forjas bilbaínas de la época. Un pasadizo unía esta Capilla con la Casa-Torre de Lezama Leguizamón, a la entrada de la calle Somera, a cuyas expensas se edificó aquélla (puede verse una pequeña puerta que permitía el acceso a tal pasadizo ya inexistente). En el muro frontal una vidriera gótica y debajo un cuadro de la Escuela de Ribera (siglo XVII) que representa la Circuncisión del Niño Jesús. Más abajo, a la izquierda, la imagen de Santa Mónica. Su bóveda es de crucería.

En el muro de la derecha de esta Capilla, se encuentra el altar del Santísimo, una talla de la Inmaculada del maestro Arizmendi, una pequeña imagen de Santa Agueda (única existente en las iglesias bilbaínas) y dos óvalos del pintor bilbaíno Losada, que muestran a San Ignacio de Loyola (con armadura) y al Beato Valentín de Berriochoa. Y a la derecha del altar y sobre el suelo, podemos ver una imagen del Sagrado Corazón de Jesús.

Del techo de esta primera capilla cuelga una gran lámpara de cristal.

La segunda es algo más pequeña que la anterior y, también, es de estructura gótica en el arco de entrada, bóveda de crucería y vidriera. La reja, más antigua que la anterior, es la mejor de la Iglesia, muestra de arte de los forjadores bilbaínos del siglo XVI. El retablo, de rica arquitectura renacentista plateresca, consta de predela, un cuerpo central y dos calles laterales. Resaltamos en el cuerpo central el extraordinario grupo de La Piedad, obra maestra de Guiot de Beaugrant, escultor flamenco ya comentado en la ficha anterior. En la predela y calles laterales, varios pasajes de la vida y muerte de Jesús. Y a la izquierda dicha predela, una pequeña joya renacentista que es el relieve de la Anunciación.

Realmente este retablo que hemos comentado es la verdadera obra maestra de San Antón.

Y en el muro de la izquierda de esta segunda capilla, un gran lienzo salido de algún taller de la Escuela de Zurbaran (2ª mitad del siglo XVII), que representa a San Antonio Abad visitando al ermitaño San Pablo.

En 1.919, con el fin de ampliar el comulgatorio, se unieron estas dos capillas con un hermoso arco gótico, realizado por el arquitecto Emiliano Amann.

La tercera Capilla es la más pequeña de las tres, con bóveda de crucería y una pequeña ventana gótica cegada en el muro izquierdo. Esta Capilla debió ser la primitiva entrada del templo, anterior a la nueva portada principal del siglo XVI. Son de gran belleza el magnífico arco de medio punto sostenido por columnas corintias, que se prolongan en otros elementos hasta la cornisa que enmarca el conjunto. Sobre el sepulcro que se halla al fondo, está colocada la imagen de San Roque. A la entrada y a la derecha la imagen de San Sebastián, y a la izquierda la de Santa Lucía.

Son de admirar estas dos tallas de San Roque y de San Sebastián, juntamente con la imagen de San Antonio de Padua con el Niño, que se encuentra en la hornacina situada a la derecha del Presbiterio y a la cabeza de la nave lateral derecha. Las tres imágenes son tallas de Juan Pascual de Mena, gran escultor toledano que mantuvo, entre 1.754 y 1.756 en Bilbao, un taller propio por los encargos que la Villa le hiciera, entre los que también se encontraban las tallas de la iglesia de San Nicolás (Ver Ficha nº 4).

Siguiendo en la nave lateral derecha, nos encontramos con la Capilla de Andra Mari de Begoña, elaborada en 1.907, y, a su derecha, el espléndido lienzo de la Asunción de Nuestra Señora, que tiene un sabor italianizante con regusto manierista, de la 2ª mitad del siglo XVI. En dicha Capilla se encuentra el Baptisterio con su pila bautismal.

En el fondo, frente al Presbiterio y de izquierda a derecha, una imagen de San José, las imágenes de San Cosme y San Damián labradas en 1.664 por el escultor Antonio de Alloitiz, la escalera para subir al Coro y debajo de ella una entrada al sótano para permitir el estudio más profundo de las recientes excavaciones. Más a la derecha y en la pared, un aguabenditera de mármol y, por último, un Cristo crucificado con una pintura de la Dolorosa a sus pies.

Esta iglesia de San Antón forma parte del escudo de la Villa de Bilbao.

Ya que hemos mencionado este escudo, diremos que, utilizando la información de " http://www.conocerbilbao.com/tag/lobos-escudo-de-bilbao/ ", contiene los siguientes elementos:

1.- La Iglesia de San Antón (punto donde nació la Villa) y el Puente de San Antón (su vía de acceso).

2.- La Ría (elemento clave en la vida de Bilbao).

3.- Los dos lobos (se añadieron en 1.300) situados verticálmente sobre el Puente y a la derecha de la Iglesia. Tienen su origen en el escudo de Don Diego López de Haro. Otra teoría es que Jaun Zuría mató dos lobos cuando iba a la batalla en la que se proclamó primer Señor de Vizcaya.

4.- La Corona sobre el escudo (se añade en 1.475). Fernando el Católico otorga a Bilbao el título de "Noble Villa".

5.- La Leyenda (se añade en 1.603). Felipe II otorga a Bilbao los títulos de "Muy Noble y Muy Leal".

6.- Orla de Pluma y Rama de Laurel. La primera para los que defendieron Bilbao en los sitios de 1.836 y 1.837, recibiendo Bilbao el título de "Invicta". La segunda por el cuato sitio de Bilbao en 1.874.

A continuación vamos a citar algunas fechas que merecen ser recordadas:

.- En 1.552 visita Bilbao San Francisco de Borja, quien utilizó el antiguo púlpito del templo. Hay quien dice que el Santo se dirigió al pueblo en euskera.

.- En 1.593, las aguas penetraron en el templo, inundándolo y causando serios deperfectos.

.- En la segunda Guerra Carlista y su consiguiente segundo sitio, se cerró San Antón, pasando a ser un almacén de intendencia. Se abrió en 1.876.

.- En 1.881 vuelve a cerrarse por amenaza de ruina. Se abrió en 1.882.

.- En 1.959, un peligroso incendio pudo haber consumido totalmente el templo.

Y, por último, en la fachada de la Iglesia que da a la Calle La Ribera, podemos ver una placa que nos recuerda el siglo XVII y el conflicto que en ese siglo tuvo lugar en Bizkaia, conocido con el nombre de "La Rebelión de la sal" que desarrollamos en el Capítulo nº 9.

En la parte superior de esta placa se encuentran las cabezas de los seis mártires, como así consta más abajo. Y a su derecha los escudos de Bilbao y de Bizkaia. Y en la parte inferior un escrito que dice: "El pueblo de Bilbao en memoria de (los nombres de las seis personas) ejecutados el 24 de Mayo de 1.634, mártires del Señorío de Bizkaya y de su libertad".

Nota

Hasta el mes de Enero de 2.004 (fecha en la que redacto esta nota), se han venido consultando cuantas informaciones sobre el tema (6 en este caso) se han hecho públicas en la prensa bilbaína y que han sido realizadas por los siguientes profesionales: Teresa Abajo (con 2 informaciones), Elías Mas Serra (1), Itsaso Álvarez (1), Inés Jauregi (1) y Gaizka Eguskiza (1).

Fotografías y Paseos virtuales

De acuerdo con lo dicho en el "Prólogo del Autor" y con el fin de que recuerden, en la medida de lo posible, su visita al contenido de esta Ficha nº 2, les indico que pueden acceder, en Paseos virtuales, a una visión panorámica de la Iglesia de San Antón y, también, enFotos de la Villa, a las siguientes fotografías:

.- Año 2.001, 11/06: Visión nocturna de la Iglesia.

.- Año 2.003, 17/02: Iglesia y Puente de San Antón.

.- Año 2.003, 13/10: Iglesia y Puente de San Antón (de noche).

.- Año 2.004, 04/10: Iglesia y Puente de San Antón.

.- Año 2.005, 18/07: Iglesia y Puente de San Antón, en combinación con el Tranvía.

.- Año 2.006, 27/03: Puente de San Antón e Iglesia.

.- Año 2.009, 20/09: Puente e Iglesia de San Antón (de noche).