Ficha 01: Catedral de Santiago

Para hablar de esta Catedral, necesariamente tenemos que mencionar a la ermita sobre la que está construida, ermita que existía antes de la fundación de la Villa en el año 1.300. La Carta Puebla fundacional de la Villa de Bilbao cita a las iglesias de Begoña y Santiago.

Esta ermita fue la primera construcción religiosa de dicha Villa y, sin duda, fue lugar de tránsito de peregrinación hacia Compostela y donde se detenían los peregrinos que se desviaban por el País Vasco, haciendo el Camino de la Costa.

En las últimas obras de restauración de la Catedral, iniciadas en el mes de Abril de 1.997, se descubrieron restos humanos anteriores a la fundación de Bilbao. Estos enterramientos forman parte de una necrópolis situada junto al muro exterior de la iglesia románica primitiva, cuyos cimientos de piedra han sido también localizados a unos dos metros de profundidad.

Cabe la posibilidad de que exista una fila más de sillares debajo de la que se ha sacado a la luz, pero, de momento, no se ha profundizado más en el yacimiento. De todas formas, los importantes hallazgos arqueológicos aclararán diversos aspectos del pasado de la Villa.

La construcción de ese templo románico primitivo es un indicador del desarrollo alcanzado por el núcleo de población de la orilla derecha del Nervión, en la Baja Edad Media.

La ampliación del templo que iba a ser de estilo gótico, comenzó allá por 1.379. Era patente una evidente influencia francesa, ya que, según parece, se levantó sobre planos de un arquitecto normando. Bilbao mantenía ya un intenso comercio con los puertos de Normandía y de Flandes. Esta primera parroquia bilbaína estuvo adosada a las tres primeras calles de Somera, Artecalle y Tendería.

Aproximadamente por 1.404, se inician los trabajos del coro.

Tres puertas comunicaban el templo con el exterior: la primera se abría al Sur, en la parte que daba al mercado (la que hoy se encuentra en el pórtico); la segunda al Oeste en la portada principal (hoy Plazuela de Santiago) y la tercera era la puerta del claustro (hoy conocida como Puerta del Angel), orientada al Este y por la que salían los peregrinos después de haber venerado al Santo.

El primer inventario de enterramientos data de 1.379 y el segundo de 1.402. Consta que consiguieron sepultura propia en Santiago, familias como: Arbolancha, Zurbaran, Leguizamón, etc.

Esta iglesia acogió importantes acontecimientos. Unos de índole religioso como la visita y predicación de San Vicente Ferrer allá por 1.408. Otros de índole civil como la aprobación de las Ordenanzas de la Villa en 1.483.

En 1.535 el Cabildo hizo un contrato con el escultor Guiot de Beaugrant, quien empezó a labrar una verdadera obra de arte en un retablo para la iglesia.

Este escultor era de origen flamenco y fue activo en el País Vasco entre 1.530 y 1.549. Su arte se relaciona con el estilo Juan de Juni (escultor francés documentado en España desde 1.533) y es claramente manierista en algunos aspectos. Inició el retablo de Santa María de Portugalete (1.533); trabajó, como hemos dicho, en el retablo de Santiago, en Bilbao (1.533-1.546) y también en Valmaseda y en Cenarruza. Creó escuela con seguidores en la región.

Desgraciadamente, aquel fabuloso tapiz de madera hubo de ser apeado en el siglo XVIII, porque la carcoma lo había estropeado y amenazaba ruina. Quedan algunas tallas sueltas que pregonan su primitivo esplendor. Una en la Capilla del Cristo, en la misma iglesia, en la que se encuentra el Cristo que muy posiblemente coronaba el magnífico retablo citado. Otras en la Sacristía de la Catedral, como es el caso de los 4 Padres de la Iglesia latina, y en el Museo arqueológico y etnográfico, junto a la iglesia de los Santos Juanes.

Por otra parte, esta iglesia sufrió varias catástrofes, como los incendios de 1.571 y 1.641, o el aguaduchu (inundación) de 1.593, que causaron graves destrozos y forzaron a reconstrucciones.

En cuanto a su exterior, en 1.650 se edificó la primitiva fachada del templo. En 1.716 se erigió, sobre el primer cuerpo de piedra, otro muy elevado y gallardo, un pretencioso campanil. En 1.817, ante el temor de su derrumbamiento, se demolió. Y en su lugar se levantó un torpe armatoste de ladrillo, feo y raquítico. Estaba asociado a las guerras carlistas y figura en grabados de la época.

Finalmente en 1.885, se le encomendó al prestigioso arquitecto bilbaíno Severino Achúcarro la total reparación de la fachada y la construcción de la airosa torre neogótica que hoy podemos admirar y que la terminó en 1.890. Es como una flecha que se dispara al cielo. Tiene, esta torre, 11 campanas dispuestas en 3 niveles, 4 de repique y 7 de volteo, de los años 1.890, 1.895 y 1.916.

En algún momento se proyectaron dos torres gemelas a ambos lados de la puerta principal del Templo. La sensación de agobio lo desestimó.

La fachada principal, que se asoma a la Plazuela de Santiago, es también neogótica. En ella puede verse una portada ojival, discretamente abocinada, que se adorna, en sus arquivoltas, de grecas de follaje que trepan hacia la ojiva. Cubre esta portada un arco conopial rematado en una cardina.

A ambos lados, sobre dos repisas góticas y bajo finos doseletes del mismo estilo, descansan las figuras de los Santos Pedro y Pablo. Sobre la portada corre una balconada y, encima, el clásico rosetón insustituible en las catedrales góticas.

Destacan dos veneras a ambos lados del citado arco conopial, que acreditan su sabor jacobeo. También pueden verse, arriba y a ambos lados del clásico rosetón, dos medallones que representan los elementos que identifican a la iglesia como Basílica.

A la derecha de esta fachada principal (orientación Sur), se encuentra el gran atrio o pórtico del templo, característico de las iglesias vascas. Renacentista y de figura trapezoidal, fue construido en la segunda mitad del siglo XVI. Este pórtico es de gran amplitud, con 6 arquerías gigantes de medio punto, apoyadas en robustas pilastras que sostienen las bóvedas y que sirven, al mismo tiempo, de contrafuerte exterior del templo. Obsérvese la inclinación de alguna de sus columnas a tal efecto.

Dentro de este pórtico se encuentra una bella entrada gótica lateral, que comunica con el crucero. Tiene tres arquivoltas. La primera se adorna con figurillas adaptadas a la curvatura del arco y las otras dos se abren hacia la puerta en forma de arquitos. Sobre esta entrada puede verse un escudo policromado de la Villa, como símbolo del patronazgo que ejercía sobre esta iglesia.

Una vez dentro y sobre esta misma puerta, se encuentra una imagen de la Inmaculada de hacia 1.783, de Francisco Arizmendi. Y enfrente, sobre las puertas de entrada al claustro, se halla otra imagen referida al apóstol Santiago de Pérez Comendador, de 1.955. Contrasta la diferente expresión de ambas imágenes.

El claustro es un cuadrilátero reducido, adosado a la Iglesia por el Norte. Su estilo es el gótico tardío de finales del siglo XV y principios del XVI, con un jardín central. Dispone de amplios ventanales que se abren al ya citado jardín, con profusión y variedad de sus tracerías. Sobre los muros, corre una crestería calada y entreverada por pináculos y gárgolas. Este claustro comunica con la calle Correo a través de la Puerta del Angel. Acoge a dos retablos muy elaborados de hacia 1.900 y tres sepulcros, uno de ellos del siglo XVI.

Dicha Puerta del Angel es de estilo gótico florido con elementos decorativos isabelinos y fue construida a principios del siglo XVI. Era la puerta de los peregrinos. Es moderadamente abocinada y partida en dos por el parteluz que se prolonga en forma de pináculo sobre el tímpano adornado de relieves geométricos. La portada se cubre de un arco conopial, rematado en una cardina. El conjunto queda encuadrado por dos contrafuertes que terminan en floridos pináculos. En el interior del vértice de dicho arco conopial, destaca una venera jacobea, que despedía a los romeros al abandonar el templo para enfilar la ruta hacia Compostela.

Volviendo al interior, al retablo de Beaugrant le sustituyó, en 1.805, un altar de jaspe cerrado al exterior por verjas de hierro y bronce. Recientemente se llevó a cabo una acertada reforma, desapareciendo lo antes citado y, en su lugar, se colocó un ara de piedra en el centro del Presbiterio, que quedó limpio y despejado.

También sufrió importantes reformas el Coro en el siglo XVIII. En efecto se alargó la iglesia y se edificaron, a ambos lados del Coro, la Capilla del Cristo ya mencionada y la Sacristía. La característica de este Coro es que no está situado en un espacio central, a nivel del suelo, como es habitual en las Catedrales. Mas bien es el Coro de una iglesia parroquial, como así se definió entonces.

El interior catedralicio responde a una planta de cruz griega (aunque con la obra del Coro se asemeja ahora más a una cruz latina), con una nave central y dos laterales más bajas, adornadas con capillas. Consta de crucero y esbelta girola tras el Altar Mayor, que se une a éste por arcos apuntados con capillas poligonales de diversa amplitud. La existencia de crucero y girola permiten una relación con el gótico europeo (normando).

Las bóvedas, de crucería gótica parcialmente policromada, presentan nervaduras y terceletes, descansando sobre columnas cilíndricas, con pilastras adosadas.

Existe, también, por debajo del nivel de las ventanas, un triforio abalconado con antepecho calado que rodea toda la nave central, crucero y ábside. Este triforio, junto con la girola, son elementos típicos de las iglesias de peregrinación.

En cuanto a ventanas, esta iglesia cuenta con 16 ventanales y 3 rosetones con vidrieras identificadas con el espíritu del gótico. Uno de los rosetones, el situado a la derecha del crucero, es triangular con sus tres lados curvos.

Las capillas a las que nos hemos referido anteriormente, son 15 y están alojadas entre los contrafuertes (con una altura menor que las naves laterales), excepto las 5 del centro de la girola, que fueron ya planificadas desde el principio. Su distribución se lleva a cabo por el contorno de la iglesia.

En las capillas pueden verse varias imágenes de Cristo, de la Virgen y de los santos y santas. Destacan la Piedad, con una hermosa talla barroca de hacia 1.642, y el Cristo del Amor, que es una bella talla atribuida a Guiot de Beaugrant, de hacia 1.543 (ya comentada).

Además, pueden contemplarse varios sepulcros góticos, una torre eucarística (sagrario) del siglo XV y la pila bautismal.

Merece también deleitarse en la segunda capilla de la derecha, según se entra por la Plazuela de Santiago. Su cubierta está formada por una crucería estrellada, que arranca de ménsulas con la representación tetramórfica de los cuatro Evangelistas (hombre, toro, águila y león).

El patronazgo de Santiago sobre la Villa data desde su fundación. Sin embargo, fue confirmado formalmente ante la Santa Sede en 1.643, siendo Papa Urbano VIII.

Esta iglesia fue consagrada Basílica en 1.819, a instancias del bilbaíno Cardenal Gardoqui, y declarada Catedral en 1.950, tras fundarse en 1.949 la diócesis de Bilbao, si bien, su primer obispo, Casimiro Morcillo, consagró su altar mayor en 1.955. También ha sido declarada Monumento artístico nacional.

Hemos hablado de obras de restauración en el tercer párrafo de esta ficha, que comenzaron en 1.997. Estas obras, que han constituido un exhaustivo proceso de cirugía interna y limpieza exterior, terminaron en el año 2.000, abriéndose al público la Catedral el día 25 de Julio, festividad de Santiago.

No debemos olvidar que es el edificio gótico más importante de Vizcaya y uno de los más ricos del País Vasco, lo que justifica la realización de las obras citadas.

Y como consecuencia de ellas:

1.- Se ha mejorado notablemente la iluminación y la claridad en el templo, mediante la limpieza de las paredes y de las vidrieras que rodean toda la iglesia.

2.- Se ha remodelado el Presbiterio, que presenta una base octogonal con escalón y sobre dicha base y al fondo se encuentra la Cátedra con seis asientos a cada lado. En el centro el ara de piedra sobre 12 columnas y más hacia delante y hacia la izquierda, un ambón apoyado en 7 columnas.

Debajo de este Presbiterio se encuentran las excavaciones comentadas en los párrafos 3º y 4º de esta Ficha, con una puerta en la parte trasera.

3.- Se ha recuperado el pavimento original del siglo XVII.

4.- Se ha sustituido la tracería de madera de los ventanales por otra de cantería.

5.- Se ha reparado el Coro y acondicionado para recibir el nuevo órgano.

6.- Se ha instalado un nuevo órgano de estilo clásico nórdico, apto para interpretar música del siglo XVII hasta nuestros días. Se ha bautizado con el nombre del compositor vasco Jesús Guridi, quien fue maestro organista desde 1.918 a 1.939, de la entonces Parroquia Santiago. Tiene 2.260 tubos de estaño y plomo, con capacidad para producir sonidos excelentes. Una vez realizados los trabajos de armonización, así como las últimas operaciones de montaje, y tras pasar un período de aclimatación a la humedad y a la temperatura de la Catedral, fue inaugurado en la Navidad de 2.002.

7.- Se ha restaurado la aguja y el cuerpo de la torre.

8.- Se ha limpiado la fachada principal.

9.- Se ha recuperado la Puerta del Angel, dejándola en un estado de conservación inmejorable y poniendo fin a un grave proceso de deterioro que venía padeciendo.

10.- Se ha rehabilitado el pórtico y se ha cerrado el mismo con una hermosa y vistosa verja.

11.- Se ha abierto la puerta del pórtico que estaba cerrada, restaurándola eficazmente.

12.-Se ha restaurado el claustro del siglo XVI, que ahora puede ser contemplado en toda su belleza y con una gran luminosidad.

13.- También se han restaurado los casi 250 sepulcros.

14.- Y muy posiblemente, podrán contemplarse, en breve, el basamento y la primera capilla que se construyó en este terreno, con anterioridad a la fundación de la Villa de Bilbao.

Nota

Hasta el día de hoy 23.7.02 (fecha en la que redacto esta nota), se han venido consultando cuantas informaciones sobre el tema (11 en este caso) se han hecho públicas en la prensa bilbaína y que han sido realizadas por los siguientes profesionales: Patxi García (con 3 informaciones), Carmen Barreiro (2), Luis Sala (2), Gorka Castillo (1), Elías Mas Serra (1), Manu Montero (1) y Lujio Arrieta (1).

Fotografías

De acuerdo con lo dicho en el "Prólogo del Autor" (Apartado Fotos de la Villa de Bilbao) y con el fin de recordar, en la medida de lo posible, su visita al contenido de esta Ficha nº 1, les indicamos las fotografías correspondientes:

.- Año 2.001, 05/11: Pórtico iluminado con entrada lateral.

.- Año 2.002, 21/01: Puerta del Angel (Calle Correo) iluminada.

.- Año 2.002, 18/02: Torre de la Catedral (parte superior) iluminada.

.- Año 2.004, 02/08: Puerta del Angel. Detalle de la parte inmediatamente superior de la puerta de entrada de la izquierda.

.- Año 2.005, 02/05: Torre de la Catedral rodeada de casas y tejados.

.- Año 2.010, 21/02: Puerta de los Peregrinos (Puerta del Angel).