EXPLODING MASSIVE STARS

En 1957, Margaret Burbidge, su esposo Geoffrey y los astrofísicos William Fowler y Fred Hoyle abordaron la pregunta sobre el origen de los elementos químicos en un artículo que bien puede considerarse uno de los trabajos científicos más importantes de todos los tiempos. En el citado artículo, establecieron que prácticamente todos los átomos que existen en la naturaleza (a excepción del hidrógeno y otros pocos átomos muy ligeros, creados poco después de la gran explosión, del big bang) se sintetizaron en el interior de las estrellas mediante reacciones nucleares, un proceso conocido como nucleosíntesis estelar. Así pues, el origen de todo lo que vemos, incluidas nuestras propias células, se remonta al corazón de las estrellas. En su trabajo de 1957, Burbidge y sus colaboradores distinguieron dos grandes familias de elementos químicos: aquellos cuyos átomos se crean en reacciones de fusión nuclear (la unión de dos núcleos) y aquellos originados cuando un núcleo captura un protón o un neutrón. Los procesos de fusión nuclear dan lugar al ­hierro y a los átomos más ligeros que este, mientras que las capturas protónicas o neutrónicas originan los elementos más pesados. Estos últimos incluyen algunos tan notables como el oro, la plata, el plomo o el plutonio.

Cuando el núcleo central de una estrella muy masiva (al menos 8 veces la masa del Sol) se convierte en núcleos de hierro puro mediante el proceso continuo de nucleosíntesis que ocurre en su interior, el núcleo ya no puede soportar la fuerza de aplastamiento de la gravedad resultante de toda la materia sobre el núcleo, y este termina por colapsar bajo su propio peso. Además, los procesos de fusión dejan de producir energía (la nucleogénesis a partir del hierro pasa a ser un proceso que transcurre con absorción de energía en vez de desprendimiento de esta). A estas estrellas se las conoce como supernovas. Durante su rápido y violenta destrucción expulsan las capas superiores a velocidades de 15.000 a 40.000 kilómetros por segundo, enriqueciendo el medio interestelar de los elementos que lo forman.


Remanente de Casiopea A

Cassiopeia A is a star that exploded about 320 years ago. No astronomer recorded the explosion at the time, but we can still see the remains of the explosion today in the form of a colorful supernova remnant. By measuring the motion of the gas in the remnant, astronomers deduce its age.

En este magnífico vídeo de la serie "El Tamiz", se nos explica como es el proceso que estamos tratando de explicar para una supernova de tipo II