Héctor Félix Arata

Primer historiador de Villa Urquiza

Periódico El Barrio

Por Luis Alposta

luisalposta@fibertel.com.ar

Hombre laborioso y modesto. El primero en ahondar en el pasado de nuestro barrio. En un pasado que, hasta entonces, nos venía reclamando ser historiado.

Héctor Félix Arata fue autor de un opúsculo sobre la Iglesia Parroquial Nuestra Señora del Carmen - Aporte para la Historia de Villa Urquiza y de un sólo libro: Villa Urquiza - Sus primeros cien años. Una obra que, desde sus páginas, irradia el calor de lo auténtico, de lo que fue concebido como un acto de servicio, fuente de la que muchos abrevamos.

Desde muy joven y sin proponérselo, Arata fue hilvanando en viejos cuadernos y en papeles sueltos la historia de nuestro barrio. Fiel a su naturaleza, no fue ni aspiró nunca a ser un historiador “reconocido”. Sólo pretendía ser un cronista que buscaba desaparecer detrás de lo que contaba. Y si en algo aparece en Villa Urquiza - Sus primeros cien años es sólo como legítima consecuencia de que él mismo ha sido parte de ese barrio del que nos habla.

Ya en sus cuadernos de apuntes lograba en pocas líneas componer cabalmente la atmósfera del barrio antiguo, de lo que fue desde su fundación hasta llegar casi a los umbrales siglo XXI. Con gran acopio de información, Héctor Félix Arata iba escribiendo su libro objetivamente, sí, pero con una objetividad no exenta de ese entrañable sentimiento que despierta el pasado de un barrio en quien lo ama.

El suyo fue uno de los más auténticos y vivaces testimonios sobre el nacimiento de nuestra querida Villa Urquiza. Un barrio que aparece vivo en sus escritos, en los que no omite ninguno de sus aspectos fundamentales: el histórico, el tradicional, el cotidiano. Su libro es para ser leído con fruición, retrotrayéndonos a un pasado que, a través de sus palabras, parece estar ahí nomás, en una lejanía apenas de ayer. Transportarnos al tiempo de Villa Catalinas, con sus singularidades, sus secretos y las vidas de sus gentes, nos permite iniciar un recorrido por nuestra historia barrial desde su trama más íntima y reveladora.

A su condición de vecino y de historiador, que trascendió al cronista, supo sumar, también, su vocación de fomentista y su desinteresado desempeño (siempre en carácter ad honorem) en cargos relacionados con el quehacer barrial. La suya ha sido la figura del historiador humilde que, tratando de buscar en el pasado todo lo que fue buscó, también, traerlo al presente para procurar un futuro mejor.

El incitaba a descubrir tras el barrio de hoy al barrio de ayer. Incitaba, es posible decirlo así, a esa forma particular de la nostalgia que, para los jóvenes, es la nostalgia de lo no vivido. Sentimiento y conducta que conmueven e inspiran.

El fue quien, con amor al barrio, hizo de lo lejano lo íntimo.

Arata fue Vicepresidente de la Junta de Estudios Históricos de Villa Urquiza desde 1977 hasta 1993, año en que falleció. Por Ley N° 2049, del 3 de agosto de 2006, el cantero ubicado en la calle Mendoza entre las calles Avalos y Bauness lleva su nombre.