Una Pasión

Una pasión: El Padre Boris Turel y River Plate

Por Eduardo Rodas

Me tocó participar en la Comisión del Centenario como representante de la Asociación de Ex Alumnos del Colegio Nº 12 “Reconquista” casi en mis años juveniles. Los representantes de mas de 30 organizaciones del barrio eran para mi personas mayores a las cuales escuchaba con todo respeto en las reuniones.

Estas se hacían cada vez mas frecuentes y muchas veces duraban hasta la medianoche y se realizaban en el que después se llamó Salón del Centenario en el Colegio Saint Jean de la calle Monroe. Un cuadro de Don Benito Quinquela Martin era testigo de nuestros comentarios y propuestas.

Se acercaba el tiempo de las definiciones: lugar del Acto Principal y del Vino de Honor, autorizaciones oficiales, publicación de la Guía del Centenario, invitaciones a autoridades, discursos, medallas, etc., etc.

Y las reuniones se hacían cada vez mas acaloradas y muchas veces con opiniones contrapuestas. De hecho logramos que el Vino de Honor se sirviera el 2 de octubre de 1987 en el patio del Colegio Reconquista que está ubicado frente a la plaza Esteban Echeverría donde tuvo lugar el acto principal.

El padre Boris Turel, cura párroco en ese entonces de la iglesia Nuestra Señora del Carmen y Presidente Honorario de la Comisión, generalmente hablaba siempre al final de las reuniones, pronunciando un mensaje conciliador y de esperanzas de que todo iba a salir bien.

Esa noche llegamos para una nueva reunión y antes de comenzar la misma, presidida por el Sr. Luis Nahim, el padre Boris pidió la palabra. Su profunda voz comenzó a resonar en todo el salón con un mensaje de conciliación y que todos los hechos debían ser vividos como en una gran familia. Para mis adentros pensaba en que lío se venia para que el cura párroco comenzara con tamaña alocución.

Sorpresa fue cuando luego de unos breves minutos terminó diciendo y “entonces ahora pido un gran aplauso para el Club Atlético River Plate que el domingo pasado le ganó a Boca”.

Hasta los hinchas de los primos aplaudieron y la reunión comenzó entre sonrisas y distendida para llevar a buen puerto todos los objetivos propuestos.

Mi gran respeto y recuerdo para otro riverplatense: el Padre Boris Turel.