Los compromisos son uno de los dos tipos de obligaciones: son obligaciones que nadie nos impone excepto nosotros/as mismos/as. La fuerza de este tipo de obligación no se origina en nada exterior sino que se origina en nosotros/as mismos/as: nuestras creencias, deseos y elecciones. Otras personas pueden influir o intentar decirnos cuáles son nuestros compromisos, pero somos libres de decidir cuáles son nuestros compromisos. En resumen, los compromisos son obligaciones que surgen de nuestras propias decisiones libres.
En esta sección vamos a explorar dos tipos diferentes de razones por las que una persona puede decidir aceptar un compromiso:
A veces, aceptamos un compromiso como parte de un proyecto compartido con otras personas. Cada participante está interesado en completar el proyecto, por lo que cada participante se compromete a hacer una parte de ese proyecto. Y mantenemos nuestro compromiso mientras los demás participantes mantengan el suyo. Tan pronto como otros no cumplen con sus compromisos, nos liberamos de los nuestros. Podemos decir que inicialmente aceptamos un compromiso porque estamos interesados en completar un proyecto. Posteriormente mantenemos nuestro compromiso mientras los demás participantes mantengan el suyo.
Otras veces aceptamos un compromiso porque pensamos que es lo correcto. Por ejemplo, puedo aceptar el compromiso de no cazar animales porque creo que está mal matar animales solo por diversión. Y puedo mantener mi compromiso sin tener en cuenta lo que hacen otras personas. Escucharé a mi conciencia moral, no a lo que otras personas piensan o hacen. En este segundo tipo de compromisos, no existe un acuerdo con otras personas ni un interés común en realizar un proyecto específico. La razón para aceptar y mantener este segundo tipo de compromisos surge únicamente de nuestra propia conciencia moral.
Clasifica cada uno de los siguientes compromisos según su origen: ¿Surgen de un proyecto compartido o de nuestra conciencia moral?
Los compromisos del proyecto se basan en la reciprocidad: cumpliré mi compromiso siempre que las otras partes involucradas en el proyecto cumplan con el suyo.
Los proyectos pueden ser algo muy específico como limpiar la casa o hacer los deberes escolares. O pueden ser algo muy general, como ser educado para pasar unas buenas vacaciones juntos o pagar impuestos por tener un país mejor.
Esta idea de aceptar y cumplir compromisos basados en la reciprocidad es muy antigua y está muy extendida entre diferentes culturas: se llama La Regla de Oro:
La Regla de Oro establece que debemos tratar a los demás de la misma manera que queremos que nos traten a nosotros. Para que esta regla funcione correctamente, debemos asumir que todos compartimos el mismo objetivo, que todos estamos en el mismo proyecto compartido. En muchas religiones, este proyecto compartido es la salvación del alma. En la mayoría de las culturas, este proyecto compartido se basa en un entendimiento común de la felicidad y lo que es una vida buena y feliz.
Sin embargo, en las grandes sociedades multiculturales y multirreligiosas como la nuestra, no podemos simplemente asumir que todos compartimos un entendimiento común de lo que es una vida buena y feliz. Por eso debemos tener cuidado al aplicar la regla de oro a personas que no conocemos bien. Es posible que otras personas no quieran las mismas cosas que nosotros. Mejor preguntamos primero la forma en que ellos desean ser tratados en lugar de asumir que hay que tratarlos de la misma manera que queremos ser tratados nosotros.
¿Debo invitarte a un circo con animales porque me gusta que me inviten a circos con animales? Quizás debería preguntarte primero si te gusta ver a los animales actuando en el circo.
¿Puedo negarme a ayudarte con tu tarea porque no quiero que me ayuden con la tarea? Quizás debería preguntarte primero si quieres o necesitas mi ayuda.
Piensa en las siguientes formas de tratar a otras personas. ¿Son aplicaciones correctas de la regla de oro?
Preguntar a otras personas lo que quieren es la mejor manera de saber qué hacer en estas situaciones.
Escribe un ensayo breve sobre tus proyectos compartidos y tus compromisos morales:
Describe uno de tus proyectos compartidos y cómo otras personas están involucradas en él. ¿Qué compromisos ha aceptado para completar con éxito ese proyecto? ¿La reciprocidad juega un papel central?
Describe uno de tus compromisos morales. ¿Por qué ha aceptado ese compromiso? ¿Desde cuándo lo has aceptado? ¿La reciprocidad juega un papel central?