• Trazos de una pluma costumbrista. El Paraninfo de la Universidad de Cantabria acogerá la muestra 'Tipos y costumbres madrileños' con obras de Francisco Ortego, cedidas por el Fondo Pedro Casado.

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13.03.11 - 00:20 - Gema Martínez |

Una mirada al pasado y al acontecer de la vida de la capital española en el siglo XIX. Escenas callejeras, populares, fiestas o mercados sirven para ilustrar una serie de caricaturas que pretende mostrar escenas cotidianas. Su autor, Francisco Ortego y Vereda, se incluye dentro del costumbrismo -como hicieran también coetáneos del ilustrador como Mesoneros Romanos-. Estas imágenes que rayan en la cotidianidad se integran la próxima exposición de la Universidad de Cantabria, 'Tipos y costumbres madrileños' del artista Francisco Ortego y Vereda (Madrid, 1833) perteneciente a la colección de la Universidad de Cantabria de Arte Gráfico. Las obras del magnífico ilustrador madrileño han sido cedidas al centro educativo por Pedro Casado Cimiano. La muestra, que se inaugurará el próximo día 18, a las 20.00 horas, en el Paraninfo, es la tercera colaboración entre la UC y el doctor en Ciencias Químicas. En 2008, él y su esposa, Lucía Gutiérrez Montalvo, depositaron una parte significativa de su colección en la Universidad de Cantabria, con la intención de que pasase a formar parte efectiva de la Colección UC de Arte Gráfico a medida que vaya siendo catalogada y expuesta. Como muestra de gratitud, la institución académica acordó poner el nombre del coleccionista al espacio físico donde se conserva la colección universitaria, el Gabinete de Estampas Pedro Casado Cimiano, sito en la Biblioteca de la Universidad de Cantabria (BUC).

El coleccionista donó en 2008 un conjunto de más de mil xilografías y litografías de su propiedad a la UC con el fin de que la institución académica las conservase, catalogase y expusiese. En este acuerdo entre la institución y Casado se contempló que cada año se realizase una exposición con sus fondos.

Las ilustraciones de Francisco Ortego y Vereda conforman el tercer grupo de estampas extraídas del Fondo Pedro Casado Cimiano. Esta tercera muestra, que podrá verse hasta el próximo 7 de mayo, en horario de 19.00 a 21.00 horas, de lunes a sábados, reúne todas las ilustraciones que Ortego publicó en 'El museo universal', a partir del año 1857.

Pedro Casado Cimiano (Santander, 1936) ejerció como profesor dentro del departamento de Química de la Universidad de Cantabria durante más de dos décadas -de 1972 a 1998-. En ese tiempo, fue director y docente de numerosos cursos de posgrado, incluido el Máster en Ciencia y Tecnología Lechera, del que fue, además creador. Como coleccionista, su pasión han sido y siguen siendo los libros y las revistas ilustradas del siglo XIX. Su riqueza de fondos es tal que ha realizado préstamos para diferentes exposiciones dentro y fuera de Santander. En 2003, fue nombrado colaborador honorífico del Área de Exposiciones de la Universidad de Cantabria.

Realidad urbana

Las escenas que se presentan en esta muestra han sido elevadas a la categoría de una de las expresiones más genuinas del arte español del siglo XIX, lo que no deja de resultar curioso tratándose de un producto considerado menor; pues tales dibujos estaban llamados a engrosar el género sarcástico y festivo, cuyos caracteres están muy alejados del academicismo que envuelve a las obras de las artes mayores. Sin embargo, las creaciones de Ortego orlan con merecimiento el arte español del siglo XIX.

Los dibujos del artista madrileño son la genuina expresión de la realidad urbana que retrata su pluma, en una época en que la industrialización penetraba con poca fuerza en España. Salvo excepciones como el núcleo catalán, en el resto del país el despliegue era muy modesto; tanto es así que en el norte de España -Cantabria inclusive-, la industrialización se retrasó hasta los comienzos del último cuarto del siglo XX. Asimismo, la revolución agraria, que se estaba produciendo en otras partes de Europa, era una asignatura pendiente. En definitiva, el país seguía mostrando muchos rasgos de las sociedades tradicionales, no obstante, la potencia que estaba adquiriendo la vida urbana, era un buen indicador de los cambios que estaban a punto de producirse.

Esa vida urbana es lo que captó Ortego en sus ilustraciones. A lo largo de su breve vida, el artista fijó su mirada, de forma insistente, en mercados y en el quehacer diario de los vendedores ambulantes que se concentraban en las plazas de la Villa. En sus dibujos no faltan los oficios de compradores de trapo, los que afilan cuchillos y tijeras o los que componen barreños y tinajas. También hay sitio para los vendedores de periódicos o los tentadores de la suerte. Las singulares estampas del artista incluyen músicos, saltimbanquis, ciegos que cantan coplas y gente de variados quehaceres. Aunque no sólo refleja la vida de las gentes humildes, también caricaturiza a las clases medias y altas e incluso retrata una de las costumbres más celebradas de la sociedad española, el carnaval.

Para la próxima exposición -'Tipos y costumbres madrileños'- de la Universidad de Cantabria, se han seleccionado 67 xilografías de las 109 que Pedro Cimiano y Lucía Gutiérrez Montalvo, depositaron en el fondo cedido a la institución. Todas ellas proceden de la edición original de la revista 'El museo universal', que fueron publicadas del 15 de enero de 1857 al 28 de noviembre de 1869.

La mirada del ilustrador se extendió a otros puntos de la geografía española, pero la incapacidad de exponer todas las estampas contenidas en el fondo, propició una selección de un conjunto referido a la Villa y a la Corte como el más unitario y representativo. Ortego fue un soberbio retratista de la sociedad de la Villa, siempre con el costumbrismo como telón de fondo. Capaz de llevar al espectador a la contemplación del tipo, captando toda la vida que rezumaban las pintorescas escenas que trazaba con su pluma. Unos dibujos que aludían a la vida madrileña y que fueron publicados en la citada publicación.

Homenaje a un genio

Francisco Ortego fue discípulo de la Escuela Superior de Pintura, dependiente de la Academia de San Fernando, y se dedicó, principalmente, a la caricatura. Además, de 'El museo universal', colaboró con publicaciones satíricas e informativas de su época como 'El fisgón', 'El pájaro rojo' y 'Los sucesos', entre otras. Asimismo editó varios álbumes de caricaturas -que englobó bajo el título 'Menestra y almanaques'- e ilustró libros y novelas. Se presentó a numerosas exposiciones y consiguió una mención honorífica especial en la Academia Nacional de Bellas Artes en el año 1864.

Autor extremadamente prolífico, los dibujos que salieron de su pluma durante su estancia parisina se cuentan por centenares, además de las muchas acuarelas y los innumerables cuadros a caballete que nacieron de su genio artístico durante los últimos años de su vida. En 1881, al comienzo de un frío otoño, murió tuberculoso y en la más absoluta de las pobrezas en el distrito Bois-Colombes, dejando a su numerosa familia al borde de la indigencia.

El trágico devenir de Ortego -cuyo entierro tuvo que ser sufragado por sus amigos- muestra una realidad que sucedió en España en diversas ocasiones, el hecho de que un país contemplase la muerte de sus artistas en el más absoluto infortunio. Con 'Tipos y costumbres madrileños' la Universidad de Cantabria quiere rendir un particular homenaje a este genio de la caricatura del siglo XIX.