• Goya. Las cuatro litografías de Goya (Toros de Burdeos) a subasta.

LAS CUATRO LITOGRAFÍAS DE GOYA, A SUBASTA

El próximo día 28 serán subastadas por la casa Doyle, de Nueva York, con una estimación entre 100.000 y 150.000 dólares cada una. Enlace

Como bien dice el experto Tomas Harris en su Engravings and lithographs, edición de 1983 siguiendo la de Oxford de 1964, estas piezas son “extremadamente raras”.

Juan Carrete Parrondo, junto a Ricardo Centellas y Guillermo Fatás hablan en su catálogo deGoya, ¡Qué valor! de que “la invención de la litografía y su introducción como técnica novedosa en España tiene lugar cuando Goya es ya un anciano. Pero, una vez más demuestra el pintor su interés por la técnica, su capacidad de aprendizaje y dominio, y su comprensión sobre las posibilidades y potencialidad de este nuevo arte para expresar su voluntad creativa”. Y así, estas cuatro planchas, las primeras litografías de Goya, tituladas en su conjunto Los toros de Burdeosque ahora salen a pujas en Estados Unidos, “prolongan la actividad que el pintor desarrollaba como dibujante y con ello dejó en sus estampas litográficas testimonio de su modernidad”.

Efectivamente, Francisco de Goya (1746-1828) no se detiene en lo ya conocido y, a pesar de la avanzada edad, se lanza a trabajar entre 1825 y 1825 con la nueva técnica y nos deja un magnífico ejemplo de su calidad técnica. En un carta fechada el 6 de diciembre de 1825 y dirigida a Joaquín María Ferrer, su amigo exiliado en París, Goya menciona el envío de una estampa sobre tema taurino y le pregunta sobre la posibilidad de comercializarlas. En la misma carta, comenta que tiene otras tres estampas más del mismo tamaño y temática taurina, lo que permite conocer que la serie completa de las cuatro litografías estaba finalizada para esa fecha.

Las litografías que salen Doyle Nueva York, con una estimación entre 100.000 y 150.000 dólares cada una, proceden de la colección de Albert H. Gordon, que compró directamente la colección de H. J. Thomas (Lugt 1378). La primera de ellas es la conocida

El famoso americano Mariano Ceballos (Delteil 286; Harris 283), impresa por Gaulon, de Burdeos, de una edición de 100 ejemplares, con letras. Con amplios márgenes, mide la plancha 311 x 381 mm, mientras el papel llega hasta los 397 x 502 mm.La segunda, Bravo toro (Picador caught by a bull)(D. 287; H. 284), se representa una espectacular cogida, con el torero inerte mientras un ayudante intenta con la vara arremeter contra el toro, en una imagen que recuerda la cogida de Pepe-Hillo, que Goya ya había ensayado en uno de los grabados que finalmente había desechado en la Tauromaquia. Al fondo, una masa informe junto a la barrera, como huyendo, horrorizada ante el desastre ocurrido. También con amplios márgenes, mide la plancha 311 x 413 mm, mientras el papel llega a los 394 x 511 mm.La tercera es Dibersión de España (D. 288; H. 285), también en buenas condiciones; 305 x 416 mm mide la mancha que sumados los márgenes alcanza los 400 x 514 mm. La visión esta vez es más popular, una especie de capea donde la tragedia vuelve a producirse. En opinión de José María de Cossío “en primer término, un toro hinca sus cuernos a una víctima, mientras pisotea a otro aficionado ya caído. Los que acuden al quite no sienten en modo alguno ni la compasión ni la tragedia, sino que sonríen estúpida y grotescamente, como una carnavalada trágica, borrachos de vino o de barbarie”.La cuarta escena es Plaza partida (Bullfight in a divided ring)(D. 289; H. 286), donde todo un ejército de personajes, con unos rostros realmente impresionantes, contemplan una doble corrida de toros; en una parte, la suerte de banderillas y en la otra, la suerte de matar, recibiendo al toro sin muleta. La opinión de Cossío, para esta litografía y la anterior, “lo que nos sorprende es la brutal expresión deformadora que Goya presta a los rostros de los actores, la estúpida sonrisa de insania de los lidiadores, la expresión de embriaguez colectiva que se refleja en los rostros idiotizados: […] visiones de una humanidad bestial e instintiva que sonríe ante la sangre y arriesga su vida con estúpida indiferencia”. Esta vez, la mancha mide 305 x 413 mm, mientras el papel 394 x 508 mm.Además de estos cuatro lotes, Doyle ofrece en un único lote las últimas cuatro planchas de la serie de los Proverbios, que proceden también de la colección de Albert H. Gordon, con una estimación entre 30.000 y 50.000 dólares.

Aunque se conocen veintidós estampas pertenecientes a esta serie, no todas las láminas de cobre corrieron la misma suerte: dieciocho de ellas fueron ofrecidas en 1856 por Jaime Machen Casalins al Estado en un mismo lote junto a los Desastres de la guerra. Por distintos motivos, la Academia no realizó la compra hasta octubre de 1862. La primera edición de esta serie, que se llevó a cabo en 1864, fue de 300 ejemplares y es similar, en cuanto a la estampación, a la primera de los Desastres.

Sin embargo, las cuatro láminas restantes que grabó Goya y que pertenecen a esta serie –