• Pedro González de Sepúlveda (1744-1815). Nota necrológica.

Publicada en la Gaceta de Madrid 14 diciembre 1815, págs. 1404-1405.

https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE//1815/155/A01404-01406.pdf

El dia 17 de Mayo de este año falleció D. Pedro González de Sepúlveda, grabador de cámara de S. M., grabador general de las Reales casas de moneda de España é Indias, director del grabado en hueco de la Real academia de S. Fernando, y de la Real escuela de éste grabado y máquina establecida en esta corte: pérdida dificil de reparar y que todo buen español debe sentir. Habia nacido en Badajoz el año de 1744, donde un profesor que pasaba á Portugal y se detuvo dos años en aquella ciudad, le enseñó los principios del diseño, y Roberto Michel, escultor de cámara de Carlos III los de la escultura en Madrid, concurriendo Sepúlveda al propio tiempo á dibujar y modelar á la misma academia. Y como esta hubiese visto su aplicación y progresos le confirió una pensión para que aprendiese el grabado en hueco bajo la dirección de D. Tomas Prieto, grabador de cámara del propio Monarca. Ambos maestros se empeñaban á porfía en protegerle y la academia en distinguirle como lo hizo adjudicándole el premio del concurso del año de 1763, prorogándole la pensión, sin egemplar, en el de 66, y nombrándole académico de mérito en 78, y director en 82. El mismo Sr. D. Carlos III se dignó también protegerle, nombrándole primer discípulo de una escuela de grabado que habia establecido S. M. en casa de Prieto, después grabador principal de la casa de moneda de Segovia, mas adelante segundo grabador general con el objeto de ayudar al primero, y por último grabador general de todas sus casas de moneda con todos los demás títulos y honores que habia gozado su maestro, cuya muerte le fue muy sensible por lo mucho que le habia amado y distinguido. Fueron y serán siempre apreciables las monedas árabes que grabo Sepúlveda de orden del Rey para el de Marrueos, la medalla que también grabó con motivo de la institución de la distinguida órden de Cárlos III, por la corrección de su dibujo, por el buen gusto de su composición y por la limpieza del grabado, la de la aclamación del Sr. D. Cárlos IV por la villa de Madrid, la grande y chica para premiar á los pardos de América, la de la Real sociedad Matritense, de que era digno individuo, las matrices para todas las casas de moneda de España é Indias pertenecientes al último reinado, la firma de su Soberano los sellos de todos tamaños para S. M. y demás Personas Reales, los de las secretarías de Estado y sus ministros y los muchísimos que asimismo grabó para los tribunales del reino, grandes de España, arzobispos, obispos, títulos de Castilla, sociedades, otros cuerpos literarios y para particulares. El mérito y esplendor de estas obras es bien conocido en España y celebrado en los reinos extrangeros. Es también sumamente apreciable su copiosa colección de medallas, azufres, dibujos originales de los mejores artistas españoles y extrangeros, de bocetos, estampas raras y de vaciados de la antigüedad. A esto se agrega su zelo patriótico y franqueza con que prestaba estas alhajas á los que se las pedían para copiarías, deseando sus adelantamientos. En fin era su casa una abierta y continua academia á la que concurrían sugetos distinguidos que deseaban instruirse en ta historia principios y progresos de las nobles artes, y artistas que aspiraban á perfeccionarse en ellas y en donde se fomentaba la adhesión de los aficionados, se proporcionaban obras á los profesores y se daba enseñanza á los alumnos.