Grabado por Manuel Salvador Carmona, Dibujado por José Maea. Pintura de P. Hernández
Retrato del Señor Quevedo por los franceses.
LIII. Uno de sus tan favorecidos huespedes logró a hurtadillas, sin que lo echara de ver S. Em., sacar su retrato bastante bien delineado, y lo envió al Sr. obispo de la Rochela, quien lo hizo grabar en 1799 por el célebre D. Manuel Salvador Carmona, con el fin de que así él como todos sus paisanos espatriados pudieran recrearse dulcemente toda la vida teniendo siempre á la vista las facciones y el amoroso rostro de un padre que llevaban tan indeleblemente grabado en el corazon con el mismo lerna de la estampa: Consolalus est lugentes in Sion (Eccli. 48. v. 27.). Eleemosynas illius enarrabit omnis ecclesia (ibid. 31. v. 11). En carta de 7 de diciembre de 1799 á S. Em. (1) se escusa finamente y pide perdon de haber solicitado y apoyado aquel inocente hurto, de que no era en su mano arrepentirse. Envió ademas el mismo Ilmo. doce de estas estampas á la Sra. Doña Juana Quíntano madre del cardenal con carta de 4 de enero de 1800, ofreciéndole un don que debia serle muy grato por ser la pintura de su dignísimo hijo la prenda mas amada de su corazón; y suplicándole mediase con este su santo hijo, para que no se ofendiese su bumiidad ni culpase de atrevimiento aquel piadoso burlo del mismo, dictado solo por los nobles sentimientos de justo reconocimiento y gratitud. (2) Esparció dentro y fuera del reino muchos ejemplares: y aun los puso en manos de Monsieur el hermano de Luis XVIII (despues Cárlos X) que se hallaba espatriado tambien entonces en Inglaterra Mr. Fillouneau vicario general de la Rochela desempeñó este honroso encargo instruyendo á S. A. R. de lo obligados que estaban todos los franceses fieles á Dios y al rey á perpetuar la memoria de uno de los mas grandes prelados de su siglo. El príncipe apreció sobre manera aquel presente y mandó dar gracias al obispo de Orense por los beneficios y finezas que usaba tanto tiempo había con los franceses desterrados
1 V. Apénd. n. 48. - Otro emigrado compuso al propósito estos dísticos:
Ecce Quevedos adeat Aurensis gloria sedis,
Hesperiaeque decus Francigenumque pater
Surripuit pia fraus: mox corda ut, et sera loquentur.
¿Quid jam plura roces? Caetera fama dabit.
2 V. Apénd. n. 49.